capitulo 5

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Sebastian

Estaba acostado placidamente en mi cama y acomode la almohada para seguir pagando el ojo, todo el día durmiendo que más.

Pero en eso escucho la voz de David

— hermano — me tocó la cabeza fuerte.

Intentaba abrir los ojos pero estaban pegados a mi rostro y no había forma de abrirlos. En eso escuche la voz de mi madre.

— es imposible despertarlo a esta hora– hablaba en voz alta.— Tengo la solución.
— ¿que vas a hacer? —Pregunto David entre risas.

Me acomode para seguir durmiendo tranquilo, pero en eso siento como el agua helada mojaba mi cabeza y mi cama así que me levante asustado y me movi y caí al suelo.

— ¡Mamà! —  le reclame y puse mis manos en el suelo para levantarme.
– Lo siento cariño— respondió entre risas— es que si no es imposible despertarte hijo.

— si hermano, tienes tu primer día de tu nuevo trabajo.

Me pare ya en boxer y me flote los ojos con las manos bostezando, apenas podía mirarlos.

— ¿que día es hoy? ¿Que hora es?
— lunes y son las cinco de la mañana — respondió mamà agarrando mi camisa.
— la miré sorprendido— ¿que? Están locos.
— vamos se hace tarde— mamà salío del cuarto.
— hermano— David estiro su mano riendose— acá está tu currículo.
— Agarré y lo miré bostezando— ¿y como sabes que va a funcionar?.
— tranquilo yo se lo que te digo.

David salío del cuarto a la risa y yo me puse la camisa, el jean y me prendi el cinturón, luego fui hasta el baño, me cepille los dientes y me lave la cara, me miré al espejo y solté un pequeño suspiro y agarre mi perfume favorito.

Después de unos minutos, salí a la cocina con la camisa desprendida y mamà estaba poniendo la mesa, me acerque y le di un beso en la frente

— Te quiero viejita— le di otro beso.
— me abrazo fuerte— yo también mi niño— mientras me acomodaba la camisa.

David nos miraba sonriendo mientras se hacia una tostada
— cuanto amor— con la tostada en su mano.
— hijo tienes que prométeme que vas a dar todo de ti en este trabajo— me prendio la camisa.
— suspire y solté el aire de golpe— lo voy a intentar.
— estoy orgullosa de ti, que puedas cambiar de vida, de esa mierda hijo— me abrazo.
— Ya tengo que irme mamà— dije agarrando mi mochila.

Salimos de casa agarramos la bicicleta y nos dirigimos con David a la oficina que quedaba a una hora de casa.

Martina

Como todos los días me levanto muy temprano pero esta vez, recibí una llamada de Rodrigo que estaba en el aeropuerto así que le avise a caro para ir a un café a desayunar y después ir a la empresa, llegamos y nos sentamos

— hacia rato que no nos tomamos un cafe juntas amiga — dijo con una sonrisa en su rostro.
— le devolví la sonrisa— lo se, he estado muy ocupada con el trabajo.
— hoy llega Rodrigo ¿no?

El mozo nos interrumpio para dejarnos el menú
— gracias— Agarré la carta y mire al mozo — yo quiero solo café.
— yo igual— respondió caro.

El mozo se fue y nosotras continuamos charlando.

— te casas en tres meses amiga.
— suspire— si lo se y Rodrigo lo conozco desde hace años, mis padres lo aman
— caro me miro a los ojos— lo importante es que lo ames tu, es un pasó  muy importante casarte ¿estas segura?
— me acomode el pelo– espero sea la decisión correcta.
— amiga lo importante es que seas feliz.
— Le Agarré la mano— ¿sigues buscando trabajo?
— asiente con su cabeza— así es
— pues el trabajo de Secretaria sigue libre, por si quieres
— caro puso una gran sonrisa— acepto.

Besos clandestinos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora