Capítulo 5

15.7K 516 5
                                    


Elaia

Se acercaba la hora de cenar y sinceramente no quería bajar. Sabía que me encontraría a los chicos de antes, y también sabía que el moreno se iba a acercar a hablarme.

Ya eran casi las nueve de la noche y decidí no bajar para no encontrarme a los chicos. La verdad que tenía hambre, pero podía aguantar, no es la primera ni la última vez que no cenaba.

Después de un rato decidí irme a dormir, no me puse alarma ya que tenía sueño y quería descansar. No me preocupaba la hora a la que me podía despertar, si que es verdad que tenía una actividad, pero era por la tarde.

Ya era el día siguiente, me desperté pasadas las 11, así que no me dió tiempo a desayunar. Me acordé de que el recepcionista me dijo que a partir de las 10 podía salir, y eso tenía pensado hacer. Me preparé y cogí la mochila para salir. Cerré la puerta con llave y me fui.


Pablo Gavi

Eran las 8 de la mañana y entré al comedor para desayunar algo antes del entreno. Cogí una manzana y me senté. Era de los primeros en entrar, así que prácticamente estaba solo, hoy nadie me acompañaba ya que mis compañeros más cercanos no viven en la Masía, aunque a veces se quedan por aquí para hacerme compañía. Estuve atento por si entraba la chica de ayer, era muy difícil que fuera tan pronto, pero tenía esperanzas.

Las esperanzas se fueron en cuanto vi que era la hora de irme y la chica no había llegado. Me tuve que ir porque Pedri me estaba esperando fuera para ir al entreno. Salí de la Masía, entré al coche en el  cual me esperaba Pedri y me subí.

- Hola eh - dijo Pedri mientras arrancaba el coche.

- Hola - contesté sin ánimos.

- ¿Y a ti qué te pasa?

- Nada, ¿por qué lo preguntas?

- Has entrado al coche sin decir nada y llevas una cara que no te la crees ni tú.

Suspiré ante su comentario, no sabía que Pedri podía darse cuenta. Aunque para que mentir, era lógico que se diera cuenta, me conoce demasiado bien.

- ¿La chica del comedor? - preguntó.

Asentí y él me dió un pequeño golpe en la pierna.

- Joder tio, ¿que ha pasado? - siguió hablando el canario.

- Ayer no bajó para cenar y esta mañana tampoco ha desayunado. - le contesté.

- Quizás anoche no tenía hambre, y sobre el desayuno, aún queda 1 hora para desayunar.

- Si, tienes razón...

Ya estábamos llegando al campo para entrenar, pero como siempre cerca de la entrada había algunos fans. No me molesta pararme para hacerme fotos con ellos o firmarles cosas, pero a veces me agobio.

Como me esperaba Pedri paró, por el contrario que yo el sí bajó su ventanilla. Comenzó a firmar fotos suyas, camisetas y se iba haciendo alguna que otra foto con fans. Como yo no bajé la ventanilla algunos fans pegaban sus móviles en ella.

Me estaba empezando a morder las uñas y a mover muy rápido una pierna porque me estaba poniendo muy nervioso. Parecía que Pedri se dió cuenta ya que subió su ventanilla y arrancó el coche.

Cuando al fin nos alejamos de los fans suspiré y agradecí a Pedri.

- Gracias tío.

El canario sonrió, me dió la mano en forma de puño y yo le choqué.

- - - - - - -

Ya había acabado el entrenamiento, así que estaba de camino a vestuarios junto con mis compañeros. Ya casi no quedaba nadie en el vestuario, solo estábamos Pedri, Ansu Ferrán y yo. 

- Oye Gavi, ¿alguna novedad sobre la chica de ayer? - preguntó Ferrán.

- Qué va, nada - contesté mientras suspiraba.

-Está rallado porque anoche no cenó y hoy tampoco bajó a desayunar - habló el canario.

-Tranqui, en algún momento tendrá que comer - dijo Ansu intentando animarme

-Venga va, damos una vuelta y comemos fuera, ¿os apuntáis? - añadió el canario.

Los 3 nos apuntamos y nos fuimos en el coche de Pedri. Queríamos ir por Barcelona centro, pero como vimos a tanta gente preferimos ir a un pequeño pueblo apartado. Íbamos bastantes veces, y siempre ibamos al mismo restaurante, así que ya nos conocían y teníamos confianza con el dueño.

Estábamos saliendo del centro de Barcelona, parados en un semáforo, miré por la ventana y vi a una chica que me sonaba mucho. Me fijé bien y era la chica del comedor.

- Eh tíos, ¡está la chica! - hablé con una sonrisa en la cara.

El semáforo se puso en verde y Pedri tuvo que arrancar el coche.

- ¿La chica del comedor? - preguntó Ansu.

- ¡Si! - le respondí manteniendo la sonrisa en mi cara.

- La has visto, ya no tienes de qué preocuparte. - habló el canario.

Golden boy / GaviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora