2 años más tarde...
En el barrio de Hazelwood, Gorey, un pueblo cercano a Dublín, una familia dormía apaciblemente. Nadie sabía lo que iba a ocurrir. Pensaban que en aquel mundo nadie los encontraría. Pero se equivocaban. Era pleno Agosto. Jack se había llevado a su familia de vacaciones a esa pequeña ciudad de 9.000 habitantes. Allí todos se conocían entre ellos y convivían en paz.
Había sido el cumpleaños de Erik. Cinco años habían pasado desde aquella fatídica noche en la que libraron aquella terrible batalla contra los siete. Cinco años desde que perdieran a su gran amigo y monarca, Alsan. Cinco años...
Una sombra se arrastraba por el suelo de la casa, dispuesta a llevar a cabo su plan. Llegó a la primera habitación. "Kirtash..." pensó la sombra. Si quería realizar su plan con éxito debía tomar medidas. Y esas medidas implicaban que Kirtash no despertara:- Orhiyuassas- susurró. Unos hilos de oscuridad nacieron en sus dedos y se extendieron hasta llegar al lecho donde dormía Christian. El chico, de sueño ligero abrió un momento los ojos, intentando luchar contra aquella oscura fuerza. Manoteó un instante y volvió a caer sobre la cama como un fardo dejando escapar un sordo ronquido. "Uno menos" sonrió para sí y entró en la siguiente habitación. En ella había tres personas.
Jack, Victoria y Eva. Los tres dormían plácidamente, sin percatarse del peligro que los acechaba. "El dragón, el unicornio y la niña shek..." buscó con la mirada algo. Pero no lo encontró. "¿Dónde estás pequeño dragón?" :
- Orhiyuassas- repitió el individuo estirando los dedos hacia ellos. Victoria se movió un momento, pero ya no se movió más. La niña sin embargo se incorporó en su cuna y abrió los ojos azules como platos:- Malo- dijo la pequeña.- no toquez hermanito- después cayó dormida como los otros. La sombra titubeó un instante.
Al fin, llegó a la última habitación. Iba a abrir la puerta, cuando se dio cuenta de que la luz, al otro lado estaba encendida.- Alguien no se ha ido a la cama aún- una sonrisa torcida apareció en los arrugados labios del individuo. Abrió la puerta encontrándose con un Erik en pijama jugando con sus coches. El pequeño se dio la vuelta al notar una presencia tras él. Sus ojos miel se abrieron al máximo:
- ¿Quién erez?- preguntó el niño.
- Shhh..Kareth. No queremos que nadie nos oiga- la sonrisa torcida volvió a aparecer en su rostro.
- ¿Qué quierez? Mis papaz te harán daño zi tú me hazez pupa a mi- amenazó Erik. El hombre rió.
- Nadie va a saber qué pasa en un tiempo, Kareth. Pero ahora...es hora de dormir ¿no?- Erik dio un paso atrás asustado.
- Para...- pidió el niño. El individuo río de nuevo y se acercó al pequeño.
- Orhiyuassas- susurró. El niño sacudió la cabeza y miró al hombre asustado. En sus ojos relució un poderoso y antiguo fuego y su frente se iluminó con un resplandor mágico. La mirada del niño se desenfocó y cayó inconsciente en brazos de la sombra.- Erik Kareth. El nuevo dragón- dicho esto, cargó con el niño en brazos y desapareció de allí de la misma manera que había llegado.//////////////////////////
Jack abrió sus preciosos ojos verdes, aturdido. Se los frotó como un niño hubiera hecho y se puso bocarriba en la cama, mirando al techo. Un profundo bostezo salió de sus labios. "Qué raro..." pensó el rubio. Un presentimiento llenaba su corazón de angustia. No había sentido eso desde hacía ya muchos años. Cuando sus padres murieron. Volvió a frotarse los ojos perezosamente y miró el reloj en su muñeca.
"5:56pm" leyó el rubio:- ¿¡¿¡¿¡QUÉ?!?!?!?- exclamó. Si no recordaba mal, se había metido a la cama a las 10. ¿Cómo era que había dormido 15 horas? Tenía clase de danés a las 11. ¡Y se la había perdido! Sus alumnos habrían pensado que se había ido de juerga por ahí. Claro..tener un profesor de 21 años no era lo más normal. ¿Por qué nadie le había despertado?
Miró a su alrededor y vio que Victoria seguía completamente en el otro mundo. Salió de la habitación con paso firme:
- ¡Christian!- llamó. Se iba a enterar. Abrió la puerta de su habitación y su boca cayó casi hasta el suelo. Christian estaba absolutamente inconsciente en la cama. Casi se le caía la baba. Jack reprimió una carcajada y ganas de sacarle una foto. Pero se contuvo.- ¡Serpiente!- llamó. El moreno dio un respingo y se incorporó sobre la cama con los ojos desorbitados. Jack rió.
- Jack...¿Qué..?- preguntó Christian aturdido. Sus azules ojos se abrieron como platos.- Jack. Erik.- sin darle tiempo al rubio de reaccionar, se levantó y corrió hacia la habitación de Erik. Jack le siguió con el ceño fruncido.
- ¿Erik?- preguntó Jack. El niño no estaba. Una nube de preocupación nació en el corazón del último dragón. Se dio la vuelta hacia el shek furioso. Sus ojos llameaban como nunca antes.- ¿Dónde está mi hijo?- exigió.
- ¿Cómo quieres que lo sepa? Nos durmieron- se excusó Christian.
- ¿Cómo que nos durmieron? ¿Cómo sabes eso?
- Esta noche me dormí y tuve un sueño extraño. Me desperté y vi algo. Una persona...creo. Esta dijo unas palabras y al instante sentí desfallecer y me dormí de nuevo. De ahí mi conclusión.
- Se han llevado a Erik- susurró Jack incrédulo.
- ¿Qué?- preguntó una voz a sus espaldas. Los dos chicos se dieron la vuelta. Allí estaba Victoria con una mano en su corazón. Grandes lágrimas caían por sus mejillas.- ¿Se han llevado a mi pequeño?- balbuceó la chica. Jack sintió sus ojos húmedos.
Un grito resonó por todo el barrio. Un grito de desesperación y de terrible dolor. El grito de pérdida de un unicornio.
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Memorias de Idhún IV: Hijo del dragón.
FantasiCuarta parte de la saga Memorias de Idhún, escrita por Laura Gallego García.