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Matt 

Estamos a mitad de las vacaciones de verano y no he vuelto a hablar con Tai, sí me ha dolido que no viniera, pero no le rogaré, si no quiere venir para las vacaciones de invierno tampoco insistiré, estos no eran los planes, además un chico llamado Kenji me empieza a interesar cada vez más.   

Finalmente después de un par de meses Tai me ha buscado y lo hemos arreglado, pero ya no es lo mismo, me siento alejado de él, y él tampoco es tan cariñoso como antes, quiero que éste bien, siento que ese es el motivo principal de contactarlo, saber que está bien, lo romántico se ha ido desvaneciendo y duele reconocerlo.   

A dos meses de las vacaciones de invierno,
he frecuentando mucho a Kenji, he querido besarlo montones de veces pero me he frenado por Tai, ya no aguanto la situación, quiero estar con él, pero no terminaré una relación a través de una llamada, siento que hacer eso es de niños, creo que lo mejor es esperar hasta que vuelva y terminar en persona.   

Tai

He llegado hace un rato a mi casa, estoy feliz de estar en casa, Matt no fue por mí al aeropuerto, siento que aún está molesto, yo muero por verlo, pero ahora necesito ponerme al día con mi familia, están todos emocionados por que les cuente como me ha ido, Kary es la más contenta, me ha hecho galletas y no para de hablarme de la cantidad de amigos que ha hecho en la escuela.

A media noche me voy a la cama, estoy agotado, le envío un mensaje a Matt preguntando a qué hora nos podemos ver mañana, que si quiere que vaya a su casa, me responde que está en una fiesta, que no puede hablar conmigo, que mañana cuando despierte me enviará un mensaje, me entristece un poco su respuesta, pero muero de sueño y me duermo enseguida.

Me levanto, tomo el desayuno con mis padres, juego un poco de videojuegos con Agumon, almorzamos y nada... Reviso mi teléfono pero no han llegado notificaciones. A las cuatro de la tarde recibo un mensaje de Matt pidiendo que nos encontremos en el parque que está cerca de mi casa a 10 minutos.

- Claro, te veo en un rato. - Respondo extrañado. - Pero no prefieres que mejor vaya a tu casa?

- No, en el parque está bien. -

Al llegar lo veo sentado, no se ha volteado a ver si ya vengo, solo mira el suelo, como buscando algo en su cabeza que no encuentra, hoy hace mucho frío, hubiera preferido encontrarnos en otra parte, hay un viento que me cala los huesos, es tan lindo de perfil, está un poco despeinado por el viento, tengo tantas ganas de correr y abrazarlo, pero me freno, veo preocupación en su postura, al llegar solo me paro frente a él, me mira, se para y me da un fuerte abrazo, pone su nariz en mi cuello, lo que hace que sienta más escalofríos de los que ya tengo, huelo su perfume, no sabía cuánto necesitaba este olor, un olor familiar, tan masculino, tan de Matt, luego de un rato toma mi cara y me planta un beso, siento que mi corazón va a estallar, lo reclamo con fuerza y ternura a la vez, mi lengua se apresura al querer entrar en su boca, trabaja más que mis labios, tenía tanta necesidad de esto, no puedo saciarme, acomodo mi cabeza para que su lengua tenga un mejor camino, pero siento como me suelta, separándonos lentamente, nos sentamos en la banca, quiero abrazarlo pero algo en mí, me dice que no lo haga.

No Soy lo que Mereces (Gay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora