REVENANT

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La tormentosa lluvia caía sobre el automóvil en movimiento dentro de una carretera con poca iluminación, el pronóstico de tiempo no había anunciado nada parecido por lo que realmente era una sorpresa que aquellas gotas de agua estuvieran cayendo.

La carretera sólo estaba acompañada de unos cuantos árboles y unos cuantos trailers que pasaban cada quince minutos haciendo el camino más solitario de lo que ya parecía.

Jungkook maldijo por lo bajo cuando pudo sentir que su vehículo perdía un poco de estabilidad por lo que decidió orillarse para revisar que había ocurrido. Tomó su sudadera y se la colocó ajustando el pequeño gorro a su cabeza para que no se mojara tanto, soltó un suspiro pesado antes de bajarse y darse cuenta de que una de las llantas estaba más baja que las demás, significando que tal vez se le había incrustado algún clavo o algo parecido en la carretera.

Puta madre.

Gruñó y se subió nuevamente al auto para comenzar a andar, tenía que buscar un hotel cercano para quedarse allí y esperar hasta el amanecer para poder arreglar la llanta.

Con una mano comenzaba a manejar y con la otra mandó un mensaje de texto a su amigo Taehyung avisando que no podría llegar a la fiesta, bufó y soltó el celular haciendo que este cayera en el asiento copiloto.

El pelinegro había dejado a sus padres en unas cabañas cerca de un bosque donde pasarían unos días debido al festejo de su aniversario, ante la insistencia de su madre, se quedó a cenar con ellos hasta que Taehyung le llamó invitándolo a una fiesta en honor a su graduación de la Universidad a lo que claramente accedió, llevaba un rato sin poder salir debido a que se encontraba muy ocupado con su trabajo.

Mordió su labio observando unas luces neón que le daban la bienvenida, al parecer era un hotel, se veía... horrendo, pensó Jungkook. Tenía las paredes desgastadas, la pintura daba un aspecto de película de terror y los barandales del segundo piso estaban oxidados.

Lo dudó unos segundos hasta que se decidió por ingresar al lugar, no tenía otra opción, sentía que la llanta de su auto seguía bajando más y más conforme avanzaba así que no iba a durar mucho. Detuvo su auto, estacionándolo; tomó su pequeña mochila y se bajó corriendo para dirigirse a la recepción donde una mujer rubia de uñas largas y labios rojos lo recibió.

- Buenas noches.- dijo el pelinegro.- ¿Tiene habitaciones disponibles?

La mujer mascaba su chicle de forma desagradable, luego de mirar de arriba hacia abajo al chico asintió con la cabeza.-

- Habitación para... ¿uno?.

- ¿Ve a alguien más a mi lado?.- preguntó con obviedad.

La mujer bufó, pero no pudo evitar reírse un poco. Tomó una de las llaves que se encontraban a un costado de ella y después de que Jungkook hizo el pago, se las entregó.

- Habitación 230, segundo piso. El día de hoy es viernes así que el bar está abierto.- señalo un costado de la recepción el lugar indicado, la música se podía escuchar desde esa distancia y algunas voces masculinas hablando.- Hay agua caliente, toallas y algunos productos de baño y por la mañana tienes derecho a un desayuno en el restaurante. Este se encuentra en la parte trasera del hotel. ¿Dudas?

- No, ninguna. Gracias.-

Jungkook se dirigió a las escaleras que daban hacia el segundo piso y comenzó a subir arrastrando un poco sus pies, se sentía malditamente cansado.

Observó el pastillo con poca iluminación y busco el número 230 para entrar y dormirse de una buena vez.

- 228... 229... 230...- insertó la llave en la puerta una vez que la encontró y por consiguiente la abrió, antes de ingresar, una voz que venía del pasillo lo hizo detenerse.

REVENANT - KOOKMIN (+18) - One ShotDonde viven las historias. Descúbrelo ahora