Levi entró a su casa por la tarde, había pasado la mayor parte del día en la tienda de té, hubo un problema con el agua en la tienda de té y había tenido que ir a solucionarlo, aunque no quería dejar sola a su esposa tuvo que salir, no sin antes conseguir a alguien que la acompañe, fue un día muy ocupado y estresante por lo que solo quería descansar junto a su mujer.
— Gaby, gracias por venir de improviso.
La joven estaba lavando unos platos en la cocina.
— No se preocupe capitán, Hange ha estado perfecta, pero no está demás que alguien la acompañe, está entrando en su octavo mes, se le dificulta moverse y como no puede estar quieta.
Dejó todo ordenado y se acercó al mayor colocando un plato de fideos en la mesa.
— Lo sé, prefiero que esté acompañada si yo voy a salir por tanto tiempo.
— Eso es muy lindo, bueno ya me voy, está en su cuarto descansando y le dejó su cena en la mesa, que tengan buenas noches.
— Gracias otra vez, buenas noches.
La pelimarrón salió y Levi pudo desajustarse la corbata mientras subía al segundo piso de su casa para ver a su esposa. Se encontró con una imagen adorable, Hange estaba sentada en la cama tejiendo un pequeño roponcito de bebé, ya habían algunos gorritos y lo que más llamó su atención fueron dos zapatitos.
— No recuerdo la última vez que te vi tejer.— le dijo para llamar su atención.
— Ando recuperando la práctica, es relajante y a nuestro bebé le servirán.
Levi se acercó por un costado para poder darle un beso.
— Estoy en casa.— susurró.
— Bienvenido.— Hange sonrió, siempre le gustaba como eso se escuchaba.— Mira estos, hice dos, no sabemos si será niño o niña, así que el blanco fue mi mejor opción.
— ¿De dónde sacaste todo esto?— no recordaba haber comprado lana o esas agujas que Hange estaba usando y por la cara de su esposa la respuesta no le era tan ajena.
— Fui con Gabi al mercado.— la miró con reproche.— No me mires así cariño, el médico dice que es bueno que camine, además fue algo corto.— le dio un beso en la comisura de los labios.— Hablando de Gabi ¿Ya se fue?
— Tsk, sí. ¿Cómo están?
— Bastante bien, hoy ha estado muy inquieto, aún lo está, mira.
Tomó una de las manos de Levi y la colocó en un lado de su vientre, unos segundos después empezó a sentir los movimientos, la cara del ex capitán era de devoción.
— Es fuerte, ¿crees que sea un niño?— le preguntó ella.
— Si está sano me doy por bien servido.
— ¿Alguna vez imaginaste esto?— Hange había apoyado su cabeza en el hombro de Levi.— Porque yo creo que siempre estuve preparada para morir, aunque cuandopensé que había llegado mi momento estaba tan aterrada, recordando eso me pongo a pensar en que nunca imaginé que algún día podría estar tejiendo ropa para nuestro bebé, estar así contigo, libres de ese infierno, sí lo quería, pero parecía tan lejano.
— Yo tampoco, siempre quise protegerte, saber que estabas bien, los últimos años nuestra familia era lo que me mantenía de pie, tuvimos que pasar por todo eso para llegar a este momento y si te soy sincero, no cambiaría esto por nada cuatro ojos.— acarició con cariño su vientre.
— A veces tengo miedo de despertar y que todo esto desaparezca, que aún estemos en ese infierno arriesgando nuestras vidas o que los chicos estén en peligro.
— Hange...
— Pero luego te miro a ti, siento estas mariposas en mi vientre gracias al bebé, veo a mis muchachos y me convenzo de que esto es real, que ahora esta es nuestra vida y después de toda la mierda que pudo pasarnos por fin estamos en paz. En el pasado fuiste mi felicidad, mi constante, no me dejaste caer, nos sostuviste a ambos y seguimos adelante.
— No te quites crédito cuatro ojos, me había acostumbrado a estar solo y me enseñaste que no lo estaba, contigo supe que no lo estaría nunca más, yo no sería lo que soy ahora sin ti, es por ti que descubrí que no era solo un arma como todos creían, que existía alguien en mí que no habría podido conocer nunca, que jamás me habría convertido en el que soy ahora, fuiste quién me encontró, me enseñaste a amar, tanto que te amo con todo lo que tengo y lo que soy, con nuestro pasado y ten por seguro que lo seguiré haciendo en nuestro futuro, te amaré toda mi vida.
Acortó la distancia que los separaba para poder besarla, disfrutaron de un beso en el que sólo había felicidad, las suaves caricias que Levi dejaba en el rostro de Hange, disfrutando del momento.
Su pasado había tenido muchas cosas malas, el destino había hecho que se enamoraran, que empezaran a ser una pareja sin ninguno tener una idea de cómo eso funcionaba pero al final juntos habían aprendido, en sus peores momentos, cuando perdieron a amigos tan importantes como Erwin, Moblit, habían estado el uno para el otro, sosteniéndose, luchando contra todo lo que se les pudiera atravesar. Al final de cuentas ese camino largo había tenido un final, al que llegaron y ahora estaban mejor que nunca, disfrutando del presente y ansiosos por todo lo que les podría traer el futuro.
Terminaron el beso sonriendo contra los labios del otro, Hange acarició el rostro de Levi, su esposo, era el hombre más maravilloso que conocía. También el hombre que más había sufrido, ahora ella se había encargado de aliviarlo, seguía dándole motivos a Levi motivos para ser feliz, tenían una vida anhelada, no permitiría que la sonrisa de su esposo volviera a apagarse.
— Estoy tan feliz Levi, estamos agrandando nuestra familia, hemos logrado tanto, mira qué lejos hemos llegado, cariño.
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.Ahora sí llegamos al final, pero recuerden, hay veces que el final es solo el principio de algo.
Estoy muy agradecida con todos los que han seguido esta historia, todo empezó cuando escuchaba you're still the one y dije si Levi y Hange hubieran tenido un buen final esta sería su canción, así que decidí hacerles homenaje con esta historia.
Finalmente, muchas gracias por sus comentarios y votos, me ayudaron a tener la confianza de terminar la historia, tal ves más adelante mi mente encuentre la forma de plasmar más ideas acerca de cómo Levi y Hange hubieran seguido con su vida y une ella no se hubiera sacrificado.
Nos leemos en algún momento, feliz año para todos.
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Mira que lejos hemos llegado (LEVIHAN)
Fiksi PenggemarCuando sabes que tu vida está en constante peligro tratas de evitar establecer lazos, pero lo único cierto es que nunca sabrás cómo o cuándo llegará alguien se irá colando en cada parte de ti, no sabes cómo empezarán a fluir nuevos sentimientos, sol...