De malentendidos y propuestas

Neymar

El primer día no salieron, al menos no Checo y Christopher, el cantante estaba todavía recuperándose y el piloto no iba a abandonarlo en el hotel. Intercambió llaves con Canelo para así poder seguir cuidando del menor.

—Oye no sé que tan buena idea sea esto, si descubren que dejamos a un alfa y a un omega soltero solos en una habitación de hotel nos azotarán a todos.

—Ya me preocuparé por eso después, no voy a dejar solo a Fer, mira en el que estado está, se ve terrible.

Terrible no era la palabra, ciertamente no estaba en su mejor condición pero se veía como recién salido de una orgía y al mismo tiempo como si posara para Playboy, ni medio muerto por combinar medicamentos con alcohol el maldito omega dejaba de verse como estrella porno. Claro, Saúl no diría su elocuente observación frente a Checo que al ver crecer a Christopher lo veía como a un cachorro. Y el alfa ya estaba muy enojado con él.

—No te preocupes estará bien en unas horas.

—Eso espero, si no empieza a abrir los ojos en unos minutos lo llevaré al hospital.

Saúl sonrió ante eso, Fer estaba bien, lo peor había pasado ya varías horas atrás, ahora solo estaba recuperándose del viajesote y como tal no quería dejar de dormir.

—Ya escuchaste Fer, si no te pones bien papá Checo empezará a exagerar. Vamos no te puedes morir, si lo haces todos nos van a querer comer vivos, tu trasero es tesoro nacional.

Ante lo último el alfa jaló del cabello al pelirrojo como reprimenda.

—No empieces Saúl.

—Eso dolió auch.

El otro omega abrió un poco los ojos para reírse de ellos a gusto. Checo se sintió aliviado de ver a Christopher despierto, aun estaba preocupado claro, pero era un avance.

—Como sea, hoy no saldremos, Fer necesita descansar. Pero tú, tu si te vas a la de ya, tienes que buscar a Memo y encontrar la forma de disculparte, no estas aquí para perder el tiempo.

—Después de las amenazas que solté no me van a dejar acercarme ni de broma al hotel donde se hospedan, hoy ni siquiera juegan y los aficionados argentinos ni bien me vean van a querer lincharme.

—Ese no es mi problema, no se que harás pero te las arreglas tu solito, exactamente como te metiste en todo este embrollo. Ojalá fueras tan bueno para arreglar tus pendejadas como lo eres para meterte en pedos.

Y Saúl así salió con dirección al estadio. Para fortuna de Saúl y mala suerte de Checo, los únicos boletos disponibles a estas alturas eran... Bueno, tenían pases especiales con acceso a los jugadores y se sentarían rodeados de jeques árabes y muy cerca del Emir de Qatar. Una idea era esperar a mañana para poder sorprender a Memo y a su prometido, pero era una malísima estrategia, las cámaras estarían por todas partes y tal vez terminarían protagonizando el siguiente escandalo si algo salia mal en su disculpa.

No había forma de llamar a Memo porque el alfa le había llamado mientras aún estaba en el avión, no lo dejó responder, solo, le gritó y lo regañó como nunca para luego colgar y bloquearlo. Memo no iba a terminar su amistad con él pero dejó bastante claro que que no quería escuchar ni media palabra de su boca en un buen rato.

Checo no lo iba a ayudar, Christopher estaba muy mal para ser su cómplice, su única oportunidad era ir al estadio y convencer a alguno de los jugadores de que le ayudara a pasar la seguridad del hotel. Si pedía algún teléfono corría el riesgo de que Memo volviera a colgar y se negara a escucharle.

¿Hoy quién jugaba?

Países bajos, Qatar, Ecuador, Senegal, Gales, Inglaterra, Irán, Estados Unidos... No conocía a nadie de esos países, bueno, se acercaría a los Ecuatorianos al menos ellos hablaban español.