Hola Kisaki.
Ha pasado un tiempo desde que no hablamos, o para aclarar, no te hablé y realmente me disculpo por eso. No era mi intención ignorarte, solo quería mi propio espacio para poder superarte pero por mas que lo intente simplemente no pude.
Tu linda sonrisa y tu inteligencia te hacía sobresalir siempre a pesar de que tu actitud siempre fue un poco explosiva, hasta ahora todos te recuerdan por tus planes y tu inteligencia, pero ellos no pueden recordarte de la misma manera en la que lo hago yo.
¿Quieres saber como te recuerdo?, bien, te lo diré.
Te recuerdo como alguien bastante lindo y agradable, aunque no todas las personas te vieran igual. Tus ojos y tu piel morena realmente me gustaban, lastima que no te gustara mucho el contacto físico.
Aun recuerdo cuando me dijiste que mi cabello era lindo, ¿y sabes que?, desde que te fuiste no tuve el valor de volverlo a cortar.
¿Te digo otra cosa?
Tu le diste sentido a mi vida, me salvaste de mi mismo y me ayudaste a seguir adelante, por eso me estanqué tanto cuando te fuiste.
Me hiciste brillar.
Pero cuando te fuiste realmente no pude seguir manteniendo mi brillo.
Aun recuerdo tu cuerpo masacrado en el piso de aquella calle.
Tu cabeza sangraba sin parar y tus extremidades se veían completamente fuera de lugar mientras yo susurraba "por favor, no me dejes, quédate", mis lagrimas no paraban de salir pero por mas que intenté ayudarte, tu corazón ya no latía.
Y en ese momento me pregunté.
¿Tendrá algún valor vivir así?
Desde ese día no paro de soñar con tu cuerpo cubierto en sangre, me despierto cada madrugada bañado en sudor y mi corazón en la garganta, aveces suelo gritar o intentar apaciguar mi dolor con pastillas, alcohol o "matando las mariposas".
Y se que no es lo mejor, pero me esfuerzo, ¿si? , hago lo que puedo.
Por favor, no te decepciones de mi, juro que intento salir adelante pero no puedo olvidarte.
Ya no quiero seguir así, necesito ayuda, te necesito aquí conmigo, no quiero seguir en un mundo en el que no estes tú.
Es estupido escribir todo esto, pero realmente necesitaba escribir todo lo que sentía por ti, despues de todo, te fuiste y nunca pude pedirte matrimonio.
Pero está bien, pronto volveremos a estar juntos.
Hasta pronto.
Att: Hanma Shuji.
Hanma se encontraba al frente de la tumba de Kisaki Tetta fumando mientras veia la carta escrita por él encima de su tumba mientras esta se quemaba lentamente. Shuji veía el humo salir y la carta quemandose esperando que el humo pudiese llevarle las palabras escritas en ese papel.El cielo estaba tenuemente nublado y el viento no tardó en aparecer llevandose las cenizas de lo que alguna vez fue una carta. Empezaron a caer pequeñas gotas de lluvia y Shuji decidió irse para completar su cometido.
Este llegó a un edificio abandonado de aproximadamente 20 pisos. Mientras iba subiendo las escaleras con desgano no pudo evitar notar que el viento se estaba volviendo mucho mas fuerte haciendo que Hanma no pudiera equilibrarse muy bien por la falta de alimentos en su cuerpo, es como si el mundo estuviese dispuesto a no dejarlo ir.
Sin importarle mucho siguió subiendo pensando en todo lo que le hubiera gustado hacer con Kisaki a su lado.
Este al fin había llegado al último piso, se acercó a la orilla notando que estaba muy alto, se sentó en esta misma dejando sus pies colgando en el vacío.
"No quiero morir", fue el unico pensamiento que pudo acaparar su mente en ese momento. Las gotas de lluvia se volvieron mas fuertes y el viento empeoró haciendo que Hanma se fuera un poco hacía adelante.
"Quiero vivir, quiero ayuda, quiero poder ser feliz", dijo en su mente con desespero al sentirse cada vez mas cerca de la muerte en ese precipicio.
"Viviré por Kisaki, no puedo hacerle esto", pensó mientras sus ojos picaban y empezaba a sentir las lagrimas brotar.
— Perdoname Kisaki, aun no nos podremos ver — dijo con una pequeña sonrisa parandose del borde.
Pero en menos de lo que pudo darse cuenta, ese pequeño borde se rompió.
Hanma sintió todo como si fuera en camara lenta, el brode se desprendió e intentó agarrarse, pero fue tarde.
"Debí elegir un edificio que no estuviera en tan mal estado"
Fue su último pensamiento hasta que su vista se volvió completamente negra.
Sus ojos se volvieron a abrir encontrandose en un campo completamente lleno de dientes de leon, el cielo brillaba, brillaba tanto que hasta le resultaba molesto, en medio de todo el campo había un árbol, uno de Sakura y ahí estaba.
Abajo de ese árbol se encontraba un chico de baja estatura, con piel morena, cabello rubio y unos ojos completamente azules.
Su corazon latió con fuerza y como pudo empezó a correr hacía aquel muchacho, con sus lagrimas saliendo sin control alguno de sus ojos. Al llegar se quedo parado a unos metros de el.
— ¿Eres tú, Kisaki?
— Te estuve esperando, aunque llegaste más rápido de lo que pensé. — dijo con una sonrisa - y linda carta, Romeo.
Sus ojos irradiaban felicidad y su sonrisa ya no podía dar más, él estaba ahí.
Y aqui empieza nuevamente una aventura entre Él Dios de la muerte y Él hombre de los mil planes.