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¿Quién era ese imbécil? Haaland estaba mirando mal por las coloridas luces de la discoteca o realmente había un tipo muy cerca de su chico, sonriendole con intenciones de invitarle algo.

Jude y él no eran nada, al menos para el rubio aún no. Bellingham no lo sabía pero ya era suyo, los sentimientos de Erling hacia él era demasiado grandes y fuertes, lo amaba mucho y de todas las formas. No sabía con exactitud que sentía el moreno por él, sin embargo ya habían tenido sus roces. Se habían dado su primer beso en su cumpleaños, el segundo en un parque de diversiones. Ellos decidieron dejar las cosas como antes pero el noruego no podía, siempre estuvo muy interesado en él.

El problema es que Jude, era el ser más coqueto sobre este planeta tierra cuando estaba bastante alcholizado y siquiera se estaba negando a las acciones del otro chico. Haaland veía la escena con una mirada que claramente le decía a todos “no te me acerques” mientras estaba recargado sobre la barra, tomando de su bebida. Por otra parte, también estaba cuidando al menor de alguna otra persona que se le acercara, hace un rato casi se quitaba la camisa mientras bailaba ya que decía que “hacía mucha calor” cuando era invierno, estaba bastante borracho.

El desconocido bromeaba con el amado de Haaland y este reía, sus carcajadas eran simplemente fascinantes. También por unos segundos se dedicaron algunos guiños. Todo iba “bien” hasta que, el chico decidió sobrepasarse un poco mucho con Jude tomándolo desde los bordes de su camisa en v y lo acercó hasta su cuerpo, intentando besar su cuello. Claro que el moreno lo empujó, recibiendo una no muy buena reacción de su contrario ya que este quería seguir tocandolo.

Carajo, el noruego sabía que algo malo iba a pasar y ahora no había nada que lo detuviera para ir a separar a estos dos, Haaland le dio un empujón al tipo con su hombro mientras que Jude se escondía detrás de él.

──No es no, hijo de puta.

──¿Quién caraj- oh, mierda... -El hombre se mostró fuerte pero después de ver el tamaño de Erling, el cual imponía mucho, decidió disculparse e irse casi corriendo de ahí mientras que Haaland seguía gritándole algunas cosas, incluso llegó la seguridad de la discoteca para calmar el ambiente.

El más alto tomó la muñeca del borracho Bellingham y lo sacó de ahí, agarrando su suéter. El pelinegro no decía ni una palabra, estaba alcoholizado pero estuvo muy al tanto de todo.

Ambos subieron al auto de Jude, Haaland manejaría esta vez.

¿Estás bien? ¿no te dañó ese tipo? –Dijo el mayor preocupado mientras miraba a su contrario con preocupación, buscando algún rasguño o algo de ese estilo.

──N-no, no, estoy bien. Tengo sueño...

Erling suspiró, estaba bien y eso era lo bueno. Él manejaría todo el trayecto hasta su casa, no podía, o bueno, no quería llevar al menor a la suya, no podía dejarlo solo.

Quería acompañarlo siempre y para siempre.

Ya dentro de su departamento el más alto de los dos acostó el cuerpo de su mejor amigo en la cama, sabía que no era muy grande entonces se preparaba para dormir a un lado, en el suelo.

Pero Jude tenía otros planes. Tomó a Haaland de su camiseta y lo acostó sobre él, abrazándolo como si fuera un peluche. Su peluche. Este no tardó en sonrojarse como si fuese un tomate, quería gritarle cuanto lo amaba y cuanto quería besarlo ahora mismo pero no estaba sobrio. Aunque no iba a desaprovechar esta oportunidad, se acomodaría sobre el pecho de Jude para no aplastarlo y poder dormir bien aunque el tamaño de la cama no fuera tan cómodo. De todas formas el menor tampoco lo iría a soltar.

...

Pasaron las horas de una forma tan fugaz, Jude apenas abría sus ojos y miraba hacia la luz del techo, a los lados de la habitación y luego a la cama. Era la casa de Haaland. Miró hacia sus piernas y no recordaba haber llevado un short a la salida, pero viéndolo más a detalle se dio cuenta de que era de su mejor amigo, sonrió un tanto ruborizado por ello. Este se había levantado en la madrugada, borracho, pidiéndole al mayor que cambiara sus pantalones porque le daban mucho calor.

El rubio entró al cuarto con un vaso de jugo y un sandwich de queso en una servilleta, se detuvo cuando vio que su invitado despertó.

──Oh, pensé que dormirías un poco más ──El alto hombre dejó la comida sobre la mesa de noche y se sentiría al lado de su amigo con una sonrisa.

──Bueno... estoy despierto ahora. ──Jude sonrió y le contagió la sonrisa a su contrario. ──¿Qué pasó anoche?

Haaland al escuchar la pregunta del chico relamió sus labios y le contó lo que había pasado anoche en la discoteca, dejando a Bellingham un poco sorprendido. Borracho era una persona diferente, no era raro que algo así pasara gracias a lo coqueto que podría llegar a ser con todo el mundo, no lo podía controlar. El moreno rió avergonzado.

¿Te pusiste celoso? ¿de nuevo? -Esta vez carcajeó un poco y Haaland apreciaba su risa para después de un rato sonrojarse levemente. Sí, se había puesto celoso porque Jude era solo suyo y ningún tipo le haría daño.

──Un poco.

Un poco para pelearte con alguien por mí. -Jude jugaba con él, en su interior le encantaba ver a un Haaland celoso y sonrojado de vergüenza por eso.

Tal vez... tenía que cuidarte, estabas muy ebrio ──Intentaba excusarse pero el menor añadió un:

──Me gusta verte así.

Guardaron silencio, ambos sonrojados. Bellingham rió con algo de timidez, Erling no sabía si reír o llorar, era el momento, sabía que era su momento. Los ojos de Jude nunca mentirían.

──A mí me gusta verte a ti.

Dijo el rubio sin quitarle los ojos de encima a su contrario quien gracias a eso ahora parecía la fresa más roja de todas. ──Lo siento...

Se disculpó el mayor con los ojos fuertemente cerrados, queriendo cortarse la lengua en ese momento. Sin embargo, el momento más inesperado de su vida llegaría. Unos labios tocarían los suyos. Eran los labios de Jude, quienes se juntaban y aplastaban los de él, creando un dulce y delicado beso por parte de ambos. Duró unos segundos, el primero por separarse fue Bellingham, mirando a sus ojos con una sonrisa.

Todo este tiempo estaba locamente enamorado de su noruego, lo ocultaba con sus tontas acciones de coqueteo porque él pensaba que los sentimientos no eran mutuos, amaba con toda su alma mirarlo así de celoso, en serio amaba esa imagen. Todas estas semanas se dio cuenta de los mensajes que Haaland le mandaba, estaba aprendiendo de lenguaje corporal y esto en serio lo hacía sentir muy feliz. Que estuviera besándolo ahora mismo hacia un mar de explosiones en su interior.

El rubio estaba boquiabierto, lo habían descubierto pero estaba bien con eso, era mutuo, ERA MUTUO. No podía medir el nivel de alegría que sentía, ese beso fue tan sincero que ni siquiera lo hizo pensar si esto sería una broma, fue muy real.

──Te amo, pelito de sol. Siempre te amé. -Esto había sonado muy cursi pero nada importaba, el pelinegro se había confesado con un beso.

──Te amo más, no tengo palabras para expresarlo.

Haaland le haría preguntas después de esto, pero por ahora solo se mantenía mirando a Jude con ojos de amor, como siempre lo veía pero ahora era correspondido.

Otro beso surgió pero por parte de Erling, el más bajo tomaba sus mejillas y besaba sus labios con cariño, luego se subía en él y terminaba el beso con pequeños piquitos, Haaland sonreía en medio de estos mientras susurraba algunos “te amo”.

El moreno al fin era suyo, podía llamarlo su amado libremente. Al fin podría estar a su lado por muchísimo tiempo, todo el tiempo que su enamorado se lo permitiera.

Su pequeño coqueto ahora le coquetería sólo a él, no existía nadie más. Y Jude, ahora tenía a un amoroso celoso obsesivo en su vida al cual amaba muchísimo.





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dios mío, amo los fics de jude x haaland, son mi razón de vivir. 😭😭😭

tengo pensado hacer más de estos, m re gustan

bye bye! ♡

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𝗵𝗮𝗮𝗹𝗮𝗻𝗱 & 𝗷𝘂𝗱𝗲, 𝗼𝗻𝗲 𝘀𝗵𝗼𝘁.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora