AÑO NUEVO EN LA OFICINA [MESSI X OCHOA]

Capitulo único

La época de navidad y año nuevo era bien recibida por la mayor parte de la población mundial debido a que en muchas ocasiones la familia y amigos se reúnen para celebrar y convivir.

Eso formaba parte de los planes de cualquier mexicano promedio.

Pero para Guillermo Ochoa eso había quedado descartado cuando su jefe, por sus huevos, le había dicho que debía de quedarse trabajando el 31 y 1 debido a que debían de terminar la documentación correspondiente para el primer pedido del próximo año y debía quedar listo.

— ¡Feliz año nuevo! — sus compañeros Guardado y Lainez se despedían felizmente de los demás y de él.

— Que culero que tengas que quedarte, wey — Diego intentó darle ánimos mientras guardaba su laptop.

— Chinguen a su madre. Ustedes no tienen que quedarse con el viejo cascarrabias — Musitó Ochoa frustrado. Estaba cansado, no había estado durmiendo bien y lo único que quería era llegar a casa a ver una serie mientras comía felizmente la cena que su madre había preparado.

— Ánimo, no puede ser tan malo — Guardado dio sus últimas palabras antes de marcar su salida.

Todo fue en vano.

El jefe tenía un humor de mierda.

Lionel Messi era alguien que era difícil de complacer y leer.

— Está mal, corrigelo y me lo traes de nuevo — Apenas había tomado los documentos cuando esas palabras salieron de su boca.

"Hijo de tu puta madre"... — Claro, señor. — Con una sonrisa falsa recogió todo — ¿Qué parte exactamente quiere que cambié?

— Leelo y nota donde está el error.

"Lo voy a matar" — Entendido, vuelvo en unos minutos.

Realmente Messi no había leído una mierda, el único motivo por el que quería a su asistente ahí era porque le gustaba.

No sabía exactamente cuando empezó la atracción pero cuando se dio cuenta, se encontraba a sí mismo mirándolo, examinando sus piernas, su cara y sus rizos... Todo escalaba a que por momentos se lo imaginara subiendo a su escritorio... sus piernas, bajo el escritorio...

Intentó despejar su mente buscando una de sus botellas de alcohol que tenía.

No era fan pero tenía que buscar una forma de distraer su mente de los pecaminosos pensamientos que llegaban.

— Le traje de nueva cuenta los documentos — La voz sexy y molesta de Guillermo lo distrajo de tomar su segundo vaso.

A diferencia de hace unos minutos, se detuvo a leer cada palabra detenidamente aunque de reojo apreciaba la cara molesta de su guapo secretario. El documento estaba excelente así que no tenía motivos para rechazarlo pero...

— Bien, continua con el que sigue pero esta vez hazlo desde aquí.

— ¿Algún motivo en específico?

— Quiero vigilar que no estés perdiendo el tiempo — Respondió con simpleza haciendo que Guillermo mostrará nuevamente una sonrisa que sabía perfectamente era falsa.

— Como usted ordene.

Guillermo salió únicamente para volver con su laptop en mano.

Estaba tan enojado que ni siquiera pidió permiso y se sentó en el pequeño sofa que su jefe tenía en su oficina.

Redactaba la documentación mientras en su mente le mentaba la madre de todas las maneras que se le ocurrieran sin notar que estaba dejando salir su evidente molestia.