La mansión Disney hoy se encontraba más llena que nunca, ¿la razón? Una gran fiesta se estaba celebrando en este momento.
Más precisamente una fiesta de fin de año. Por lo cual, la familia Disney había invitado a gran mayoría de toons, colegas de televisión y otros cuantos toons amigos fuera de la pantalla grande a festejar el año nuevo. La música no retumbaba en las paredes, pero igualmente se hacía de sonar en gran parte de la mansión y habían muchos que disfrutan de ella bailando en el medio del salón, después habían otros que preferían disfrutarla sentados y bebiendo algo, quizás también a la vez que charlaban con algún que otro colega.
El mayor de los hermanos Disney hacia esto, charlaba junto a su hermano menor Mickey y la esposa de este en una mesa del fondo mientras bebían un poco.
Oswald mentiría si dijera que estaba al tanto de la conversación que mantenían su hermano y cuñada, ya que en realidad su mente y vista viajaban por el enorme salón en busca de un toon en específico y al cual no veía por ninguna parte, lo cual se le hacía extraño ya que este no le avisó que se fuera a ir de la fiesta o algo parecido.
—¿Holaaa? Tierra llamando a Oswald~ —Minnie agitaba su mano enfrente de la cara del conejo, buscando captar la atención de este, cosa que finalmente funcionó y Oswald salió de sus pensamientos. Estuvo unos segundos observando a su hermano y cuñada antes de decir algo.
—¿Qué sucede? —Fue lo único que atinó a decir ante la mirada curiosa de ambos ratones.
—¿Cómo qué "qué sucede"? Llevas como 20 minutos en silencio y mirando hacia todos lados. Estás muy distraído, ¿algo te incómoda? — Preguntó su hermano. Oswald negó con la cabeza a la vez que acercaba su vaso a sus labios para beber un poco y no mirar al roedor, quién seguía observándolo con curiosidad.
—¿Distraído? Pareciera más como si buscase a alguien —Comentó con cierta afirmación la de lazo rojo. Oswald abrió sus ojos con algo de sorpresa.
—¡Oh no, no, no! Es sólo que estoy algo cansado de ver tanta gente. Creo que necesito salir a despejarme un poco... —Explicó con notorios nervios, a la vez que se levantaba y acomodaba un poco sus ropas.
—Como tu prefieras, hermano —Sonrió Mickey, viendo como su hermano le devolvía el gesto y se despedía antes de irse.
Mientras caminaba observaba hacia todos lados, en busca de aquel felino sin mucho éxito. Volvió a desbloquear la pantalla de su celular y una ve más marcó y llamó el contacto de Félix. Y una vez más volvió a ser enviado al buzón de voz. Soltó un suspiro algo preocupado y cuando estaba apunto de marcarle al felino nuevamente, la silueta de uno de sus amigos se apareció enfrente suyo, obstruyendo su camino.
—¡Feliz navidad, amigo! —Casi que gritó un demonio de estatura algo baja antes de tirarse a abrazarle. Oswald algo sorprendido y a la vez confundido correspondió el abrazo.
—Navidad fue hace unos días, Bendy... Esta es la fiesta de año nuevo —Le aclaró al contrario a la vez que se separaba de este, el cual solo abrió los ojos con algo de sorpresa.
—¡Feliz año nuevo, entonces! —Volvió a sonreír con emoción. Oswald rió un poco entendiendo que su amigo quizás estaba algo pasado de copas.
—Todavía es 31, faltan varios minutos para que ya sea año nuevo, Ben —Rió el conejo.
—Oh, ya entiendo... —Algo avergonzado soltó una risa— Creo que estoy algo desorbitado, lo siento —Sonrió mirándolo.
—Me doy cuenta de eso —Se burló el de mirada azulada. Bendy rió y se despidió torpemente antes de intentar irse, pero el brazo de Oswald sobre su hombro se lo impidió— ¡Espera! Antes de que te vayas, ¿de casualidad has visto a Félix?
