O8.

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Sunoo respiró con alivio, sonrió, aún recostado en el suelo, abrazó a Ni-Ki con firmeza.

— S-Sunoo —el menor se apartó del abrazo, lo miró con preocupación, tomando sus pálidas mejillas con sus manos, y el mayor las cubrió, sintiéndose revivido con ese toque.

— Tus manos son lindas —murmuró el mayor, entreabrió sus ojos para mirarlo, seguía sonriendo y eso hizo al menor ruborizarse.

Algo arrepentido por haberlo juzgado momentos antes, Ni-Ki no pensó en otra cosa para disculparse.

Se acercó a su rostro con lentitud, cerró los ojos para no ver qué Sunoo lo estaba mirando, a pesar de que lo sabía, ladeó su cabeza hacia la izquierda y dejó un suave beso en su mejilla.

— Siento haber desconfiado, Sunoo — murmuró, casi susurrando—. E-Es que y-yo... Entré en pánico, no sé... Me puse muy paranoico y-y no tengo a nadie a quien culpar... Pero si sospecho del único que me está acompañado en esto voy a quedar completamente sólo y eso me duele más.

Sunoo lo miró un momento, antes de dejar un beso en su mejilla también, imitando su acción.

— No importa, , ya pasó... Me duele que sospeches de mí, pero te entiendo.

Ni-Ki negó.

— No voy a volver a pensar así.

Sunoo volvió a sonreír.

— Está bien —murmuró, se miraron sin ninguna razón hasta que ambos terminaron riendo, felices, con Ni-Ki provocándole cosquillas en el cuello por su nariz, mientras el mayor lo abrazaba por la cintura, ambos recordando la confesión del otro.

LOVELY ✧ SUNKIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora