II

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El bosque los cubría con una fina manta que se complementaba con la oscuridad de la noche, la espesa niebla le otorgaba algo de confort y seguridad pero sabía que no estaba para nada seguro en aquel lugar. Su cuerpo demandaba un poco de descanso, el hecho de cargar otro cuerpo igual de pesado que él le estaba desgastando las pocas energías que le quedaban, sus pulmones exigían un poco más de aire y su músculos se sentían cada vez más desgastados.

—Puta madre Dess —maldijo al alfa que cargaba cuando sintió las pequeñas gotas de lluvia estrellarse contra su piel, a un inicio lento y luego tenía una gran tormenta encima suyo.

Todo estaba yendo en picada y presentía que podría ir a peor si no encontraba un pueblo que ayude a su amigo rápido, habían estado viajando hacia el este y fue su decisión tomar un pequeño desvío, ese pequeño desvío les ganó el ataque de un pequeño grupo de deltas; fue difícil y Dess se llevó la mayor parte del daño al ser un Alfa de menor rango que el suyo.

Los deltas eran alfas salvajes que fueron mordidos por otro alfa sin su consentimiento, su alfa poco a poco se peleaba contra la parte humana, se revelaba y llegaban a un punto donde únicamente eran una parte salvaje en busca de venganza, llenos de odio e ira; conservaban las cualidades de su rango pero aumentadas debido a ser solo instintos y poca racionalidad.

No había sido su primera vez topándose con deltas, pero si la primera en donde atacaban con mayor avidez a Dess antes que él, normalmente los deltas suelen atacar y acabar con los de mayor rango en un grupo pero fue la primera vez que iban en contra de los de menor rango por lo que no supo reaccionar a tiempo y por su culpa su hermano se encontraba en dicho estado, por su maldita terquedad.

Por su maldita culpa.

No sabía cuántos de ellos quedaban vivos, pero sentía su respiración en la base de su cuello, acercándose cada vez más si no encontraba un maldito pueblo pronto; los gemidos lastimeros del peligris en conjunto con la lluvia torrencial no ayudaban mucho en su concentración para poder orientarse, se detuvo brevemente dejando que la tormenta cubra en su totalidad sus cuerpos, observó a su alrededor y, a pesar de solo obtener la espesura del bosque, pudo divisar luces a unos cuantos metros, luces vividas, si no se equivocaba, de un pueblo grande.

Probablemente no les ofrezcan ayuda a la primera, pero si debía desafiar o matar a cualquiera por ayuda lo haría, porque era su hermano el que estaba sufriendo la consecuencias de sus actos, su mente no dejaba de repetirlo, cada pisada repetía una y otra vez la escena del menor con un montón de cuerpos encima de él intentando marcarlo o matarlo.

No lo dejaría morir

Afianzó su agarre en el alfa y retomó su carrera, esta vez con mayor dificultad por el peso del agua en sus cuerpos.

—Ayudenlo —logró murmurar en cuanto divisó a un ejecutor acercarse.

Estaba muy cansado por lo que su cerebro únicamente divisó una pequeña conversación con otra persona ¿En qué momento había llegado tanta gente? no lo sabía y ni le importaban, únicamente recibió consuelo cuando Dess fue transportado en una camilla.

—¿Estás bien? —escuchó la pregunta de una voz lejana y desconocida, pero no sabía si la pregunta era dirigida hacia él.

A pesar de ello, quiso contestar que sí, que ayuden a su hermano, que él no importaba, no podía; los bordes eran cada vez más difusos, su vista empezaba a oscurecerse, de repente toda la adrenalina que lo había invadido cuando estaba escapando fue drenada de su cuerpo, sus músculos empezaba a ser cada vez más pesado y le costaba mantener la respiración.

—Maldita sea

Las voces se escuchaban cada vez más lejos, no entendía porque el desconocido maldecía hasta que su mano se dirigió a la reciente fuente de dolor, un charco de sangre se extendía debajo de su cuerpo, la camisa manchada del espeso líquido en su parte torácica.

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⏰ Última actualización: Dec 31, 2022 ⏰

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