Dos horas después Ayn despertó. Riliane se acercó al joven, quien todavía se encontraba medio adormilado. Abrió los ojos con lentitud, mirando con agudeza a la rubia.
—¿Papá?
Después de murmurar esa corta palabra, abrió los ojos por completo, mirando la habitación y a la chica que se encontraba frente a él.
—Lo siento, a veces hablo dormido.
Riliane asintió y se hizo a un lado para que Ayn se sentara a la orilla de la cama.
—¿Es muy tarde? —preguntó mientras se colocaba su saco.
—No. Son las cuatro de la madrugada.
—Ya veo.
—Continúa durmiendo. No ha pasado nada.
—Ya descansé lo suficiente. Necesito hacer algo.
El joven se levantó y buscó su arma, que estaba en una cómoda al lado del sillón donde Riliane estaba sentada.
—¿Qué harás?
—Uno de los perros de "Primer Santa Claus" está aquí. Voy a ir por ese cretino ahora mismo.
—Escucha, debes calmar un rato tu ansiedad. No conseguirás nada si te alteras. Debes ir poco a poco. ¿Por qué mejor no duermes otro rato y esperas a que la niña despierte? Ella tiene información muy valiosa, incluso puede darte otra alternativa que simplemente hacerlo por un impulso.
Ayn suspiró, y frunció el ceño. Le molestaba porque sabía que en las palabras de la joven había algo de razón. Sin embargo, era muy terco para admitirlo.
—Tú no sabes qué es esto. Apenas eres una niña. Lo importante es actuar cuando se puede.
—Hazme caso. Debes pensar con claridad. ¿Qué tal si mueres y nos dejas solas a las dos?
El chico se dejó caer en el sillón al lado de la joven y suspiró.
—Por está vez tienes razón. Debería darte un premio por manipuladora.
—En ningún momento te manipulé, no seas tonto.
Pasaron los minutos en silencio. Riliane jugaba con sus manos, mientras que Ayn miraba a la nada, sumido en sus propios pensamientos. No se sentía incómodo, más bien era un ambiente extraño.
Por un lado, la rubia nunca se había encontrado en un escenario así. En la habitación de un hotel (es motel, aunque Riliane es muy inocente), al lado de un policía arrogante y una jovencita secuestrada.
Desde el punto de vista de Ayn, esto no significaba nada.
—Así que... —habló Riliane, mirando al muchacho— te graduaste de la Universidad Estatal de Evillious, ¿no?
—Sí, genia, te lo dije hace un rato.
—Bueno, solo quería conversar acerca de eso, pero no sabía cómo comenzar —dijo con enfado la joven. Después suspiró y bajó la mirada un rato—. Dime, Ayn.
—¿Qué ocurre?
—¿La universidad es divertida?
—Bueno, eso depende de la carrera que estudies, si es algo que te apasiona, supongo que será divertido.
—Supongo que te divertirste bastante, ¿cierto?
—Sí. Aunque no creas que es tan fácil. Incluso si es algo que te apasiona, debes mantener los pies en la tierra.
—Y es así como te convertiste en Policía. Que admirable. ¿Cuánto tiempo llevas trabajando de de eso?
—¿Me estás interrogando?
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El Karma Del Mal No Terminará (continuación de Story of Evil)
Fanfic¿Qué hacer si no tienes propósito? ¿Qué tal si ya no tienes nada qué perder? Eso es lo que se planteó la protagonista, quien, al tener una vida aburrida, decide salir en busca de una valiosa joya que su abuela recuerda y así tener la aventura que si...