Teen titans (SNK fanfic)

Capítulo 4: El pasado regresa

Bertholdt sentía ligeros pinchazos de dolor en las piernas, se había detenido para recargarse encorvado sobre sus propios muslos, esperando que está postura le ayudará a recuperar más rápido el aliento. Aún bajo la lluvia, porque a consecuencia de la carrera tan loca e intempestiva que había emprendido el oxígeno ahora quemaba sus pulmones  cuando entraba.

En cuanto su respiración dejó de ser dolorosa notó que el reflejo de sus piernas había sido transportarlo hasta su casa, dio gracias por ello. Se decidió a entrar ya que estaba de nuevo completamente empapado, temblando de frío y en shock, aún no le había permitido a su mente acceder al recuerdo de lo que pasó en la habitación de Reiner, no se sentía listo, pensó que si se daba permiso de analizar la situación se colocaría a si mismo en un punto de no retorno. Le asustaba lo que se encontraba más allá de eso. Sin pensarlo mucho, subió por la escalinata de la entrada cuando llegó a la puerta buscó su mochila para tomar las llaves, sin embargo, había huido tan desesperadamente que no llevo consigo nada más que la ropa que Reiner le había prestado.

Soltó una grosería en voz baja. Ahora tendría que esperar en la entrada hasta que llegara su mamá y aún seguía diluviando, decepcionado apartó su empapado cabello de la cara recargándose  en la puerta para pensar en una posible solución, sin embargo, no tuvo que profundizar más en ello ya que la puerta cedió ante su peso abriéndose suavemente. 

Esto no le pareció tan raro, ya que seguía aturdido por los hechos anteriores y su madre era, últimamente, muy olvidadiza. Sin darle más vueltas lo asumió cómo un descuido y  avanzó dentro de la casa con largas zancadas para cambiarse la incómoda ropa mojada que goteaba.

Una vez en su habitación tomó un conjunto de pijama y se deshizo de la ropa mojada, se vistió disfrutando de la reconfortante sensación de la tela calientita, seca y que poco a poco relajaba su cuerpo. Se sentó en la cama mirando las prendas húmedas en el suelo, pensando que era la segunda vez en el día que tenía que cambiarse por los estragos de la lluvia.

Se quedó en blanco unos momentos, mientras Berth frotaba sus brazos tratando de confortarse en un estado de ánimo muy parecido a la disociación, a pesar de que no tenía intención de pensar en nada, la imagen del cuello de Reiner mientras se acercaba a él para besarlo apareció en un flashback. Se dio cuenta que encontraba muy atractiva la manera en que el blanco y fuerte cuello de su amigo se tensaba.

Se llevó dos dedos a los labios. Hojalá no hubiera estado tan confundido y asustado por el beso, pensó con decepción. Pero este pensamiento fue el gancho para traer la verdadera cuestión de mi a la mesa... ¿Entonces, debido a todo lo que estaba experimentando, significaba que era gay?...

Varias alarmas se dispararon al momento, entre pensamientos tratando de negarlo y las sensaciones que había experimentado esa tarde, la emoción que nacía en la base de su estómago al recordar el aroma y la calidez del cuerpo de Reiner, no sabía nada.

Su mente era una vorágine de ideas contradictorias, llevó sus manos a la boca tratando de sofocar un gemido, sin embargo un golpe sordo proveniente de la recámara de arriba lo alejó de está confusión.

Se levantó de la cama intrigado, suponía que su madre no estaba en casa aún. Subió las escaleras tratando de no hacer mucho ruido ya que la primera teoría que formuló tenía que ver con fantasmas, lo cual hizo que sintiera  escalofríos, cuestionandose si en verdad era tan necesario que subiera a verificar, quizás solo se había caído algo que estaba mal puesto en la habitación.

Convenciéndose a si mismo que estaba exagerando comenzó  a bajar de nuevo los peldaños, ahora con la idea de envolverse en sus sábanas y dormir para olvidar todo lo confuso que le había sucedido ese día. El corazón se le heló cuando sonó otro golpe seguido de un grito sofocado. Esa... Esa era la voz de su madre, giró tan rápido que la habitación se desdibujo en un manchón borroso, de tres zancadas subió los últimos escalones restantes y abrió la puerta con violencia.