Mi milagro de la vida |Draco Malfoy|

Capítulo 42

Ada Potter
Bien, ya sé cómo encontrarles. Me puedo meter en la mente de ellos y saber dónde están. Snape me enseño hacerlo, a mi y a Harry así que sabré dónde están.

Relájate Ada, tienes que lograr meterte en su mente.

Elegí meterme en la mente de Harry.

Ojalá estuvieran vivos, era lo único que quería.

Hice unos esfuerzos para meterme en su mente pero nada.

¿Y si habían muerto?

Intente meterme en la mente de Hermione pero tampoco funciono.

¿Habían muerto? ¿O no sabía ya usar el hechizo?

Voy a intentar meterme en la de Ron.

Cerré los ojos muy fuerte para después verle a él en una casa tomándose un chocolate caliente. Pero no estaban Harry y Hermione.

Algo había pasado.

Intente con mi mente moverme un poco para saber dónde está.

Y vi la localización.

Me deje de meter en su mente para ir a teletransportarme.

Lo siento tanto Draco, de verdad que te amo.

Me teletransporte y cuando llegue juré que casi vomitaba.

Abrí la puerta que había y vi a Ron en el suelo.

—¡AHHHHHHH!— Grite de la emoción.

El dio un mini salto del susto y se dio la vuelta encontrándose con mi mirada. Vi como puso un sonrisa.

Me tire al suelo a abrazarle y el se fue para atrás haciendo que yo también me caiga.

—Ay por Merlín, te había echado tanto de menos.

—Ada yo también.— Dijo el abrazándome más fuerte.

—No sabía si te volvería a ver, estaba tan asustada.— Dije mientras los dos nos sentábamos bien.

—Pensábamos que te había pasado algo. Harry se pasó algunas noches llorando.

—¿Qué? ¿Por qué?

—Se sentía culpable por haberte dejado allí con los mortífagos.

—Me lo como— Ron soltó una pequeña risa.— ¿Y... Harry y Hermione están bien?

—Sí, o eso creo.— Dijo enfadado.

Me alivie al saber que estaban vivos, bueno al menos eso pensábamos los dos.

—¿Estás bien Ron?

—No, creo que están liados.

—Y a ti te gusta Mione ¿verdad?

Se quedó callado, pero ese silencio decía que sí.

—Ron, Hermione y Harry no tienen nada, tonto.— Dije riéndome.

—¿Cómo lo sabes?

—Harry está enamorado de Ginny y ¡Hermione de ti!

El se sobresaltó por lo último.

—¿De verdad?

—¡Claro que sí! Si supieras las veces que me ha hablado de ti.

—Tenemos que ir a buscarles.

—¿Sabes donde están?

—Sí, eso creo, pero nos va a costar llegar.

—Podemos teletransportarnos, pero lo mejor será ir mañana, tal vez están ya durmiendo.