Capítulo 40

329 13 1
                                    

¿Michelle? -dijo una voz familiar-
— Delphi. Hola. -la saludé confundida-
— ¿Hola? ¿Es todo lo que tienes para decir? -me preguntó de forma grosera-
— ¿Disculpa? -dije poniéndome a la defensiva y acercándome a ella-
— ¿Sabes? No te costaba nada llamarlo o por lo menos enviarle un mensaje de texto haciéndole saber que no podrías visitarlo el día hoy. -me reclamó furiosa pero.. ¿con clase?-
Mierda, ¿porqué debía encontrarme con ella?
No es mi deber visitarlo, Delphi, yo...
— Claro que lo es. -me interrumpió-
— No lo es. -dije firme-
— Lo es. -me contradijo- Es lo mínimo que puedes hacer por él, después de todo lo que él ha hecho por ti. Él está allí en una maldita cama de hospital por tu culpa, sé que está triste ya que no fuiste hoy, está paranoico pensando qué tal vez no vuelvas a ir a verlo, pero de todas formas te justifica. Deberías estar agradecida, tú..
— Estoy agradecida. -la interrumpí- Pero tú no sabes nada sobre mí y Cole, sobre la relación que tuvimos, no tienes derecho a exigirme nada, ni antes y mucho menos ahora.
Iré a verlo, hablaré con él y luego me iré, sólo porque él no puede tener emociones tan fuertes por su estado y porque entré a SU casa sin permiso, y porqué tomé un vestido que me compró y que pagó con su dinero y porqué ¡soy una mierda de persona! -grité-
Con cada palabra, con cada segundo que pasaba, mis ojos se llenaban de lágrimas, mi voz se entrecortaba y mi respiración se aceleraba, y con la última oración que grité, me quebré, justo allí, frente a Delphi. No podía dejar de llorar, estaba a punto de un ataque de pánico, podía sentirlo, pero, pasó algo que jamás creí que fuera posible, Delphi me rodeó con sus brazos y me abrazó, el abrazo se sentía muy cálido y tranquilo, ella acariciaba mi espalda para calmarme y lo estaba logrando, cuándo ya estaba lo suficientemente calmada, ella habló.
Lo siento. -se disculpó- Yo sé lo difícil que es lidiar con mi hermano, cómo hermano. No me imagino todo lo que tú debiste lidiar con él, cómo su pareja... -susurró gentilmente- Gracias. -me agradeció rompiendo el abrazo y tomándome de los brazos para mirarme a los ojos- Realmente, gracias. -volvió a agradecer-
— Está bien.. -dije limpiando las lágrimas de mi rostro- Debería ir a verlo ahora. -dije-
— De acuerdo, te llevaré. -dijo firme y no pude oponerme, sólo asentí- Por cierto, ¿para qué es el vestido? -preguntó curiosa señalándolo-
— Oh, te cuento en el camino. -dije y sonreí amablemente, ella asintió en comprensión-
_____________________________________

