The Last Wish | Taekook

06

10 de enero de 1978

Diez días dentro del año y Jungkook ya sabía que iba a morir pronto.

Año nuevo había sido toda una fiesta. En el televisor de su casa había visto cómo la gente se amontonaba en las calles para celebrar. Desde niños de seis años hasta ancianos de 80, la gente parecía estar muy emocionada de que el año llegue. No se podía imaginar cómo sería cuando sea fin de siglo. Ah, el año 2000... Él tendría... ¿38?

Su familia sí celebraba año nuevo, pero no era la gran cosa. Su madre invitaba a unas amigas y primas y cenaban todos juntos. La situación se le hacía un poco incómoda a Jungkook ya que todas eran mujeres mayores que él haciéndole todo tipo de preguntas, pero entre ellas siempre estaba el: "¿Ya tienes novia?" "¿Ya decidiste qué carrera vas a estudiar?"

Déjenlo vivir.

Jungkook se levantó de su cama y cuando llegó a su baño hizo un pequeño berrinche. Él tenía un pequeño problema. Taehyung.

Taehyung no era el problema en sí, él no podría considerarlo un problema. Es solo que Taehyung y su abuela iban a conocerse. Eso no le daba buena espina.

Su abuela era alguien un poco... ¿cómo decirlo? A su abuela le gustaba lo diferente; a su madre nunca le gustó que él se le pegara mucho, decía que se le iban a pegar sus ideas raras. Pero al Jungkook de cinco años le gustaba ver las camisas floreadas que usaba su abuela, o las faldas con diseños excéntricos, a él le gustaba estar con su abuela, le gustaba que le resbalara todo lo que decían de ella. Oh y ella hablaba mucho. A veces hasta de más. Si pensaba algo, te lo iba a decir, así de frente, sin pelos en la lengua. Era tan directa que el pelinegro temía que vaya a decirle algo a su amigo y este termine por incomodarse.

Podría decirle que se guarde sus comentarios, pero sabía que solo terminaría por hacer lo que quería.

Cuando llamó a su abuela por año nuevo le dijo la idea de Taehyung de quedarse con ella para ir a la exposición y ella no había tardado en darle el buen visto, además de decirle "Yo los acompañaré, ¡quiero ver el trabajo que mi nieto y su amigo han hecho!"

Jungkook suspiró mientras se acomodaba su despeinado cabello viéndose al espejo. Miró el reloj colgado en su habitación y comenzó a alistar sus maletas. Tenía que pasar por Taehyung en una hora, para ir a esperar a la estación de buses.

"¿Debería llevar solo una maleta?" El pelinegro miró dudoso su única maleta, era una mochila con diseño militar que podía llevar fácilmente en la espalda. "Serán solo unos días así que dudo que necesite mucho."

Avisó a su madre que ya se iba y ella no tardó en despedirse de él y decirle que vaya con cuidado. Sí, tenía quince años, pero las calles eran seguras hasta el momento y él estaría bien, además no estaría solo.

Se paró frente a la casa del rubio unos segundos esperando a que dieran las 11am para tocar el timbre. Y cuando lo tocó, la puerta se abrió cuando no habían pasado ni tres segundos y un salió un Taehyung sonriendo con tres maletas.

"Qué-"

¿Por qué tiene tantas maletas?

"¡Ya vamos! Oh, hola, por cierto, ¿dormiste bien? Yo no pude dormir mucho porque estaba emocionado, mi padre sabe, por cierto, no me estoy escapando, pero él no está aquí por el momento y- ¿Por qué me miras así?"

Al decir "así" se refería a que Jungkook lo estaba mirando como si el fuera una persona con cuatro cabezas y tres patas de pato. ¿Tan feo era él que lo miraba así? El chico dramatizó como si le hubiera caído una bala en el corazón antes de tirarse al suelo.