🥀🌜🐍~Veneno; Un veneno tan majestuoso, irresistible para un ser tan miserable.
La ilusión constante ha envenenado mis pensamientos con un único rostro, aquél rostro de un dios.
Un ser mitológico que desearía tener a mí lado y correr el riesgo de...
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Una mañana nublada y grisisente se notaba al exterior de la ventana. Mis ojos explotarían de quedarme admirando más el cielo brillante, me coloqué los anteojos oscuros, aquel contraste en mi rostro que se había vuelto parte de mí. Mis cabellos rojos caían sobre mí frente, apartandolos un poco, tratando hacer que mi cabello se viera bien, aunque era imposible divisar algo en algún espejo, era algo frustrante para mí no saber cómo me miraban los demás.
Mientras me vestía podía sentir la brisa fría entrar por la habitación, la llegada del invierno estaba cerca y yo no podía estar más emocionado. Mire al frente y noté que la cama de Ajax estaba vacía, escuchando el sonido de la regadera detrás de la puerta del baño. Continué preparando mi uniforme, aunque a veces solía distraerme de lo que hacía y empecé a acomodar mi horario para este día, últimamente no eran muchas clases, eran más los proyectos que hacía, estaba en mí último año en la Academia, finalmente.
Devolví mí atención a mi uniforme, mi corbata estaba mal puesta, mientras arreglaba mi corbata miré a lado de la habitación de Ajax, formándose una sonrisa en mis labios, parecía haber una invisible presencia de el que me hacía estremecer, haciéndome fantasear una vez más con mi compañero de cuarto, que era mucho menor que yo.
El estruendo de la puerta cerrarse me había sobresaltado y quitado la imagen de los impuros pensamientos.
- Por qué esa sonrisa Mitchell? Acaso hay alguna chica que haga tu corazón latir? - Después de eso soltó una risa, era obvio que era un chiste. Pero lo que no era chiste era ver a una Gorgona con una toalla en las caderas únicamente.
Mis ojos se había desviado a su delgado cuerpo, aunque también parecía realizar ejercicio, se podía notar en su abdomen y el volumen de sus brazos. Un sentimiento indebido se aparecía entre mis pensamientos silenciosos, casi olvidando la pregunta hecha por Ajax.
- Puede ser... ¿Haces ejercicio?- La pregunta salió de mis labios sin antes pensarla aún mirándolo, estaba justo frente a el. Había pasado un tiempo desde que no salíamos a algún lado, extrañaba esos momentos, pero últimamente yo tenía menos tiempo para salir, el hecho de ser presidente estudiantil me quitaba mucho tiempo. Tiempo que me gustaba estar a su lado y disfrutar de un café los fines de semana.
- Sí, usualmente solo en clases de gimnasia. Pero me gusta estar en forma sabes- Contestó, mis labios estaban levemente abiertos, asintiendo varias veces de manera lenta.
- Deberíamos salir como antes, tal vez invitar a Xavier, cómo antes- Mencioné dejando de mirarlo, el comenzaba a vestirse y no quería parecer un aprovechado, tomando mis cosas para mí primera clase. - Sí, deberíamos ir tal vez a jugar videojuegos o juegos de mesa en la cafetería que tanto te gusta- Continuó mientras se colocaba una camisa blanca. - Tal vez pasado mañana pueda, ¿Nos vemos en el almuerzo?- Pregunté antes de salir de la habitación, esperando su respuesta. Él me miró con profundidad, hace tiempo que no sentía de tal manera su mirada, una sonrisa se formó en su rostro y eso me hacía perder casi el equilibrio. - Claro! Sabes que adoro robar de tu almuerzo - Fue lo último que escuché de el antes de salir, solo había echado una carcajada saliendo de la habitación.
Durante el camino imaginaba una salida entre él y yo, sintiendo la felicidad llenarme la cabeza. Aunque esos escenarios se desvanecieron cuando los murmullos de los pasillos hablaban sobre una estudiante nueva, casi lo olvidaba, tenía que presentarme temprano, por lo que corrí llegando a la entrada para recibirla.
- Oh buenos días, lamento si te he hecho esperar. Bienvenida a Never More Merlina ¿Cierto?- Balbuce rápido frente a ella, la cuál estaba con su familia que parecían ser muy poco pintorescos y parecían ser sacados de un película gótica.
- Es un honor tener de nuevo a un Addams, de hecho tus padres y yo nos conocíamos desde hace un tiempo, estudiando aquí mismo - Reconocí aquella pálida mujer que años atrás solía ser mi tutora de esgrima y una de mis grandes amigas, al parecer la pareja de la preparatoria había permanecido y tenido dos hijos, Merlina y Pericles.
- Fantástico, ahora tendré que lidiar con la sombra de mis padres aquí- Ella no parecía estar muy emocionada de estar aquí, en cambio sus padres admiraban el lugar. - Oh, Mitchell cuánto tiempo ha pasado, realmente toda una desdicha mirarte de nuevo aquí- Mencionó Morticia con aquel tono de voz que pareciera estar juzgandote, ella se acercó a mí extendiendo su mano, tomándola para inclinarme y dejar un beso. - La misma desdicha tengo yo recibiendolos aquí- Caminé hasta Homero, que parecía más bajo que antes, estrechando su mano para después el darme un abrazo demasiado agitador.
- Oh, Mitchell. Sigues teniendo el mismo rostro pálido de hace 30 años- Mencionó después de soltarme y dando unas palmadas en mis mejillas, parecía esto ser un reencuentro de viejos veteranos.
- Creo que sería mejor que entraramos, la directora no es muy paciente- Puse mí mano en la espalda del pequeño niño mientras sonreía con mis grandes colmillos, parecía haber asustado al pequeño.
Mientras conversábamos sobre los viejos tiempos y su ahora hija que parecía problemática los llevé a la oficina de la directora, retirándome después de llevarlos ahí. Había dejado a Enid como roomie de Merlina, aquella chica no era muy de mí agrado, parecía estar tan feliz siempre y mirando tanto a Ajax que no parecía tener nada de interesante solo hablando y publicando cosas de los demás, algo tan personal que era mejor irme a clases.
...
El Sol se había ocultado y la luna parecía estar demasiado brillante , iluminando la sombría de Never More. Me coloque una extensa capa oscura que cubría la mayoría de mi cuerpo, saliendo de la habitación para caminar hasta la profundidad y secreto de la Academia. Pare frente a la estatua de un viejo hombre, chasqueando dos veces para entrar al club secreto de estudiantes.
Bajando las escaleras todo estaba solo, por lo que me dediqué solo a mirar los retratos, los había mirado los últimos años, aún así no perdían interés en mí. Unas manos sujetaron mis hombros de manera repentina y colocaron la capucha sobre mis ojos impidiendome ver - Boo!- Exclamó Ajax, asustandome un poco. Me gire y reí junto a él. - ¿Acaso el rudo vampiro se ha asustado?- Preguntó con aquella hermosa sonrisa que lo hacía ser tan bello. - Solo un poco, pero no le digas a nadie - Puse mi dedo índice sobre mis labios - Está bien, será nuestro secreto Mitchell - Aquello sonaba como para un amor prohibido, el cuál solo existía en mi imaginación. - ¿Qué tal tú día, Ajax?- Pregunté haciendo inicio de una conversación forzada de dos chicos heterosexuales. Mientras más hablábamos más cómodo me sentía, hasta que hubo una pausa en lo que yo revisaba un viejo libro. - Oye Mitchell, ¿Puedo hacer una pregunta?- Aquello sonaba muy serio para ser Ajax, por lo que miré al chico con la misma seriedad, aceptando la pregunta. - Muchos .. Bueno, algunos chicos estaban diciendo que..- No pude esperar a lo que diría, interrumpiendo sus intencionales palabras. - Ah ya veo a dónde va esto... Todos creen que soy gay, ¿es cierto?- Dejé el libro sobre la estantería y me acerqué un poco más, cruzando mis brazos, el solo asintió como si se encontrará apenado. - ¿Y qué es lo que piensas tú?- -Yo.. Son solo rumores, solo me ha contado Enid - Mis ojos se abrieron de inmediato, mordí mis labios molesto por esas palabras. - Eres mi amigo Ajax, creo que deberías confiar más en mí- El parecía que diría algo pero yo me acerqué aún más a él, caminando directo sobre él, cayando sus palabras. - Pero es mejor que lo hubieras escuchado de mí y no de un montón de inadaptados chismosos, porque ellos no saben lo que realmente se siente ver cómo no eres como los demás, sentir la obligación de hablar sobre chicas y sus tetas cuando realmente no es lo que quieres, tener que evitar constantemente a los chicos para que no vean lo abominable que eres- Mi voz comenzaba a cortarse, mientras estaba tan cerca de el que podía casi contar cada una de sus pestañas. - Perdón Mitch.. Yo no lo sabía- - Claro que no, aunque era muy evidente que era gay, ¿No lo crees?- Tomé su mentón suavemente, acerqué mis labios y pude ver como sus ojos se cerraban lentamente, sintiendo su respiración agitada. - Espero qué esto sea "nuestro pequeño secreto"- Dicho esto el sonido de los pasos acercarse se escuchó alejándome de él y escondiéndome para irme, está vez estaba muy alterado como para soportar una fiesta nocturna. Llegando a mi habitación para tratar de dormir.
