❀Cuando dos personas que se quieren, chocan, no se mezclan, se rompen❀
André Breton.
Fin de año...
—¡Ronnie! —mi madre me llama desde la planta baja —. Vicky ya está aquí.
—¡Voy mamá!
Vicky y yo habíamos acordado pasar fin de año en una de las discotecas más prestigiosas de la ciudad; y quién dice Vicky y yo dice la universidad completa, puesto que este año habíamos acordado alquilar la discoteca especialmente para esa fecha. La verdad no soy de salir mucho, no soy como la mayoría de chicas de mi edad y no es que sea una aburrida pero prefiero millones de veces estar en la comodidad de mi habitación.
—¡Ronnie! —esta vez mi mejor amiga alza la voz —. Venga que llegamos tarde.
Arreglo los últimos detalles de mi outfit y salgo de mi habitación camino hacia el salón donde me esperan mi madre y mi mejor amiga.
—¿Lista para romper corazones? —bromea Vicky sonriendo.
—Mi hija no rompe ni un plato —me defiende mi madre.
Sí, claro.
Mi mejor amiga y yo nos dedicamos una mirada cómplice antes de estallar en risas. Mi madre nos mira confundida y finge estar enfadada.
—Iros antes de que cambie de opinión.
—Sí Vicky, mejor nos vamos antes de que mi adorable madre deje de ser adorable y se convierta en una fiera —bromeo dándole un codazo en el costado a mi mejor amiga para luego reír.
—Fiera ya es —se une mi padre a nosotras —. No os dejéis engañar por esa carita de ángel, las apariencias engañan.
Mi madre se sonroja por la mirada pícara de mi padre.
—Dato que no me interesa saber —aclaro —. Acabas de cambiar la imagen de madre santa que tengo.
—Si santa es. Cómo que hace maravillas de rodillas.
—¡Ian! —le riñe mi madre y todos reímos.
Mis padres son los mejores del mundo, no pude haber tenido unos mejores que ellos. A pesar de los años es increíble ver como su amor aún sigue tan pasional como era de joven. No me canso de escuchar como se conocieron y cómo pasaron por obstáculos muy difíciles y aún así siguen aquí, juntos y con el producto de su amor frente a ellos, o sea yo.
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¡No toques mi Diario!
Novela Juvenil-¡Devuélveme mi diario, idiota! -espeto molesta frunciendo el ceño. -¿No te ves grandecita ya para tener un diario? -Es mi vida y hago con ella lo que quiero -me acerco para arrebatarle lo que me pertenece pero lo eleva aún más alto. Dirán lo que...