secreto
★
Nunca habías tenido problemas con los amigos de tu hermano mayor. Siempre fueron muy amables con vos. Pero había uno en especial que te volvía loca. Lisandro.
Sabías que era imposible estar con él. Primero, porque era amigo de tu hermano, algo inalcanzable y segundo, porque él te odiaba.
No sabías por qué, pero siempre que tenía oportunidad de hablarte, te trataba mal. Si cruzaban miradas, te miraba con cara de culo. Y ni hablar si te veía con otro chico. Era el primero en ir a contarle a tu hermano, cosa que hacía que él se enojara y espantara al chico.
Obviamente que frente a él, vos no eras buena. Si él te trataba mal, vos también. Pero te gustaba tanto, que a veces en lo único que pensabas, era en él y qué hacer para que te trate bien
★
Los amigos de tu hermano habían vuelto de una joda a tu casa. Como tenías sed, bajaste a tomar algo.
Ya abajo, viste que todos estaban dormidos. Pasaste hacia la cocina en silencio y te serviste un poco de agua, pero te exaltaste cuando una voz detrás tuyo resonó en toda la cocina.
-¿Qué haces acá, Lisandro? -justo con el te tenías que encontrar.
-Escuché un ruido y vine a ver, malhumorada. -hablaba serio. Tomaste de tu agua y decidiste que ya era hora de hablar de sus actitudes.
-¿Yo? Te recuerdo que el que siempre esta con cara de culo, sos vos. Siempre me tratas mal y no entiendo por qué. -confesaste.
-Y bueno, tendré mis razones.
-¿Cuáles? Es momento de que las digas.
Se acercó hasta donde estabas vos. Nunca lo habías tenido tan cerca. Te pegaste hacia la mesada al ver que no paraba de acercarse. Como siempre, estaba serio. No tardaste en poner la cara seria. A pesar de que te gustaba que esté cerca tuyo, no podías perder la postura.
-No te odio a vos. Odio saber que no podes ser mía. -confesó él. Frunciste el ceño ante su declaración. No entendías nada. -Me rompe las pelotas saber que hay otros chabones que están con vos. Y no se, me sale tratarte mal.
-¿No es más fácil venir a hablarme? -preguntaste seria.
-Sabes cómo es tu hermano.
-Si tanto me queres, ¿qué importa mi hermano?
Se te quedó mirando, pero no tardó en besarte. Te tomó de la cintura y vos apoyaste tus manos en su pecho.
Un beso desesperado, un poco más y te sacaba la lengua de un mordisco. Se notaba muchísimo las ganas que se tenían y este beso fue como una descarga.
Te empezó a tocar el culo y vos tratabas de estar callada, pero con sus apretones, no podías.
Pasaste tus manos a su pelo y empezaste a acariciarlo mientras se seguían besando.
Lisandro no tardó en subirte a la mesada. Gimoteaste al sentir el frío del mármol rozar con tus muslos desnudos.
-No sabes lo loco que me vuelvo cuando te veo así vestida. Siempre usando ropa que hace que se te vea todo el orto. -confesó en tu oído.
Empezó a besar tu cuello y a dejar alguna marca ahí. Sabías que ibas a tener que tapar eso más tarde.
Con sus manos empezó a sacarte el short que traías puesto. Volviste a sollozar cuando tu culo tocó el frío mármol.
-Ahora vas a tener que hacer silencio, ¿escuchaste? -exigió dominantemente.
Ascendiste tímidamente sin decir nada y volviste a besarlo.
Con sus dedos corrió tu ropa interior y empezó a tocarte. Gemiste bajo, pero enseguida él con su otra mano te tapo la boca.
-¿Qué te dije? Silencio. -habló serio.
Cada vez que te tocaba, te volvías más loca. No podías evitar mover la cadera y cerrar los ojos tratando de no gemir.
No tardó en meterte dos de sus dedos y ahora eras vos la que te tapabas la boca.
-No te tapes. Aguantate.
No sabías cómo hacía para tocarte tan bien si ni siquiera miraba. En todo este momento sus ojos siempre estuvieron mirandote.
Puso una de sus manos en tu cadera para que no te caigas, ya que la mesada no era tan grande.
Sus dedos ahora se movían más rápido. Tenía tres dentro tuyo y con el pulgar te acariciaba el clítoris.
Ya estabas cerca, y tu respiración estaba más que agitada. Te mordías el labio aguantando los gemidos, y no podías evitar apretar tus puños.
Por fin llegaste al orgasmo. Te apoyaste en su hombro y él enseguida sacó los dedos de adentro tuyo.
Te dejo un beso en el cuello y te agarro la cara para volver a besarte. Podías sentir sus dedos mojados sobre tu cachete.
-¿Estoy perdonado?
Te reíste, y apoyaste tu cabeza en el mueble detrás tuyo. Él se agachó, agarró tu short y te lo puso.
-No se puede enterar mi hermano de esto, Licha. -hablaste todavía con la voz agitada.
-¿Quién dijo que se va a enterar?
Volviste a sonreír y te bajaste de la mesada. Salieron juntos de la cocina y se acercó para dejarte un beso en la boca.
-Que descanses. Y mira que nos queda algo pendiente.
Sonreiste y te fuiste hacia las escaleras sin decir nada.
★
¿qué les pareció?
hermanas, yo me lo imagino re dominante a Lisandro, Y MUY ENOJON. así que no sé, salió esto.
Tori
ESTÁS LEYENDO
One shots; versión Scaloneta
Romancetodos one shot +18 sobre la Selección Argentina. Pueden dejar sus pedidos en los comentarios. 💌