— Cole. -dije entrando a la habitación-
— Hey. Creí que no vendrías hoy. -dijo con un tono de voz aliviado combinado con alegría, yo sonreí-
— Lo lamento. Estuve ocupada. ¿Qué tal tu día? -dije sentándome en la misma silla de siempre, a su lado-
— Terrible, pero ahora... -dijo tomándome de la mano- Está perfecto. -coqueteó, o eso creo-
— Cole... Yo... quería preguntarte algo. Ya que ya estoy aquí.. -dije cambiando de tema y desviando mi mirada algo nerviosa-
— Yo te compré la casa. -confesó y fijé mi mirada en él, algo sorprendida-
— ¿Por qué? -pregunté-
— Porqué... -se quedó en silencio-
— ¿Cole? -dije preocupada ya que sus ojos retenían lágrimas- Hey... -dije acariciando su mano-
— Porqué te amo. -dijo mirándome a los ojos y yo sólo suspiré-
— ¿Es todo? -pregunté incrédula-
— Si. -respondió seguro y secando alguna que otra lagrima que resbaló por sus mejillas-
— Gracias. -le dije y sin pensarlo, me acerqué a él y lo abracé con mucho cuidado-
Cole correspondió aquel abrazo enseguida, tal vez suene raro, pero... podía sentir un gran vacío en Cole, y a la vez, un gran temor. Ojalá pudiera saber lo que piensa o lo que le pasa, si tan sólo... si tan sólo lo supiera...
Cole
— ¿Por qué? -preguntó mirándome a los ojos-
— Porqué...
Me quedé en silencio ya que no podía decirle la verdadera razón, al pensar en eso, sentí muchas ganas de llorar de ira.
— ¿Cole? -dijo preocupada y yo trataba de pensar en un "porqué"- Hey... -dijo acariciando mi mano-
— Porqué te amo. -solté mirándola a los ojos y ella sólo suspiró-
¿Que carajos significa ese suspiro?
— ¿Es todo? -preguntó incrédula-
— Si. -mentí con gran seguridad y sequé algunas lágrimas de mis mejillas-
— Gracias. -me dijo-
Michelle se acercó a mi y me abrazó con mucho cuidado, yo la abracé más fuerte para que ella imite mi acción y lo hizo. Me sentía bien. Más que bien. O... no lo sé. Lo único que sé es que no quiero soltarla nunca. La necesito, la necesito a mi lado, me siento... vacío... No quiero que me deje, no voy a permitir que me deje. Michelle rompió el abrazo y ya la observé confundido, ella sólo se quedó allí, mirándome fijamente a los ojos, ¿Era una señal para besarla? Tal vez no está tan enamorada de ese tipo. Era el momento, tomé a Michelle de las mejillas y junté nuestros labios en un beso, ella lo correspondió por un segundo, pero luego me alejó inmediatamente. ¿Que carajos?
No puedo, yo... No... -dijo mientras acercaba su rostro al mío- Carajo... -dijo y me besó-
Michelle colocó una mano en mi nuca y la otra en mi mejilla, para intensificar el beso, no podía creerlo, tal vez lo conseguí, tal vez, ella vuelva a ser mía a partir de hoy. Decidí dejar de pensar y sólo disfrutar del momento.



Michelle se despidió de mí y luego de Delphi quien estaba afuera de la habitación. Luego de que Michelle se fue, Delphi entró a interrogarme.
— ¿Qué sucedió con Michelle? -preguntó Delphi-
— Nada. -respondí-
— ¿Seguro? La ví extraña, estaba feliz pero... no lo sé, ¿qué le hiciste? -preguntó con un tono de voz autoritario-
— Sólo le compré una casa.
— ¿Una casa? ¿Por qué? -preguntó asombrada-
— Porqué no soporto la idea de ella y ese tipo viviendo juntos. -confesé- Ella es MÍA. -agregué resaltando la última palabra-
Delphi no dijo nada, simplemente tomó sus cosas en silencio y antes de salir me dió una última mirada y decidió hablar.
— Más te vale... que ella sea la indicada, porqué si no, estarías arruinando la vida de esa pobre niña. -dijo y se fue-
Já. ¿Quién se cree? Por supuesto que es la indicada. Es la única mujer que quiero tener conmigo siempre. Como sea, decidí cerrar los ojos y dormir, para así poder soñar con Michelle y poder verla otra vez, aunque sea en mis sueños más salvajes. Pero... luego recordé que nunca me lo prometió.. nunca me prometió lo primero que le dije...
Michelle
Me despedí de Cole y de Delphi, para luego dirigirme al departamento de Taylor. Era tarde, eran más de las nueve de la noche. Traté de olvidar lo qué pasó con Cole luego del beso, pero no lo logré, pensé en eso todo el camino hacía el departamento de Taylor. Era lo único que tenía en la cabeza, repitiéndose una y otra vez...
Flashback
— Extrañaba tus labios. -dijo Cole al separarnos por falta de aire-
— Yo igual... -confesé-
Hubo un corto silencio. Antes de que el silencio se alargara, Cole decidió hablar.
— Prométeme que nunca me dejarás. -soltó-
— ¿Qué? -pregunté confundía-
— Prométeme que nunca me dejarás. Te necesito. -agregó, eso me conmovió un poco-
— Yo igual...
No estaba pensando, simplemente me dejé llevar por el momento, las emociones, la nostalgia y los buenos recuerdos...
— Prométeme que siempre serás mía. -dijo mirándome fijamente a los ojos, esperando por una respuesta impacientemente-
— Te lo prometo. -prometí...-
— Te amo, pequeña.
— Te amo, Cole...
Él me tomó del cuello y acercó mi rostro al suyo lentamente para volver a besarme y yo correspondí sin chistar... Luego me separó bruscamente y me tomó del cuello.
— Puedes seguir jugando con ese tal "Taylor", pero apenas salga de aquí... volverás a ser mía y sólo mía. ¿De acuerdo? -dijo autoritario y ahorcándome un poco y yo sólo asentí-
— Bien. -dijo y una pequeña sonrisa se formó en su rostro-
Luego volvimos a besarnos y hubo uno que otro toque entre ambos...
Fin del flashback
Estaba aquí, frente a la puerta del apartamento de Taylor, no sé porqué, pero no me siento culpable... Me siento culpable al no sentirme culpable... Dios, estoy demente. Estaba a punto de abrir la puerta cuándo justo un segundo antes de que lo hiciera, Taylor la abrió con una gran sonrisa y un muy buen humor, que por alguna razón, me irritaba. Tenía ganas de golpearlo.
— Hey, cierra los ojos. -dijo-
Taylor me cubrió los ojos con sus manos y me guió dentro de la casa. Luego se detuvo y quitó sus manos de mis ojos para dejarme ver lo que hizo, mis ojos se llenaron de lágrimas, y mi corazón de culpa.
— Sorpresa. -dijo emocionado cómo un niño pequeño- ¿Te gusta? -preguntó y yo asentí aún tratando de entender lo que estaba pasando, lo que hice, y.. todo.-
— ¿Tú lo hiciste? -pregunté y el asintió-
Quería hacer algo... ya sabes, "romántico". Toma asiento. -dijo tomándome delicadamente de la mano y guiándome a una silla-
Taylor había hecho una cena... Apenas me senté, Taylor encendió unas velas que decoraban la mesa, junto con unas hermosas flores, no sabía qué decir o qué hacer, la culpa al no sentir culpa estaba matándome por dentro, ¿irónico o estúpido? Da igual.
Salí de mis pensamientos al ver a Taylor colocar un plato de espagueti frente a mí.
Luego sirvió vino, dijo "Provecho" y empezó a comer.. y por alguna razón... todo esto... se sentía sospechoso.
— ¿Qué hiciste? -pregunté directamente-
— ¿Hmm? -dijo Taylor limpiando la salsa de sus labios con una servilleta-
— ¿Qué hiciste? -repetí de brazos cruzados-
— ¿A que te refieres? -preguntó inocente-
— Ugh. Olvídalo... -dije al notar que él no había hecho nada-
