JAIDEN ONE-SHOTS.

Descosido.🧵

"Catástrofe", que palabra más interesante.

La repentina salida de Karol los había dejado a todos bastante atónitos, pero el tener que expulsar a alguien más en el mismo día aumentó el estrés de los campistas.

Para fortuna del influencer y el e-boy, la mayoría había votado por Ally, dejándoles a salvó por una semana más.

Oliver había convencido a la presentadora de otorgarles a los campistas algo de chocolate caliente, y como esta trataba de ser complaciente, aceptó.

Todos se hallaban en el comedor, había un ambiente muy cómodo y relajado, algo así como la calma después de la tormenta...o antes de esta.

Pero Aiden no se sentía bien, al menos no como para convivir con los demás por lo que abandonó el convite en silencio.

La preocupación y una amarga opresión en su pecho aquejaban al de cabellos teñidos, se sentía culpable por lo sucedido con Karol, incluso si ella le estaba engañando para poder expulsarlo con mayor facilidad, el que se haya lastimado una pierna terminó por darle un fuerte dolor en el estómago, no importaba cuánto se lo mereciera, la idea de provocarle dolor a alguien a propósito le golpeaba con agravio.

Pues nunca fue asiduo a comportarse de forma ominosa al rededor de los demás y menos ser crapuloso al respecto, por esto mismo se percibía diferente, sucio.

Lo cierto es que las palabras de James le habían calmado un poco, pero siendo tan paranoico y sensible como lo es, tal paz no se quedaría mucho tiempo a su lado.

No dejaba de pensar en sus acciones, él no era así, o al menos, no quería ser así. Jamás le gustó la idea de lastimar a los demás, él bien sabía lo que era ser herido.

Herido.

Nadie quiere ser herido, y hasta dónde él sabe, nadie debería herir a los demás; sintió como si pequeñas agujas se incrustaran en las palmas de sus manos, el frío no fue impedimento para que comenzara a sudar.

El aire no le brindaba oxígeno solo una sensación de resequedad en su garganta, y un helado toque en su nariz.

Visiones borrosas de los primeros años de su vida le susurraban en el oído, rememorando la época en la que imploraba por ayuda, pero su llanto sólo era escuchado por las paredes.

Tanto tiempo había pasado, años, meses, semanas, días, horas, segundos, no importaba, de todas formas siempre volvía al mismo lugar, esa pequeña casa de dos pisos, pintura de un glauco pistache, puertas cerradas; de repente el aire se volvió pesado.

¿Porqué...porqué sucedía esto?

¿Porqué su consciencia se negaba a olvidar?

Estaba pensando en lo sucedido hace unas cuantas horas, ¿En qué momento se desvío su tren de pensamiento?

"-Más te vale hacer algo con tu vida-" mamá.

"-Eres todo lo que me da asco de mí mismo-" papá.

Se dió un golpe en la frente tratando de callar esas voces en su cabeza.

Pero no funcionó.

"-Ella es la más estúpida de la clase, si se juntan con ella serán igual de tontos-" una maestra.

"-Estás enferma, eres una aberración de dios, si no puedes curarte, te irás al infierno-" un doctor.

Oh claro, las palabras de Karol, por eso se sentía tan de la mierda, los insultos de la señora habían despertado viejos recuerdos en él.

"-Mi mamá me dijo que no me junte contigo porque eres lesbiana-" una niña.

"-Ella es la niña más fea del grado-" un niño.