Después de la fiesta navideña tocaba la planeación del festejo de año nuevo, todos estaban nostálgicos por ello, tener que despedir un año a veces resultaba difícil.
Alois había ido a la panadería de Bard en busca de Ciel, este con apesar lo acompañó hasta el parque, esta sería una oportunidad perfecta para que ambos pudieran darse formalmente sus regalos de navidad, de todos modos aún era veinticinco de diciembre.
-Si me sigues sacando del trabajo me van a correr.
-Pfft, claro que no. No lo permitiría. Pero no hablemos de trabajo, necesito que cierres el ojo.
-¿Es en serio?
-¿Por qué no hablaría en serio?- A regañadientes el peliazul obedeció y esperó un par de segundos.
-Ya puedes ver.- Al abrirlo pudo ver enfrente suyo una caja morada con listón verde, acompañada de una notita con la firma de Alois y un corazón.
Deshizo el moño de listón y abrió el regalo, dentro pudo ver una bella capucha azúl, era de esas calientitas que te ayudaban a soportar el frío invierno.
-No era necesario...-¿Bromeas? ¡Estás hecho un hielo!, estás helado todo el tiempo pero dices no tener frío, ahora al menos puedes usar eso para venir a trabajar.- El mayor lo pensó, en realidad tenía razón, quizás se había acostumbrado a lo frío que era su hogar.
-Gracias. Yo también te tengo un obsequio.Sacó una pequeña cajita azúl cielo con un listón rojo, cosa que alertó al príncipe.
-Hey, ¿es pronto para pedirme matrimonio, no?- Ciel soltó una risita y observó como el contrario abría la cajita con cuidado.Había un llamativo anillo azúl dentro.
-¡Ciel Phantomhive no era en serio!
-¡Claro que sé eso...! No es de compromiso.- Dijo, y casi se da una bofetada al darse cuenta de que estuvo a punto de llamarlo "idiota".
-En realidad estoy preocupado, no me malinterpretes Cielito, ¿pero dónde y cómo lo conseguiste?- La cara del mencionado se sonrojó a más no poder, curiosamente no sabe si fué por haber sido llamado "Cielito", o por la pregunta que se le hizo.
-¡Estoy ofendido ahora!
-No,no,no. No lo decía por algo ...clasista o algo así, pero, ahg. Tu sabes a qué me refiero.- Se defendió nervioso, claro que no lo había dicho con mala intención, pero le daba curiosidad.
-Lo compré en una joyería de mi pueblo completamente legal. El chico que me lo ha vendido me debía un favor y conseguí que el precio se adaptara a mis posibilidades.- Respondió apenado.
-Es adorable de tu parte, Cielito.- Se acercó al peliazul y se puso un poco de puntitas para depositar un beso adorable en sus labios, el cuál fué correspondido al instante.
-En realidad, me gustaría visitar tu casa, quizás conocer a tus padres...
-¿Qué demonios?
-¿Qué?
-¿No lo sabes?- Ciel soltó una risa, a decir verdad parecía loco pero no lo pudo evitar.
-¿No sé qué?-Alois soy huérfano.- Bien, ahora el rubio no sabía si reír o llorar.
-¡Santa mierda, perdón!-En realidad me dió gracia, por satán...soy despreciable.- Soltó otra pequeña risa, pero eso calmó al príncipe un poco, si hubiera hecho sentir mal a su enamorado no se lo perdonaría jamás.
-En realidad creí que Sebastián era tu padre, o tu niñero, o algo así.- Confesó, con claras intenciones ocultas de saber qué había sucedido con los padres de Phantomhive.

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Haunted
FanfictionAlois Trancy es el príncipe de un reino que no quiso gobernar, la soledad y emociones que nunca supo comprender lo consumen, lo hacen sentir en el infierno. Ciel Phantomhive es un chico humilde y amargado del reino vecino que termina coincidiendo co...