Capítulo 36

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Las semanas de visitas al hospital parecían haberse esfumado en un abrir y cerrar de ojos. Finalmente, había recibido el alta y, aunque yo insistía en llevarlo a la casa de los Todoroki  por precaución, él se había negado rotundamente. Ahora, aquí estábamos, frente a la puerta de su hogar que, a pesar de los recientes acontecimientos, seguía siendo su refugio

abrió la puerta con un gesto cansado pero satisfecho, dejando caer las maletas pesadas en el suelo antes de dejarse caer en el sofá con un suspiro de alivio. Sus alas, que habían vuelto a crecer con una fuerza casi sobrenatural, se desplegaron con un suave crujido, cubriéndolo por completo como un manto de plumas. Era el mismo que yo había conocido, el mismo que me había robado el corazón con su sonrisa y su mirada llena de vida

- Dulce y hermoso hogar - murmuró, con un dejo de nostalgia en su voz

Sus alas se cerraron con un movimiento fluido, envolviéndolo en un abrazo cálido y protector. Daba vueltas sobre sí mismo, con una alegría casi infantil y algunas plumas se desprendían en el aire, flotando como copos de nieve en un día de invierno. Yo reía, observándolo con una ternura que me llenaba el pecho y me dirigí hacia mi habitación para dejar mis maletas

- Deja tus cosas en mi habitación - dijo sin apartar la mirada de mí - De ahora en adelante, dormirás conmigo

Asentí, sintiendo una oleada de emoción recorrer mi cuerpo. Llevé mis maletas hasta su habitación, colocando mi ropa en el armario, el espacio vacío que había reservado para mí. Mi cepillo de dientes, junto a los demás cosas personales, encontró su lugar en su baño, sin querer levantarse del sofá, utilizó sus plumas para llevar todo a su cuarto, acomodándolo con una destreza asombrosa

Una vez que todo estuvo en su lugar, me acerqué al chico y me dejé caer sobre su cuerpo, abrazándolo con fuerza. Él sonrió, envolviéndonos a ambos con sus alas. Una de sus manos descansaba en mi espalda baja, mientras que la otra acariciaba suavemente mi cabello. Encendió la televisión y las noticias de la ciudad llenaron el aire con sus historias de eventos y fiestas navideñas. Era veinte de diciembre, y la ciudad se preparaba para celebrar la llegada de la navidad

Las suaves caricias del chico, el latido de su corazón resonando contra mi mejilla, me llenaron de una paz que hacía mucho tiempo no sentía. Cerré los ojos lentamente, frotando mi mejilla contra su pecho, buscando refugio en su calor y en su presencia.

-Extrañaba estar en casa contigo, mi vida

Hawks pronunció estas palabras con suavidad, mientras una amplia sonrisa iluminaba su rostro, o al menos eso suponía, ya que mis ojos permanecían cerrados y no podía verlo. Asentí, emitiendo un suave sonido de aprobación

- Extrañaba esto

Susurró antes de que abriera los ojos nuevamente, encontrándome con las noticias en la pantalla. El presentador mencionaba un evento que captó mi atención

-____, quería decirte algo

Me incorporé levemente, levantando solo la parte superior de mi cuerpo para poder mirar a Hawks a los ojos. Él, con ambas manos en mi espalda baja, justo por encima de donde terminaba mi trasero, me miró con ternura

- Endeavor celebrará la Navidad en su casa, a petición de su hija. Invitará a los estudiantes de la 1-A a pasarla allí. Aunque no irán todos, me ha invitado a mí también. ¿Quieres ir?

Finalmente, Hawks formuló la pregunta. Me acerqué a su rostro y le llené de besos, dejando que mi nariz se frotara suavemente contra la suya

- Claro, será divertido

Agaporni (Hawks x Reader +18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora