𝕀
Como cada noche, él se abandona en la magia onírica, baja el telón y la función empieza.
De nuevo los dragones danzan, entre las nubes de un cielo gobernado por la tempestad, la luz de los astros exhiben las siluetas de aquellas criaturas vastas y míticas.
El mundo curioso puede observar, pues se le impide a la noche robar la escena; Música es la tormenta que los guía a su destino, es el cazador y la presa codiciando al otro.
Es así entonces que entre esta confusión el sueño se distorsiona, es ahora cuando ambos jinetes se miran por ultima vez; lo único que puede registrar el soñador, el mismo que guía al monstruo mas grande, son esos ojos que lo absorben como él lo hace con su dragón, todo se esfuma; no hay aplausos. Solo un grito que se niega al resultado del amor manchado con odio.
Y la obra termina.
"Yo te conozco, creo que de un sueño
Es imposible me dijiste no te creo".-Edgar Oceransky
«Se escapo de mis sueños» fue lo que pensó cuando lo vio, ambas miradas se encuentran bajo el cielo radiante, esta vez; en otro escenario, donde no hay tormentas ni dragones o sangre enemiga imitando a la lluvia caer. Aquellos ojos verdes se clavan en su rostro, los encuentra indagando en cada segundo que sus pupilas insisten en él.
La mirada intensa lo irrita, su ojo derecho recuerda un dolor fantasma que lo obliga a romper el enlace en el momento que desliza la punta de sus dedos en una línea recta sobre su faz.
Intenta calmarse, piensa que suele ser una persona tranquila, pero esto, esto se escapa de su entendimiento, las pesadillas que simulan recuerdos recurrentes, ahora lo confunden y no se cree capaz de distinguir si le pertenecen, si se mantiene cautivo dentro de sus sueños, pues parecen hacer eco en su vida aun despierto.
Ahora lo siente cerca, un cuerpo solo una cabeza debajo de él; con ojos traviesos dispara.
—Hola—. su voz lo atraviesa, lo ve esperar una respuesta que tiene la intención de no llegar.
No es que quiera dejarlo así, mordiéndose los labios entretanto juega con sus manos para probar dormir la ansiedad, quiere replicar sin embargo solo puede quedarse ahí, de pie admirando cada detalle de aquel rostro, de la bonita nariz y el espejo que son sus ojos.
—No me dejes así —sus cejas se tuercen, después su boca pequeña se estira.
—Estabas mirándome ¿No?Hace un gesto extraño jugando al desentendido —¿Qué te hace pensar eso?
Él ignora el tono que considera leso, las mejillas redondas y coloradas resaltan en esa sonrisa que le da —Bueno, ambos lo hicimos - Y si te interesa me llamo Elliot.El nombre hace eco en su pensamiento, sabe que si revela el propio, firmara un pacto entre los dos y así lo hace. —Ewan—Dice y sus labios se elevan en el pico de una sonrisa apretada. Se mantiene erguido mientras lo observa desde abajo. — ¿Por qué estabas mirándome?—Suena defensivo pero con notable interés.
—Creo que te conozco, no sé de dónde. Tal vez ¿Eres alguien del pasado?
«A ti también te pasa igual»
—Soy.
— ¿Lo eres?—Hmm—Asiente. —Te vi en mis sueños, No... —Se corrige—Era más como una pesadilla—. Hay curiosidad en quien lo escucha.
—¿Pesadilla? — Repite.
—Sí. No hay un bonito final— Un suspiro escapa.—Suenas triste.
—Lo estoy en mis sueños—, Elliot le cree.
—¿Razón?— Pregunta.
—Tu— respuesta.—¿Te hago daño?
—Lo haces—. Cierra los ojos, el trágico final lo lastima cuando recuerda.
—Perdón...— Deduce que debe disculparse.
—Y yo a ti— Confiesa.
—Es solo un sueño— Intenta calmarlo.
«No lo fue»
Sin embargo no lo dice, hay secretos que las almas mantienen para sí mismas. Tal vez Elliot no lo entienda. El pasado, aquellos personajes que interpretaron, el guión de entonces, todo estaba en su contra, pero ya no lo esta, ya no los rigüe; Tal vez, esta es una nueva historia, otra oportunidad.—Lo es— se convence.
Ewan le regala una sonrisa por primera vez y Elliot lo imita, el tema se queda atrás, se concentran en conocerse de nuevo, en intercambiar miradas, vivir experiencias y florecer sentimientos. Los días pasaron y los sueños recurrentes fueron cesando, incluso Ewan los llevo al olvido.
Elliot nunca le conto de su propia versión, cuando cerraba los ojos y caía en un sueño profundo, ahí estaba él; clavándole un solitario ojo purpura, atrapado en la telaraña de esos cabellos blancos que enmarcaban su cruel rostro, montado en un enorme y viejo dragón. Con aires de un príncipe canalla decidido a seguirlo hasta el fin del mundo.
Cuando lo encontró fuera de sus sueños, él creyó que fue así.
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Dragones Destinados (LUCEMOND WEEK 2023)
RomanceOne-Shot sobre Lucerys Velaryon y Aemond Targaryen. El destino siempre conecta a amantes o enemigos. (Lucemond week 2023) Día 1 .- Reencarnación