Blue is better than Pink

ch.8

*Este capítulo podría tener contenido fuerte para unos

Cuando Hoseok se fue del apartamento con un poco de postre y restos de comida, Jimin empezó a ayudar a Seulgi a limpiar la cocina y los platos usados. Él había pensado que la mujer se había ido a dormir y le había dejado todos los platos sucios a él para lavar, pero solo había ido al baño. Estaba agradecido de que el otro hombre no hubiera actuado raro con él después de su incómodo roce de labios, pero seguía preocupado.

Lo último que quería era que Hoseok pensara que era un asqueroso. No quería perder la oportunidad de andar con él, si es que alguna vez tuvo una oportunidad en primer lugar.

Seulgi miró a Jimin fregando uno de los platos que habían usado y luchó contra el impulso de sonreír. A juzgar por la forma en que se mordía el labio inferior, estaba preocupado. Eran amigos desde el instituto y, aunque para algunos no fuera tanto tiempo, ella lo conocía como la palma de su mano. El hombre era confiado cuando se trataba de perseguir a alguien y un poco desesperado, ya que parecía estar siempre cachondo, por alguna razón. Así que, por supuesto, si la otra persona no esperaba que él fuera tan directo con sus intenciones, un beso repentino de la nada no sería apreciado. Hoseok no había tenido ningún arrebato y, a juzgar por la forma en que hablaba, el otro hombre parecía demasiado simpático y tímido como para defenderse.

Probablemente no podría matar ni a una mosca.

Se hizo amigo de ella rápidamente y se aseguró de darle la mayor parte de los postres y la comida que quedaba después de la cena, aunque Sooyoung le había pedido primero.

Suspiró cuando el hombre soltó un gruñido y se aclaró la garganta, haciendo desaparecer al instante el silencio que los rodeaba.

—Los dos están atraídos por el otro, se nota y es asqueroso, pero creo que tomárselo con más calma habría sido lo ideal. Probablemente lo asustaste, Jiminnie. ¿No crees? A lo mejor él busca una relación y tú solo te lo quieres coger. O tal vez los dos solo quieren coger.

Jimin dejó de fregar el plato y la miró con una mirada de advertencia, —Cállate, ya has hecho suficiente.

Seulgi se rió sin tomárselo en serio, —De acuerdo, señor Besitos, pero no digas que no te aconsejé.

El joven dejó el plato limpio a un lado y miró a Seulgi, que estaba guardando las especias en la despensa. Frunció el ceño e hizo un mohín como si fuera un niño chiflado, — ¿Qué crees que debo hacer? La verdad, si me quiero acostar con el.

Seulgi salió del pequeño cuarto con el ceño fruncido, como si no fuera lo suficientemente obvio, —Hablar con él, tal vez. Si se sintió incómodo, deberías disculparte. Luego pueden hablar sobre qué hacer en la cama, o si quieren intentar algo más serio.

Jimin asintió, eso parecía lo más razonable.

Cuando el reloj marcó las tres de la madrugada, Hoseok llegó a su apartamento con los varios platos que Seulgi se empeñó en darle. Le había dado vergüenza tomar mucho de ellos, pero cuando Jimin insistió, tuvo que aceptar.

Wendy seguía viendo algún reality show cuando él volvió, y parecía que se había servido la bolsa de chocolates que él había comprado la semana pasada. No solía comerlos, así que no le importó. Cuando cerró la puerta y se dirigió a su pequeña mesa marrón, oyó a Wendy suspirar desde la sala, —Por fin regresaste. ¿Por qué tardaste tanto?

Ella se levantó, y mientras Hoseok intentaba responder y sacar los postres que había recibido para colocarlos sobre la mesa, ella miró los grifos rosas de los recipientes de cristal y preguntó secamente, —O mejor aún, ¿quién te hizo tardar tanto?