Capítulo cuatro: Nuevo hogar

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Capítulo cuatro: Nuevo hogar

Sonic llegó con Tails en sus brazos a su casa. Tails estaba muy herido y tenía fiebre y tos. Rápidamente Sonic posicionó al pequeño en su cama, le tomó la temperatura, tomó medicina que tenía guardada en su casa, le habló a un doctor y este empezó a dirigirle para que le diera correctamente los medicamentos al vulpino.

Sonic durmió junto al zorro en una silla al lado de su cama, cuando despertó bajó hacia la cocina y preparo sopa caliente, la cual inmediatamente se la entregó a Tails cuando despertó.

Había pasado una semana. Por primera vez en su vida, Tails recibió una cama, recibió comida, recibió un lugar decente para hacer sus necesidades, recibió atención, salud y cariño... por primera vez recibió un amigo que podía ver como una nueva familia. Tails observó cuidadosamente a Sonic toda esa semana y lo miraba exhausto y con faltas de energía. Miles se sintió culpable por eso.

Una noche mientras Sonic preparaba la comida Miles escribió una nota de agradecimiento para Sonic y simplemente se fue de la casa de su único amigo. Horas mas tardes, el zorro amarillo de dos colas se encontraba en una playa, pues no quería regresar ni al bosque y mucho menos donde estaban sus bravucones, así que decidió buscar un nuevo hogar lejos de todo ser, pues creyó que nadie podia ser tan amable y considerado como el erizo azul, así que trato de alejarse de todo el mundo.

En la playa pudo encontrar una cueva, en la que se instaló rápidamente, tomó algunas ramas de palmera y las juntó para hacerse una cobija, pues ya era de noche y hacía mucho frío. Intento hacer una fogata pero no lo logro, intento conseguir cocos y bananas, pero tampoco lo logró, así que optó por simplemente dormirse en aquella noche fría.

¡TAILS!- se escuchó a Sonic gritar a los cuatro vientos

Tails rápidamente se incorpora al escuchar el grito, pero no salió de la cueva, es más, parecía que cómo podía se arrastraba más hacia atrás.

¡TAILS! ¿Donde estas amiguito?- preguntó Sonic aun gritando


Tails se agachó aún más y como un pequeño zorrito envolvió todo su cuerpo con sus dos colas, como si eso le permitiera tener el poder de la invisibilidad.

¡TAILS! ¿Tails?- preguntó Sonic al entrar a la cueva iluminandola con una pequeña linterna- Pero... ¿Qué haces aquí?- preguntó el erizo al acercarse al tembloroso zorro

Tails alza la vista y nuevamente sus ojos azules vacíos se conectan con esos intensos ojos verdes brillantes.

¿Tails? ¿Me escuchas? ¿Qué haces aquí? - preguntó el erizo incoándose al nivel del zorrito

Las primeras gotas de lluvia empezaron a caer. Sonic voltea hacia la salida de la cueva y mira como la lluvia se dignó a aparecer.

Son épocas de lluvia, lloverá por mucho tiempo...- Sonic voltea a ver al zorro temblando- y hace mucho frio ¿Por qué estas aquí?

No...ta... - dijo el zorro sin mirar al erizo

¿Ah?- preguntó el ojiverde

Te deje... una nota- dijo Miles

Si, si, si- Sonic sacó la nota y la arrugó con su mano- gracias por la comida y todo eso ¿Pero que con eso? ¿Por qué te fuiste? ... ¿Cómo te atreves a irte sin decirme a la cara?- preguntó Sonic un poco enojado

Gracias por todo... ya vete- dijo el zorro susurrando

¿Qué?- preguntó el erizo azul

Nadie... había sido tan amable conmigo... desde hace años... nadie... así que... gracias- dijo el zorrito susurrando

¿Pero... que con eso?- preguntó Sonic

Ya no es necesario que seas tan amable conmigo... puedo... vivir solo- dijo Miles

Ahhh... no lo creo... ¿Me dijiste que tenías ocho o no? No es una edad para vivir solo y sin- Sonic miraba la cueva- pues sin nada

No soy nada... no merezco nada... ni nadie- dijo Tails resignado

Sonic miró a Tails, encontró su mirada la cual estaba vacía y parecía que el color de sus ojos desvaneció para tan solo dejar un gris opaco en ellos. Algo en eso no le cayó bien a Sonic, durante toda la semana estuvo al tanto y cuidando a Tails, se olvidó de pelear con los malos dejando que los otros héroes se encargaran, pues para él el zorrito de dos colas era su prioridad. Para Sonic esa semana había sido la mejor semana que había tenido ya en bastante tiempo. Por primera vez no se sintió solo y por primera vez sintió que alguien estaba ahí necesitándolo de verdad, por primera vez Sonic sintió que alguien lo quería y lo necesitaba, como si Tails fuera su...

Si eres alguien Tails- dijo Sonic

Tails mira atentamente a Sonic

Eres mi pequeño hermano- dijo finalmente Sonic


Entonces un rayo aparece iluminando toda la cueva en la que estos dos se encontraban. Sus miradas se cruzaron y Sonic por fin vio como el color de los ojos de Tails regresaba a su lugar. Como si la esperanza volviera a resurgir de las cenizas. Unas pequeñas lágrimas empiezan a amenazar en salir de los ojos vidriosos de Tails, ante esto, Sonic se levanta y le tiende la mano a Tails.

Vamos... vamos a casa- dijo Sonic

Tails alza su mano por voluntad y con un poco de aquella fuerza invisible.

Ambos sujetan sus manos con fuerzas. Sonic levanta a Tails y lo coloca tras su espalda para correr a máxima velocidad a su casa. Sonic podía ver su casa como un conjunto de tablas y clavos... pero ahora, junto a Tails, podía llamarlo un hogar.

Lazos del destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora