Harry es un omega solitario, criado en una familia que nunca le demostró una pizca de amor, trabaja en un bar para poder sobrevivir desde que huyó de sus madres alfas.
Louis, un alfa poderoso, despiadado, mal humorado y con poca paciencia que dirige...
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A la mañana siguiente Harry despertó al amanecer, una linda sensación lo inundó, tenía tanto tiempo de no dormir como esa noche. Suspiró no queriéndose levantar, la cama era jodidamente cómoda y tan sedosa.
Así que con pesar se puso de pie, arregló las cobijas y las dejó exactamente como las encontró. Fue al baño para poder asearse, se lavó el rostro y los dientes e intentó arreglar su desordenado cabello.
No fue necesario bajar por qué Zayn llegó a su puerta tocando para dejar una mudada de ropa nueva para que usara.
—Hola, ¿dormiste bien? —saludó cantarín.
—Sí, gracias, la cama es realmente cómoda.
El omega de ojos miel le sonrió tendiéndole una bolsa. —Louis te lo manda, espero te guste, creo que te quedará muy bien, yo mismo le ayudé a elegir. —canturreó emocionado.
—No, yo no puedo aceptar eso, tengo los pantalones de ayer, no tienen porque preocuparse.
—Hasta aquí siento el olor asqueroso de ese alfa en ellos, toma esto, se te verá lindo, créeme.
—Es que es demasiado. —negó apenado.
—No lo es, prácticamente no es nada en el bolsillo de Louis.
—Pero es una de las marcas más costosas. —comentó frustrado cuando Zayn le mostró el traje.
—¿Y qué con eso?
—Que no puedo pagarlo.
—Nadie dijo que debas hacerlo, es un obsequio Harry, deja de negarte y anda, ve a cambiarte.
No le quedó más remedio que aceptarlo. —Bien, pero ahora dime, ¿qué tipo de tienda está abierta a tan tempranas horas? —preguntó desde el baño.
—Una en la que Louis es el mejor amigo del dueño, ese viejo omega confecciona toda nuestra ropa y se encarga que tengamos las mejores marcas. Además, ya no es tan temprano, las tiendas ya están abiertas.
Harry asomó la cabeza por la puerta —¿Tarde...? Espera, ¿qué hora es?
—Cerca de medio día. Louis no dejó que te despertáramos, él vino por la mañana a buscarte y al verte tan cómodo no te quiso molestar.
—¿Louis me vio dormido? —cuestionó con su propia imagen de cabellos alborotados y labios entreabiertos, por la madrugada se quitó la camisa, entonces durmió con el torso desnudo.
—Sí, no dejó que me acercara para desayunar contigo.
El omega se quedó completo silencio, muy apenado pensando en mil escenarios, terminó de ponerse el atuendo y cuando salió Zayn no paraba de halagar lo bien que se veía.
