II

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—Anian hola ¿cómo estás? —saludó Erick que se encontraba en la puerta de mi casa.

Hace dos minutos que escuché que tocaban la puerta, estaba en el baño así que me apresuré y cuando abrí lo vi a él, mi amigo querido.

—Bien Erick, pasa —me hago a un lado y él entra.

Tiene puesto un pantalón de mezclilla, una camisa azul y sus tenis blancos, de su espalda cuelga su mochila y la deja en el sillón.

Erick es un chico solo un poco más bajito que yo, su piel es morena, su cabello siempre lo lleva corto y es un poco rizado, sus ojos son café muy oscuro, casi tirándole al negro, es delgado pero tonificado, también está en el equipo de fútbol de la escuela, pero en ocasiones no va, se toma sus libertades por ser muy bueno.

—Bueno, vayamos a hacer la tarea —digo y él me abraza primero, siento mi cuerpo tensarse, pero después me relajo un poco y me siento feliz.

Lo abrazo también yo y siento como mi corazón se acelera un poco, él me a abraza por mi cintura y yo, de manera inconsciente pongo mis manos alrededor de su cuello, me doy cuenta de mi error y las bajo enseguida, un momento después, Erick rompe el abrazo.

—Deja solo saco lo que voy a necesitar para hacerla —dice y comienza a buscar en su mochila.

Yo lo dejo buscando en su mochila y me voy a la cocina, me siento en la mesa donde ya había puesto mis cosas y comienzo a revisar lo que tengo que hacer hoy, no es mucho así que me siento tranquilo, lo bueno de todo esto es que voy a salir antes de vacaciones.

—Listo —dice Erick entrando en la cocina y poniendo sus cosas en la mesa, toma asiento frente a mi—. Ahora si podemos comenzar.

—Así es, lo bueno de estar en el mismo salón es que tenemos la misma tarea, si te trabas en algo puedo ayudarte —le digo y comienzo a leer un párrafo de mi libro.

—Muchas gracias Anian, pero creo que puedo solo —dice y me sonríe, me pongo nervioso.

—Bueno, yo solo te estoy ofreciendo mi apoyo, comencemos —y nos ponemos a hacer nuestra tarea.


°°°


Dos horas y media después ya hemos acabado, Erick me decía que no necesitaba ayuda, pero en ocasiones solo mordía la goma de su lápiz o pasaba su mano por su cabello, yo solo lo veía de reojo hasta que una vez me pico una costilla con el lápiz y llamó por completo mi atención.

—¿Sucede algo? —obvio ya lo sabía.

—Sí, es que no entiendo aquí ¿podrías ayudarme? —dice nervioso.

—Te dije —suelto un suspiro—. Pero veamos en donde te atoraste.

Y así se fue el tiempo, siempre que convivo con Erick me siento muy feliz y, aunque sea solo para hacer tarea es muy lindo...

¡Oh vamos Anian, pero que cosas dices!

Ambos ya estamos recogiendo las cosas de la mesa para guardarlas en nuestras mochilas.

—Gracias por ayudare Anian, a veces soy un poco difícil —dice recogiendo su última libreta.

—No digas eso, solo está bien pedir ayuda a veces —digo y le guiño un ojo, él solo me sonríe y me hace sentir feliz.

Salgo de la cocina directo a guardar mis cosas, Erick me sigue y él se queda en la sala, yo me voy a mi habitación a dejar todo.

Tomo mi tablet y cuando salgo veo que Erick está sentado en el sofá, tiene una pierna sobre la otra y está revisando su celular, tiene una gran sonrisa en su rostro.

Un Amor ¿Fallido? I (Gay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora