Eres una estudiante de universidad en su último semestre, dónde conoces a un nuevo maestro que viene del subsuelo llamado Sans, quién es un esqueleto que parece que sólo llega a alborotar tus sentidos.
Logras pasar más tiempo con él fuera de las cla...
Apenas pudiste dormir, fuiste a la universidad, pasó el día... Hoy no había clase con él, pero no importaba... Lo verías a la salida y todo sería genial. El tiempo pasaba lentamente para ti, al llegar la hora, te despediste de tus amigos y casi saltando de emoción caminaste hacia el laboratorio.
Tocaste la puerta, estaba abierta... La abriste lentamente y dijiste:
-Profesor Sans?
No escuchaste respuesta, así que sólo entraste.
El laboratorio, además de las mesas, el escritorio, la regadera de seguridad, algunos aparatos y muebles, tenía dos pequeños cuartos, uno era una oficina para el maestro encargado del laboratorio y otro en donde se encontraban los recipientes, termómetros, ácidos, soluciones y demás materiales frágiles, especiales para la materia.
Escuchaste un leve sonido de cristal viniendo del cuarto de materiales, a lo que te dirigiste ahí, asomando la cabeza por la puerta, con algo de nerviosismo, repetiste:
-Profesor Sans, ¿Está usted ahí?
Descubriste al esqueleto acomodando los vasos de precipitado, con una bata de laboratorio por encima de su chamarra, el cual al escucharte se golpeó la cabeza con uno de los estantes.
-ow! —Dijo sobándose el cráneo y volteándote a ver sorprendido— disculpa, no me había dado cuenta que ya habías llegado, heh.
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"Que tierno..."
-No, perdone fue mi culpa, supongo que debí hacer más ruido al entrar
-no no no no, está bien, olvídalo... —Sans te observó y luego observó a su alrededor— bueno, entonces... ya conoces el laboratorio, supongo que no tengo algo que explicarte cómo tal de sus partes e instrumentos y eso...
-Yo... Tengo algo de conocimiento al respecto, si...
-bueno, aún así me puedes preguntar cualquier duda que tengas, aunque quería comentarle que tuvo suerte porque hubo problemas con los tubos de gas en las primeras horas, así que se cancelaron las actividades de hoy, no hay nada que limpiar, así que sólo estaba acomodando un poco y...
Mientras hablaba, Sans salía del cuarto de materiales y tú lo seguías, parecía dirigirse a su oficina, en lo que caminaba se quitaba la bata de laboratorio y la colocaba en un perchero en el interior de la oficina, la cual era pequeña y algo desordenada. Recordaste que a pesar de ser un maestro y una figura de autoridad para ti, seguía siendo un adulto joven, justo como tú.
Verlo quitarse solamente una bata de laboratorio, de nuevo despertó tus pensamientos pervertidos... Te parecía atractivo verlo con esa formalidad que le daba la bata de laboratorio, así que lo imaginaste sólo con esa bata puesta, acercándose a ti lentamente, sus ojos puestos en ti mientras se la quitaba poco a poco...
-uh... señorita ________?
-Oh, lo siento!... Me podría repetir lo último que dijo, es que... A veces puedo ser muy distraída...
-... claro. le preguntaba que no sé si quiera retirarse temprano por hoy o perder el tiempo conmigo hasta que cumpla con su horario de hoy.
-¡Perder el tiempo! —Dices casi gritando, asustando al esqueleto frente a ti— er... Quiero decir, pasar el tiempo me parece bien... De todas formas mi autobús ya se fue...
- woah, okay... y calma... que me alteras los nervios
-Um... Profesor, usted... ?
-heh, ya se que no tengo nervios realmente, ese es el chiste
Dijo el esqueleto guiñando el ojo de nuevo. El chiste realmente era malo, pero te hizo reír mucho de todas formas y eso a su vez hizo sonreír a Sans... Sonreír de verdad.
