la cena luego de la placa fue tensa e insoportable, las peleas entre la tora y agustin se agravaron al punto de que se estaban gritando desde una punta a otra.
no entendía mucho el enojo, la espontanea era una herramienta que todos los jugadores podían utilizar, esto era un juego y estaban en todo su derecho de hacerla.
aunque todo me parecía muy raro, no creo que él la hubiera hecho. se lo notaba demasiado tranquilo y confiado como para haberla realizado.
los gritos ya se me estaban haciendo insoportables, un fuerte dolor de cabeza comenzó a molestarme. no quería meterme en cosas que claramente no me incumbian pero lo único que quería era comer en paz, podía notar que no era la única pero nadie decía nada por el miedo de quedar pegado en un conflicto y que el afuera juegue en contra.
- dale, quédate tranquila que la gente ve todo - le dijo agustin a la rubia mientras se limpiaba las manos, ambos se desafiaban con la mirada
- más vale, van a ver lo traídor y asqueroso que sos - respondió lucila con rapidez
más allá de los gritos se podían escuchar los cubiertos golpeando contra los platos, el dolor de cabeza aumentaba por segundo.
entendía que no se lleven bien, el juego y las estrategias pero ¿había necesidad de que se estén gritando en plena comida?
- ¿la pueden cortar un poco? quiero comer en paz, encierrense en la habitación y gritense con todo si quieren pero no rompan más los huevos - dije elevando un poco en tono de voz para que me escuchen, todos me miraron pero los anteriormente mencionados siguieron con su discusión
estaba muy cansada.
- me tienen podrida, la puta madre - murmure en voz baja para luego tomar mi plato e irme hacia la habitación
al sentarme en la mía me frote la cara con ambas manos, respire lento varias veces para intentar calmar el dolor pero nada lo lograba.
comí un par de bocados de la comida que me quedaba en el plato, tanto conflicto me había cerrado el estómago.
justo cuando me estaba acomodando para dormir la puerta de la habitación se abrió dejando ver la cabeza de marcos asomarse. mi corazón dio un salto.
- ¿puedo pasar? - me preguntó en su típico tono suave de voz
no pude negarle la entrada, no podía seguir ignorando aquello que me sucedia ni tampoco quería.
se acercó a mi cama pero no se sentó conmigo, parecía dudar por lo que corrí el plato y le indique que se coloque a mi lado. su perfume me inundó por completo, como lo extrañaba.
- ¿cómo estas? se que los gritos mucho no te gustan - dijo acomodandose por completo para poder mirarme a la cara, hacia un tiempo que no compartíamos momentos solos sin discutir, era realmente reconfortante volver a hacerlo
sonreí al saber que recordaba aquel pequeño detalle que nombre en una de nuestras tantas conversaciones a la madrugada.
- ahora un poco mejor, me duele la cabeza así que me voy a dormir para relajarme - le contesté abrazando mis propias piernas
- no comiste mucho - comentó tomando el plato que previamente yo había movido a un costado para dejarlo en la mesa de luz
- se me cerró el estómago, no es algo por lo que hay que preocuparse
- a mi me preocupas
no supe que responder, entre tantos sentimientos y desencuentros entre nosotros me parecía irreal que estemos otra vez en un punto donde nos mostremos algún tipo de afecto, aunque sea el mínimo.
él pasaba la mayor parte de su día con julieta y yo con nacho, no nos hablábamos, si lo hacíamos peleábamos.
marcos había tomado la decisión de que todo sea así. me dolía, a veces el dolor era menor pero otros días me mataba por dentro.
pero más me mataba estar lejos suyo, habíamos creado un vínculo precioso, nos sentíamos cómodos el uno con el otro y eso era algo que no iba a encontrar con ningún otro participante, tampoco quería hacerlo.
- se que te lastimé y te juro que esa nunca fue mi intención, te prometo que voy a aclarar todo lo que me pasa, voy a trabajar en mi para después poder avanzar. tampoco te pido que me esperes, se que tenes algo ahí con nacho pero quería que sepas que sigo estando acá - dijo mirándome a los ojos, los míos se cristalizaron, a pesar de haberlo hablado con varias personas nunca me había abierto completamente sobre el tema a él, me daba pánico
- tampoco quiero que te fuerces, es lo que sentis y aunque me encantaría cambiarlo no puedo. no te voy a mentir, me sigue doliendo todo esto, más que nada porque me dijiste una cosa y al final fue otra - dije con la voz quebrada pero ninguna de las lágrimas salió de mis ojos, él estaba igual que yo
a ambos nos dolía la situación.
- me arrepiento un montón de eso, yo no soy así, pri. por eso te digo, voy a aclarar todo lo que me pasa y cuando lo haga te voy a ser completamente sincero
asenti ante aquello, nos quedamos en silencio unos minutos más. estábamos más que nada asimilando que a partir de aquel momento comenzaba nuestra historia o terminaba todo definitivamente.
yo estaba muy asustada.
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feliz año !!!
muchas gracias por el apoyo que esta recibiendo esta fic, recuero que cuando comencé a escribirla no había ni una del primo y ahora hay un montón, eso me hace muy feliz
¿que les esta pareciendo?
¿un poco más de caos o vuelven a ser la colo y el primo inseparables?
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amor en juego | marcos ginocchio
Acakel encierro paraliza, confunde, disgusta y asusta. entre aquella mezcla de emociones ¿se puede encontrar el amor? prohibida la copia y/o adaptación.