TE AMO ; Cho Miyeon

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La primera semana desde que Eunji había caído en coma Miyeon intento distraerse con todo, escribir canciones, cocinar galletas, salir con sus amigas, leer, etc etc.
Pero todo le recordaba a ella, si escribía canciones todas trataban de ella, solo sabía cocinar galletas porque eran las favoritas de Eun, la única que leia libros era Jiji y si salía con sus amigas iban a lugares que le recordaban a ella.

- ¿Qué te parece si la vamos a visitar y les llevas esas flores que tanto le gustan? - Dijo Minnie al ver a su amiga bajoneada.

- Para que si ni siquiera las va a apreciar como siempre lo hace, no me va a decir lo lindas que son ni darme un beso por agradecimiento - Respondió Miye viendo a un punto fijo.

- Pero apuesto a que cuando se levante le encantará ver que le llevaste las flores que le gustan - Ahora la que hablo fue Soojin.

— No lo se chicas, ni siquiera puedo verla sin llorar, simplemente no puedo.

— ¿Entonces te vas a quedar esperando a que el hospital te llame mágicamente? – Pregunto Yuqi.

— Ni les diste tu número, te recuerdo — Agrego Shuhua.

— Si no me llama el hospital me llamara su madre, somos la única familia que tiene.

— Vamos Mimi — Hablo Soyeon, volviendo de la cocina entregándole un vaso de agua a Yuqi – Tienes que afrontar la situación, se que no es fácil pero inténtalo. A Eunji le gustaría saber que fuiste a verla.

— Es que ustedes no entienden — Dije con las lagrimas empezando a caer — No es lo mismo, se siente frío, incluso aquí en casa, no la siento cerca ni leyendo sus libros favoritos y tampoco viendo sus películas favoritas.

— Ey, no llores. Eun va a despertar, estoy muy segura. Ella no se va a ir tan fácilmente, ella es fuerte y tu lo sabes más que nosotras cinco todas juntas — Me dijo Shuhua mientras se acercaba para abrazarme.

— Si quieres puedes ir sola y nosotras te esperamos aquí, pero por favor, anda a verla — hablo Soojin de vuelta con mi abrigo y mi gorro en mano. Al ver que me levantaba y me los ponía Me sonrió.

Miyeon caminaba por las calles absolutamente sola, simplemente pensando en todo. El recuerdo del día que le pido a Eunji que sea su novia le venía a la cabeza.

Era en primavera, Mimi estaba tan nerviosa, esperaba que todo le saliera bien. En su mochila llevaba unas botellas de agua, sanguches de jamón y queso y un par de mandarinas, la cual es la fruta favorita de Jiji. En sus manos tenía un ramo de hortensias, Miye sabía que estas le encantaban a Eun.
La rubia estaba en la puerta de la casa de la castaña, esperando a que la última nombrada le abra, y cuando lo hizo tenía una gran sonrisa y esta se expandió mucho más cuando la mayor le dio las hortensias.
Luego de eso se dispusieron a caminar hacías el río Han, mientras comían las mandarinas.
Cuando llegaron el atardecer recién empezaba, Eunji estaba tan concentrado en ver lo hermoso que se veía que no noto como la miraba Miyi. Y ahí fue cuando finalmente Mimi se atrevió a decirle a Eun todo lo que sentía, le dijo que la amaba, que sentía que cuando estaba con ella era todo tan cálido, como la primavera. Pensó que Jiji no le iba a corresponder, pero simplemente la agarró de la cintura y la beso.

Miyeon salió de su trance recordando todo cuando llego al hospital, realmente esperaba que Eunji despierte pronto, no podía soportar más.