• Nieve ensangrentada • (BL / Yaoi)

Capítulo 6 - Algo falso

Oliver POV

Despertar en el sillón de la sala no es algo muy cómodo, menos teniendo en cuenta que tomé bastante y la cruda ya me estaba pegando.

Toda la sala estaba hecha un desastre, charcos de cerveza, vómito, familia desmayada.

Después de comer algo y tomar agua, fui a revisar a Darío, sabía que el ambiente de los adultos no le agradaría demasiado.

Vi a Darío plácidamente dormido, y lo iba a dejar descansar un poco más, porque el reloj marcaba las 10:30 a.m., pero el me sorprendió al despertarse.

– Buenos días, Darío –

– Buenos días – lo vi queriendo levantarse, no pudo, así que se sentó al borde de la cama.

– ¿Cómo te sientes? – tal vez me pasé un poco al quebrarle las dos piernas.

– Bien – y hasta ahí llegamos.

– ¿Hay algo que quieras hacer hoy? –

– Vamos con la doctora y qué me recete medicamentos –

– Ya sabes que no puedes salir, no nos vamos a arriesgar – le dije con un tono de burla que solo lo hizo enojar aún más – perdón... pero ella es la que vendrá aquí, no hay de que preocuparse que todos sus instrumentos de doctora estarán aquí –

– ¿Algún día podré salir? – no le quería prometer nada porque su actitud no ha sido la mejor, pero su cara manchada por lágrimas era algo de lo que más me destrozaba el corazón.

– Sí... pero sólo si no te invade la rebeldía –

– Espero ser... espero poder salir algún día – creo que me iba a decir que esperaba ser quien yo quería que fuera, pero no quería alborotarlo.

No había mucho más que hacer por el día, ya la casa estaba limpia y eran las 11:00 a.m.

Si no le hubiera quebrado las piernas a Darío, lo hubiera sacado a pasear, pero era poco probable.

Toda mi familia ya se había ido, eran las 12:00 p.m., y de pronto, alguien llamó a la puerta.

– Buenas tardes, chico, necesito pasar a revisar tu hogar – algo no andaba bien.

– ¿Se puede saber por qué, oficial? –

– Se nos informó de alguien desaparecido que puede estar aquí – ya todo tenía sentido.

– Oh, bueno, en ese caso, le recomiendo empezar por los cuartos –

Darío estaba en serios problemas, lo bueno es que al llegar a mi cuarto tenía el mismo mazo con el que le había hecho daño a mi hombre.

– Como lo sospechaba... –

– ¡¡Cuidado!! – si Darío supiera...

– ... – el oficial cayó noqueado al piso cuando le di un golpe en el cráneo con el mazo.

– Esto es lo que le va a pasar a todo aquel que trate de separarnos, Darío –

Con el mazo comencé a darle muchos golpes en la cabeza al policía hasta que se vio su cerebro todo molido por el suelo.

Dario estaba sin palabras, además de que había vomitado por el asco, no sería buen enfermero si no puede aguantar cosas como esta.

Le pedí al equipo de limpieza que se encargarán del desastre y a los empleados de papá que se hicieran cargo del resto.

Cuando por fin estuve a solas con Darío, fue cuando realmente pude ver el miedo en sus ojos, hasta se veían rojos por tanto llorar del terror.

– No me hagas nada, por favor... – se cayó de la cama el idiota y se lastimó, además de que lo pude acorralar en la pared.