-- Valkiria // Rubegetta - Spruan

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Al escuchar la explicación del chico con cabello negro y orejas del mismo tono todos quedaron en un completo silencio.

La atmósfera se había tornado pesada y un pequeño sesgo de miedo recorrió el cuerpo de los cuatro recién llegados. Se podía notar en sus miradas, que aquella parte de la historia no les parecía lo suficientemente satisfactoria del todo.

—¿Qué significa reaparecer? –

Aquella chica que les había informado sobre el nombre del lugar en donde se encontraban, ahora los miraba con incertidumbre debido a que era la primera vez que escuchaba aquella palabra en una oración con respecto a la muerte.

Y bien, los cuatro estaban acostumbrados a que, en sus mundos, la muerte como tal no existía a no ser que fuera un caso especial, siempre podían reaparecer cuando estos sufrían una caída desde muy alto o cuando eran boberías donde se ponían bombas entre sí.

Siempre, en todas y cada una de las veces ellos volvían a sus casas.

Y ahora, se encontraban en un mundo donde si morían, no podrían regresar a su casa y lo peor, quizás no podrían volver a ver a aquel que tenían al lado.

—Es un... es algo complicado de explicar... disculpa, ¿Cómo te llamas? – preguntó Samuel acercándose a la chica.

La mujer retrocedió unos cuantos pasos y puso su arma frente a ella para servirle de defensa, después de todo no conocía a ninguno de esos chicos.

Samuel al notar que la chica se sentía amenazada, extendió una de sus manos instintivamente para proteger a aquellos que estaban a su espalda mientras levantaba la otra en señal de rendición.

No iban a hacer nada.

—Tranquila, no buscamos hacerte daño, ni siquiera tenemos armas – anunció aquel de ojos amatistas.

Su respiración era un tanto quebradiza, se sentía nervioso porque no tenía ninguna herramienta que pudiera serle útil en caso de que una pelea se desencadenase.

La chica se calmó un poco, pero se podía notar su posición de defensa aún presente, esperando a que fuese atacada por esos cuatro individuos.

"Instinto de supervivencia"

—¿Cómo te llamas? – preguntó Juan intentando acercarse.

El chico de lentes fue detenido, tanto el cómo Rubén se encontraban detrás de Spreen quien a su vez estaba a un lado de Vegetta.

No, no era porque eran los más grandes, o los más "machos alfa" del grupo. Era simplemente porque sabían que ellos dos eran los más experimentados en lo que a ataque y pelea se refería, por lo que habían tomado instintivamente el rol de "cuidar" a quienes los acompañaban y eran menos hábiles.

—Mi nombre es Mayichi – dijo la chica sin quitar una expresión neutra de su rostro.

El ambiente se seguía sintiendo tenso, ninguno sabía que podría pasar, pero estaban preparados para fuera lo que fuese a ocurrir.

—Mucho gusto Mayichi, yo soy Vegetta – dijo el azabache sin mover más que su boca.

La chica fue bajando poco a poco aquella extraña espada tipo lanza hasta dejarla nuevamente apoyada contra el suelo, tomándola con su mano derecha y observando los rostros de esos cuatro chicos.

—Nosotros no sabemos qué hacemos aquí – continuó Vegetta mirando hacia los que estaban detrás suyo – y no sabemos cómo irnos –

—¿Irse? – preguntó la rubia chica.

Samuel asintió con la cabeza reafirmando que su intención en esos momentos, y lo única que buscaban, era irse de aquel lugar y volver a donde pertenecían.