¡el trabajo práctico! - julián × enzo.

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era una mañana tranquila para todos en la escuela. julián estaba recostado en la mesa con su mochila en la silla de al lado. ya eran las ocho y su compañero de banco todavía no llegaba. no estaba preocupado porque enzo nunca llegaba puntual.

el profesor de geografía estaba copiando algo en el pizarrón y luego uno de sus compañeros comenzó a quejarse. era licha. –eh profeee, ¿cómo que mañana hay que entregar el trabajo práctico? ¿no era para la semana que viene?– julian abrió los ojos como plato luego de escuchar las palabras de su compañero. claramente no había preparado nada y si el no había hecho nada, enzo menos que menos.

–recuerden que este trabajo define si aprueban la materia o no, así que yo me podría a hacerlo ya.– el profesor era un forro, nadie lo quería. el viejo se sentó y se puso comer unas pepas de batata. que asco, pensó julián.

en eso escucha como se abre la puerta de golpe y entra un mono corriendo. corrección, no era un mono, era enzo que venía todo transpirado y sólo con la carpeta en la mano. –buen día mi amorrrr, me quedé dormido soñando con vos, por eso se me hizo tarde.– enzo se le acercó para darle un beso en el cachete y éste lo empujó.

–salí chamuyero sucio, estas todo transpirado.– enzo le sacó la lengua. –ya vas a venir a pedirme que te dé un beso, puto.– decía mientras tiraba la mochila de julián al suelo y se sentaba.

–eh mugriento, sabes que tenemos un problema, teníamos que hacer un trabajo de geografía. aunque seguramente vos ya lo tenes con el folio y todo, ¿no?– decía juli sarcástico. –eee sii, ¿querés venir a mi casa y lo hacemos?–

–hablamos del trabajo, ¿no?– decía julián con picardia mientras enzo entendía la indirecta y se ponía colorado y le golpeaba el brazo. –ya quisieras coger conmigo, no te dan los huevos cagón.–

–¿y por qué te pusiste colorado?– decía julián mientras le agarraba una de las mejillas al contrario. –sos un nene.– julián se reía.

la mañana pasó bastante rápido, juli estuvo molestando a enzo e intentaron hacer el trabajo pero lo único que lograron fue responder una de las veintidós preguntas que había. definitivamente estaban en el horno si no llegaban a terminarlo hoy.

salieron del colegio y se despidieron de sus amigos, algunos los re jodian, sabían que había algo entre ellos pero no confirmaban nada, era una relación extraña la que tenían. vivían a base de chamuyos, pero nunca pasaba nada más que eso.

la casa de enzo quedaba aproximadamente a veinte minutos del colegio, así que iban caminando. –enzo más vale que me ayudes con el trabajo, te juro que no voy a hacerlo yo solo esta vez. hay que ver como 2 videos de un viejo choto, por lo menos míralos vos y yo escribo.–

–que cagada, che. yo que tenia planeado no hacer nada hoy.– julián lo miró. –bah como siempre, ¿no?– enzo lo empujó. –que te haces vos, si tampoco haces nada, de pedo te levantas para ir al colegio.–

así fue todo el camino, se peleaban, se chamuyaban y se reían. eran raros.
en un momento sucedió algo extraño, más para enzo. julián le tomó la mano mientras caminaban, más allá de la sorpresa a enzo le agradó esa sensación. sus manos entrelazadas era algo nuevo para ambos, pero algo que querían repetir.

–sos re trolo julián, como te gusto eh.– decía enzo burlándose, aunque ya se estaba poniendo colorado. –me parece que el trolo sos vos, si te pones re colorado conmigo.– reía julián.

–es que el sol está fuerte y... y bueno, me quemo.– mentira, el sabía que era por julián y éste también lo sabía. pero enzo no lo iba a admitir, le daba vergüenza.

llegaron a la casa de enzo todavía tomados de la mano. en el patio estaba la hermanita de enzo jugando con unos muñecos y la nena pudo ver como su hermano y julián, que ya lo conocía por las repetidas veces que fue a su casa, estaban tomados de las manos.