Sólo era mi conciencia la que estaba jugando conmigo, cómo dicen... "ladrón juzga por su condición" o algo así... En fin. Estábamos en silencio y debía decirle a Taylor sobre la casa.
Así que carraspeé un poco antes de hablar, pero...
— Me iré a Inglaterra. -soltó-
El silencio se volvió denso. Se sentía como una neblina espesa de incomodidad, confusión y... tristeza.
— ¿Te irás? -pregunté tratando de asimilar todo-
— Si. Terminaré mis estudios allá... Pero... -trató de explicar, pero lo interrumpí-
— Genial. Cole me compró una casa, así que no te preocupes por mí. -dije con seriedad y algo fría-
— ¿Qué? -preguntó algo molesto-
— Cole me compró una casa. -repetí- Iba a decirte que me mudaría y que podías ir a visitarme cuándo quisieras pero... Ya sabes, te vas. En buena hora.
— ¿Que mierda te sucede? -preguntó molesto-
Taylor se levantó de la mesa y yo igual. Ambos apoyamos nuestras manos en la mesa y nos miramos fijamente.
— Nada. -dije arrogante- Ya era hora de que mostraras tus verdaderas intenciones. -dije-
— ¿Ah si? ¿Y cuáles son? -preguntó arrogante-
— Sólo quieres una muñeca sexual.
— Infamias. -dijo serio- Yo... Me gustas mucho. -dijo-
— ¿Y porqué te vas? Ni siquiera me preguntaste o... ni siquiera pensaste en mí, en nosotros...
— ¡Claro que lo hice! ¡Tuve la mayor discusión con mi padre para no alejarme de ti! ¡Se suponía que iría a Boston! ¡Pero por refutarle, me mandará a Inglaterra! -gritó alterado-
— ¿Discutiste con tu padre... por mí? -pregunté dejando mi mala actitud-
— Si. -dijo acercándose a mí-
— ¿Por qué? -pregunté incrédula-
— Porque, me gustas mucho, ninguna chica me ha gustado tanto como tú a mí.
— Yo.. -dije sin palabras-
— Y es por eso que...
Taylor se acercó más a mí y me tomó de las manos. me miró fijamente a los ojos y..
— Quiero que vayas conmigo a Inglaterra. Vivamos juntos, mi padre jamás se enterará... Ambos tenemos suficiente dinero para vivir allá... Sé qué tal vez sea muy pronto pero... estoy seguro de que eres la indicada... Escapa conmigo a Inglaterra, ¿qué dices? -propuso emocionado-
— ¿Escapar...? -pregunté para mí, tratando de asimilar todo y él asintió emocionado-
Era mucho para asimilar, eran demasiado cosas en qué pensar en tan poco tiempo. Pero, la primera cosa que pasó por mi mente fueron mis amigas y Cole... Tal vez esta es mi oportunidad para dejar todo atrás y empezar una nueva vida con un hombre que está dispuesto a dar todo por mí, que me respeta y... que me trata bien, pero... No lo conozco tan bien, ¿que pasa si me decepciono? ¿debería correr ese riesgo? ¿debería dejar todo atrás y simplemente huir?
...
...
No. No puedo. No, no, no.
No. -respondí-
— ¿Qué? -preguntó Taylor confundido-
— Lo siento Taylor... Pero... no puedo. -dije soltando sus manos-
— ¿Porqué no? ¿Es porqué es muy pronto? Sé que asusta pero... -dijo compresivo-
— No. No es eso... bueno, en parte. Es...
— ¿Es por él? -preguntó y mi mirada me delató, Taylor chistó con su lengua- Debí suponerlo. Obviamente es por el inválido ese.
— Hey.. -susurré- Lo siento... En serio, yo... lo amo.. -dije rompiendo en llanto- Lo siento...
En aquella habitación sólo se oía mi llanto, era una mezcla de ira porque detesto a Cole, frustración porqué amo a Cole, y tristeza... porqué voy a perder a Taylor.
— De acuerdo. -dijo y levanté mi vista para verlo a los ojos por última vez-
Taylor estaba con sus ojos llorosos y con una que otra lagrima resbalando por sus mejillas, pero su mirada se veía decepción, tristeza, amor... y lástima.
—Sólo una cosa. -dijo tomando su chaqueta y dirigiéndose a la puerta- Cuándo ese idiota te destruya por completo... no me busques, ni siquiera pienses en mí, es tu problema. Que tengas suerte, la necesitarás. -dijo-
Y salió por aquella puerta dejándome completamente sola en aquel apartamento que ambos compartimos... Me odio. Me odio, me odio...
Tomé mi teléfono y marqué un número...
— ¿Hola?

________________________________

¡Capítulo actualizado!

No olviden votar y comentar.
Actualización la siguiente semana.

Lean mi nueva novela:
"Business in New York" Mientras esperan ;)

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: May 25 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

My Baby girl And DaddyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora