¡un crío en la scaloneta! ; enzulian

O3: Mini Entrenador

El resultado del partido contra Arabia no fue como ellos esperaban, perdieron. La gran mayoría estaban tristes y frustrados, mas que nada porque alegaron a meter muchos goles pero estos fueron todos cancelados por adelantamiento. 

Se confiaron demasiado.

Pero como dijo Messi en aquella entrevista que le hicieron, no había que perder la fe y simplemente debían confiar en ellos mismos. 

Ahora tenían que entrenar para darlo todo en su partido contra México, si lograban ganarles estarían ligeramente salvados de quedar afuera del mundial y volver a casa con las cabezas por el suelo.

Debido a su reciente derrota Scaloni los estaba presionando mas que nunca, y no solo él. Cierto pequeñito también decidió tomar el mando del equipo.

—Papi, deja de milal a mami y concetlate —Regaño Lucas a Enzo, quien le miro alzando una ceja.

—Pero...

—Ya escuchaste al entrenador Fernandez —Dijo Scaloni, a lo que el joven alfa suspiro volviendo a sus ejercicios.

Lucas estaba parado junto a Lionel, con un silbato colgando de su cuello y un uniforme similar al del director técnico de la selección. Resultaba adorable como dirigía o retaba a los jugadores.

—Señol libu —El cachorro se acerco al arquero, quien lo miro con una sonrisa.

—¿Qué pasa peque?

—Haces un buen tabajo, seguí así —Dijo el niño, para acto seguido hacer un choque de puños con el mas alto.

—¿Y yo como lo estoy haciendo Lu? —Pregunto Julian ilusionado de recibir un halago por parte de su hijo.

—Bien mami, coles muy papido —El omega sonrió mientras sacudía el pelo del menor.

—¿Qué hay de mi? ¿Cómo lo hago? —Quiso saber también Lautaro.

—No se, no lo vi. Yo solo veo a libu y a mi mami —Respondió Lucas encogiéndose de hombros, para luego ver en la dirección de cierto alfa—¡Papi deja de holgatanear!

—Pero...

—Fernandez escucha a tu hijo —Dijo Lionel, a lo que Enzo bufo.

El resto del entrenamiento el equipo jugo con bastante energía, de alguna forma tener al pequeño cachorro alli con ellos aumentaba sus ánimos. Claro que seguían un poco tensos por su próximo enfrentamiento, pero la presencia de Lucas era buena para todos.

—Creo que nunca vi a Scaloni sonreír tanto como hoy —Comento Enzo cuando ya estaban los tres solos en la habitación del hotel.

—Si, parece que le caíste bien Lu —Le dijo Julian a su hijo con una sonrisa, a lo que este asintió.

—Mami, ¿vos clees que le caigo bien a libu?

Esa pregunta sorprendió a ambos mayores.

—Es muy mayor para vos pibe, olvídate —Respondió Fernandez, y el omega le tiro una almohada a la cabeza.

—Sos un tarado Enzo —Dijo Álvarez, para luego mirar a su cachorro—Obvio que le caes bien Lu, si siempre que tiene un ratito libre juega con vos.

—A mi también me cae bien, es muy diveltido.

—No tanto como yo, ¿verdad?

—No papi, él es mas diveltido —El castaño no se preocupo en ocultar su risa ante las palabras de Lucas.

—Che Julian, ponele un alto a este pibe porque yo lo dejo encerrado en el baño toda la noche.

—Deja de llorar Enzo, solo esta jugando. Además, tocas a mi hijo y te castro, corta —Amenazo Julian mientras abrazaba al pequeño contra su pecho.

Enzo suspiro.

—¿Podemos irnos a dormir ya? Antes de que quiera cambiar de familia.

—No sos capaz de hacer eso, nos amas —Dijo Álvarez y Lucas asintió, luego ambos pusieron carita de perro mojado viéndose sumamente adorables a ojos del alfa.

—Dios, son unos malditos manipuladores.

Julian y Lucas se rieron, antes de que Enzo se abalance contra ellos para empezar a hacerles cosquillas.

Sin dudas la presencia del pequeño era una gran ayuda para todos.