She's my wife / Jengwen

Capítulo 1: Let's go out

"Estoy en Londres"

Gwendoline miró fijamente su teléfono, confundida. El texto era de Jenna, a quien había visto hace casi dos meses para algunas entrevistas. En ese momento, habían sido unas pocas semanas llenas de tensión que le habían dado todo tipo de extraños sentimientos conflictivos que había enterrado justo después de regresar a Londres para tomar un pequeño descanso.

Así que ahora ese texto corto y sin pretensiones le dio un sofoco tan intenso que tuvo que abrir la ventana y respirar profundamente. No, en serio, no, no podría. Absolutamente no. Realmente no debería salir con una mujer 24 años menor que ella, ni siquiera como amigas. Podría ser su madre.

Aún así, sintió que al menos debería responder al mensaje de texto para evitar cualquier incomodidad en el futuro. Empezó a teclear unas cuantas veces, solo para borrar la frase de nuevo cerrando.
¿Cómo podía sonar casual, pero no fría? Sin hacer una total idiota de sí misma...

"Wow, ¿Pensé que fuiste a ver a la familia?" envió, ella no le había enviado un mensaje de texto a nadie antes, y solo lo hizo como una respuesta que ahora sentía que parecía realmente extraña.
Ni siquiera un minuto después, su teléfono volvió a sonar "¡Aquí para ver a mi esposa, tonta! Salgamos".

Gwendoline tragó saliva. Así que no se había olvidado de las bromas anteriores que Jenna había iniciado, pero en las que Gwendoline había participado voluntariamente.
Era una broma, al principio, porque cualquier otra cosa sería muy inapropiada. Pero ella también recordó un pequeño arrebato que Jenna tuvo durante una entrevista en la que la llamó "mi mujer" y "mi esposa" y, sin saberlo, hizo que Gwendoline se sonrojara más que nunca desde que era una adolescente. El episodio había sido causado por los dos compartiendo un porro con uno de sus otros coprotagonistas y fue la última gota de muchas semanas y meses de miradas incómodas, bromas y comentarios que las dos habían intercambiado. Gwen había estado segura de que el balbuceo de Jenna sobre cuánto la amaba sería un claro indicio de su indulgencia anterior, pero nadie pareció darse cuenta. A través de su propia neblina autoinducida, se dio cuenta de que no se debía del todo al cannabis. No solo por lo que dijo Jenna, que Gwen se obligó a tomar con pinzas, sino por la mirada que le dirigió mientras tartamudeaba: "cuando te miro, yo solo... mi corazón..."

Desde esa entrevista su relación había cambiado. Mientras que antes había sido completamente abierta y casi bromeaba con Jenna, sintió que tenía que contenerse y no alentar la idea después. Podía ver que había ido demasiado lejos, sus miradas habían sido captadas por la cámara en múltiples ocasiones y aunque la admiración en sus ojos era genuina, pensó que se estaba volviendo demasiado pública.

Durante un tiempo, trató de seguir con su día, pero terminó en su departamento, caminando de un lado a otro y sintiendo que tenía que responder. Quería verla, tanto, pero también sentía que estaba muy, muy mal. Dios, 24 años. Eso es toda una vida. "Si fuera más joven...", reflexionó para sí misma y se sonrojó mientras un calor familiar se deslizaba por su columna hasta acumularse en algún lugar entre sus costillas.

"Podríamos ir a comer, conozco un lugar pequeño y agradable a la vuelta de la esquina del mío, ¿dónde te hospedas?"
Ella envió un mensaje de texto y se encogió ante su propia brújula moral que giraba salvajemente. Siempre y cuando no hubiera bebidas involucradas, ella se mantendría puramente amistosa y seguirían siendo amigas y eso sería todo.

"No te preocupes por eso, solo dame una dirección y una hora ;)"

Gwendoline lo hizo y luego pasó a tener una pequeña crisis existencial, luego otra mientras decidía qué ponerse cuando se dio cuenta de que estaba eligiendo algo que sabía que Jenna encontraría atractivo. "¡Maldita sea, mujer, mantente bajo control!" La pequeña charla de ánimo la puso de nuevo en marcha y simplemente eligió jeans ajustados y una camisa holgada verde esmeralda. De todos modos, el lugar al que quería ir no era lujoso.

Jenna se estaba arreglando en su habitación de hotel al mismo tiempo, preguntándose qué debería ponerse. Realmente no quería estar demasiado vestida, pero no sabía adónde iban exactamente. Pero si conocía a Gwen, no sería demasiado elegante para estar cómodo.

Mientras se maquillaba, su mente vagaba a un momento durante la filmación de 'Wednesday' cuando había llevado su pequeño juego un poco demasiado lejos.
Había sido un día largo y frío de filmación y cuando salieron del set ya no había ningún lugar donde comprar comida, por lo que Gwen la invitó a comer y beber una cerveza.
Después de tomarse dos cervezas, el tema aterrizó en qué actor o actriz encontraban atractivo pero no lo decían y ella pensó que captó una especie de mirada apreciativa de Gwendoline en un momento dado.
Estando ya un poco borracha, sonrió y se inclinó para darle un suave beso en los labios.
Si bien sirvió para que a Gwens le diera un vuelco como el suyo, también la puso sobria al instante y terminó su pequeña sesión de reunión bastante rápido después de eso.

Jenna le había dicho que lo sentía al día siguiente, que era simplemente tonta y que no debería haberlo hecho, pero en realidad, si se permitía admitirlo, no era solo una broma. Había deseado a Gwendoline desde el momento en que la conoció, probablemente antes, y sabía que sería poco profesional.
Así que los mantuvo a ambas entretenidos con estas pequeñas bromas hasta que una vez se excedió en una entrevista que todo el mundo vio. Después de eso, Gwen fue diferente y sabía por qué.

Cuando obtuvo la entrevista en Londres, inmediatamente quiso enviarle un mensaje de texto a Gwen, pero pensó que si tenía demasiado tiempo para pensar en eso, tal vez no la encontraría. Entonces ella confió en el enfoque de último minuto y funcionó. Realmente solo quería volver a encontrarse con su buena amiga, una artista respetado con el que realmente podía hablar, pero había algo más.
Estar cerca de Gwen era como una adicción para ella, tocarla hacía que el aire a su alrededor se volviera eléctrico y, aunque sabía que Gwen pensaba que era inapropiado, Cuando vio a Gwendoline, comenzó a arder una pequeña llama dentro de ella y la miró con avidez mientras cruzaba la calle hacia ella.

Cuando llegó, Jenna ya estaba parada en el frente, toda de negro, su cabello en un moño suelto, mechones cayendo sobre su rostro y sus piernas cruzadas a la altura de los tobillos en un intento de lucir tranquila y serena.
"¡Hola!" Gwendoline dijo cuando la alcanzó. "¡Siento que no nos hemos visto en mucho tiempo!" Sin ningún esfuerzo, había vuelto a la misma actitud relajada que habían tenido en el set y su nerviosismo desapareció por completo, hasta que levantó los ojos y se dio cuenta de que Jenna la miraba de arriba abajo con la expresión de un gato hambriento. para saltar.
"Hola mujer..." dijo en voz baja pero siguió con una cálida sonrisa y luego le dio un abrazo. "¡Te extrañé!"