Fuck me • Kjn•Kth OS

F U C K • ME

ˡᵃ ⁿᵉᶜᵉˢⁱᵈᵃᵈ ⁿᵒ ᵗⁱᵉⁿᵉ ᶜᵒʳᵈᵘʳᵃ

La penetraba una y otra vez mientras sus labios tocaban los de ella, la palpaba con tanta delicadeza al igual que las embestidas que le proporcionaba, los gemidos eran suaves y en la habitación solo se escuchaba el sonido de sus cuerpos y suspiros.

Joder más rápido.

No se imaginarian lo mucho que Jennie quería gritar esa bendita frase, quería que Namjoon sea más rudo, pero el solo le hacía el amor, no le daba el sexo que ella quería.

--Te amo...--

Jennie solo lo besó antes deque ambos quedasen dormidos en la suave y tibia cama.

•

--Vamos Jennie, ¿si?--

Rogaban sus amigas, pues querían tener una noche de chicas (beber hasta más no poder) en el apartamento de Jennie.

--Mejor vamos al de Lisa.--

Propuso, pero la castaña rápidamente se negó.

--Ni lo piensen, mi novio estará allí y no quiero que me lo espanten, lo quiero animado para cuando regrese...--

Roseanne le dirigió una mirada picara y Jisoo sonrió de lado, a lo que Lisa sonrió.

--No me miren así, ¿Por qué no vamos al de Rosé?--

--Porque yo también quiero que mi novio esté animado cuando regrese...--

Empujó levemente el hombro de la pelinegra y todas se empezaron a reír.

--Vamos Jennie, ¿si?--

Todas le hicieron ojitos lindos para que Jennie accediera a que la noche de alcohol sea en su desarrollo.

--Bien, bien, pero habrá una condición.--

Todas asintieron y fueron de todo oidos para la condición que su amiga les iba a poner.

--No harán mucho ruido, mi vecino se quejó la última vez...--

Y las chicas soltaron un grito de felicidad, dispuestas a comprar todo el soju que les alcance.

•

--¡Fondo, fondo, fondo, fondo!--

Gritaban las tres chicas mientras Jennie cumplía el reto de beberse 3 tragos de Soju de un bocado.

--¡Ehhh!

El timbre sonó, pero estaban tan ocupadas riéndose y bebiendo que no le prestaron atención a aquel sonido.

Volvió a sonar.

Nada.

Y otra vez.

--El timbre.--

Dijo Lisa algo desorientada por el alcohol que yacía en ella.

--Voy...--

Jennie se levantó y caminó hacia la puerta de su departamento, ella no era mala copa, por lo que aún no llegaba a su límite de embriaguez.