Finalmente había llegado julio y había concluido su educación preescolar, sería una metira si no se dijera lo mucho que lloró Felix en su ceremonia de egreso, iba a extrañar en demasía a su querida profesora Sana, aquella mujer que le había dado el cariño que en aquellos cinco años de vida jamás había podido recibir, sin embargo, la profesora prometió que no se olvidaría de él si el prometía no olviarse de ella.
-- Te voy a extrañar tanto mi pequeño Felix --decía la profesora mientras una pequeña lágrima corría por su mejilla y tomaba entre sus manos las pequeñas de Felix-- Te prometo que siempre me voy a acordar de ti y aunque ya no nos veamos más, siempre te llevaré aquí en mi corazoncito y siempre estaré apoyándote en donde quiera que estés --dijo mientras señalaba su pecho y acariciaba con cariño la carita humeda del pequeño frente a ella-- ¿Está bien, mi niño?
-- Y-yo también la llevaré a-aquí --dijo con dificultad debido a sus sonoros sollozos mientras señalaba con su dedito su pecho en donde se encontraba su corazón-- e-en mi corazoncito profesora Sana.
Después de eso se abrazaron un buen rato hasta que la mamá de Felix llegó por él, ya que nuevamente, no había podido asistir a la escuela de su hijo por cuestiones laborales, eso lo puso aún más triste, pero tenía el consuelo de no volver a encontrarse con aquellos malos compañeros nunca más y mantenía la esperanza de que su amistad con su compañero Han Jisung siguiera a pesar de no ser conciente de la falta de cariño que tenía aquel pequeño hacia él, además que en toda la ceremonia ni siquiera se acercó para despedirse de él, por otro lado, Felix intentó acercarse toda la mañana, pero aquel niño parecía salir corriendo para evitarlo, haciendo que al final del día ni siquiera pudiera haberle dado el pequeño juguete que tenía como presente para regalarle y así, su amiguito lo tuviera para siempre en su corazoncito, así como Felix se juró a si mismo jamás sacarlo del suyo al ser su primer amigo.
...
Acababa de cumplir 6 años y su padre ni siquiera lo había felicitado, parecía que siempre estaba bastante ocupado con otras cosas, que nuevamente olvidó su cumpleaños, pero Felix lo entendía, él lo entendía... En cambio, su regalo había sido una nueva pelea, esta vez, porque su mamá se encontraba reclamado porque no le había traído un pastel si venía de fuera de casa por su trabajo.
-- Yo no pedí tener un marica como hijo, no tengo porque festejar algo que no debo --dijo en un murmullo mientras se sentaba a cenar junto a si hijo y esposa después de llegar de su trabajo, puesto que lo estaban esperando.
-- San, basta, no quiero discutir más sobre esto --pidió enojada su mamá-- ¡Te recordé hace una semana que sería su cumpleaños!
-- ¡No era mi obligación! --se defendió de igual manera él hombre-- Además no es mi culpa, sabes que todo hubiese sido mejor si desde un principio no hubiera nacido este estúpido niño, yo ni siquiera lo quería, así que deja de reclamarme estupideces Chae, ¿Para qué mierda quieres un estúpido pastel? --dijo antes de comenzar a comer-- Son gastos innecesarios además, no estamos para esas estupideces.
Escuchaba a su papá reclamarle a su mamá mientras cenaban los tres en la mesa, inmediatamente su labio comenzó a temblar, estaba cansado de que siempre las peleas que tenían sus papás fueran por culpa de él, todo el tiempo se gritaban cuando estaban juntos, y siempre que estaba él, parecía ser el intermediario de sus peleas, no les importaba hablar sobre él con él presente, siempre se trataba de él...
-- Lo ves, ya va a ponerse a llorar --reclamó mientras lo miraba de soslayo.
San siguió comiendo sin darle importancia a que se había puesto a llorar en la mesa.
-- Come Félix --le pidió su mamá al ver qué no había tocado su cena.
-- Perdóname papi... --susurró cabizbajo llorando-- ¡Perdóname por favor papi! --gritó llorando mientras volteaba a verlo suplicando su perdón.
San ni siquiera se disculpo al ver a su hijo en aquel estado, simplemente maldijo después de bufar y levantarse de la mesa rápidamente para irse a su habitación. Su madre simplemente lo miro con pena, pero tampoco dijo algo para consolarlo, así que terminó su cena y sin importarle que el pequeño aún no dejaba de llorar, se levantó y se fue igualmente a su habitación.
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🍂Chaewon había llegado tarde de su oficina debido a que había tenido bastante trabajo, así que al entrar a su casa, rápidamente se quitó los zapatos y tiró su bolso a cualquier lado para poder ir a su habitación a descansar, ni siquiera le importaba comer o cepillar sus dientes, se moría de sueño así que en el camino fue quitando su uniforme para llegar a su cama y simplemente dormir, pero sus planes fueron arruinados al escuchar un fuerte estruendo proveniente del baño que la hizo sobresaltarse.
Caminó con cautela hacia la puerta que se encontraba cerrada y esperando que no fuera algo malo, abrió la puerta, sin embargo, no sabía si decir que aquello que vió fue lo peor, o si hubiese algo que lo fuera aún más.
-- ¡Felix, no! --gritó mientras corría hacia el pequeño que se encontraba arriba de un banquito de baño con una navaja de afeitar de su esposo entre sus manos.
Felix sostenía la navaja pegada a su cuello a punto de deslizarla, de no haber sido que tiró algunas cosas del botiquín del baño y el ruido que esto provocó, habría cometido una desgracia.
-- ¡¿Qué te pasa?! --gritó furiosa mientas lo sacudía sosteniendo ambos de sus brazos-- ¡¿Estás loco?!
-- ¡Perdóname mami! --lloraba asustado el pequeño quien ya había soltado aquel objeto al ser sacudido con tanta brusquedad.
-- ¡¿Qué pensabas que ibas a hacer?! --volvió a saxudirlo y gritarle exigiendo una respuesta-- ¡¿Eh, Felix?!
-- P-perdón...t-todo sería mejor si yo n-no hubiera nacido, mami --respondió Felix mientras lloraba con aún más fuerza.
Chaeyoung se quedó un momento en shock, no podía creer lo que su pequeño hijo de seis años estaba diciendo, pero después recordó las palabras que su esposo dijo la noche anterior y abrazó con fuerza al pequeño sin evitar comenzar a llorar también.
No tuvo en cuenta el poder de aquellas palabras y se golpeó mentalmente, su pequeño iba a suicidarse por aquellas estúpidas palabras que habían parecido no tener importancia y que ella había decidido simplemente ignorar.
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❝ 𝙋𝙚𝙡𝙪𝙘𝙖𝙨 𝙮 𝙑𝙚𝙨𝙩𝙞𝙙𝙤𝙨 ❞
Historia Corta- Yo voy a pedir... -el pequeño estaba dudoso de decir lo que había escrito en su carta a Santa Claus. - ¡Seguramente Felix va a pedirle a Santa Claus pelucas y vestidos! Todos rieron pero él solo agachó la cabeza mientras se forzaba por no ponerse...