De posesiones y traumas

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ADVERTENCIAS: Menciones a películas simplemente horripilantes y asquerosas (The Human Centipide y NEKromatic). Humor oscuro. Temas para adultos mayores de edad y con un fuerte estómago (nada gráfico, solo por las películas mencionadas). Si son sensibles a este tipo de temas, por favor denle en "X" para que no se lleven una mala experiencia.

Los personajes pertenecen a Masami Kurumada. La imagen de portada es del anime, cuando Ikki aplica el Golpe de la ilusión diabólica del fénix a mi precioso y lindo Kanuchi ¡Mi bebe no merecía tanta crueldad! 

Este fanfic participa orgullosamente en el Trickor Treat Saint Week DMSL organizado por Draw Make Slash Lev.

Advertidos están los que se aventuren a leer... Muajaja... cof.. cof...

—De posesiones y traumas—

—¡Traigan a un sacerdote! ¡Este muchacho necesita un exorcismo! —bramó Shion, atando con rudeza las manos del pobre hombre que yacía sobre la cama. En su boca tenía un calcetín para impedir que hablará, sus pies y brazos estaban fuertemente sostenidos por sus compañeros. Sacudía con violencia su cabeza y luchaba por zafarse del agarre de sus estúpidos captores.

—¡¿Cuál sacerdote?! —espetó Dohko, moviendo las manos de manera exagerada —¡Traigan al mismísimo Papa! ¡A Constantine!

Si no estuviera atado, se hubiera tomado el tiempo de exclamar un "¡¿Qué?!" al escuchar al viejo maestro hacer una referencia a los comics de DC.

—Yo opino que es mejor traer a la misma Athena. —farfulló Aioros mordiéndose los labios, sujetaba al que consideraba su mejor amigo de los hombros para impedirle que se pusiera de pie —Saga ha vuelto a ser poseído por Ares de nuevo. Solo ella puede sacar a ese malévolo dios de su cuerpo.

El mencionado no atinó a más que mirarle con ojos asesinos, de no ser por el calcetín sucio que tenía en la boca ya le estuviera recordando su madre al arquero por esa tremenda acusación tan falsa.

—¡Maestro! —volvió a decir el Sagitario —Me está mirando feo.

—Pícale los ojos para que no te vea. —Saga movió la cabeza al ver el trayecto de esos dedos.

—¡Mphmphmph! —exclamó desesperado por poder articular palabra, pero Aioria no tardó en meterle más la jodida calceta, provocándole una arcada.

—¡No lo dejen hablar! ¡El demonio dentro de él nos quiere comprar con sus promesas vacías! —vociferó el leonino. Saga volvió a realizar un sonido repugnante, se estaba ahogando y le estaba dando un asco enorme.

—¡Ew! Va a vomitar. —escuchó decir a Afrodita desde la seguridad de la puerta —¿Dónde está el apestoso de Ángelo cuando se le necesita? Podría sacarle el alma en lo que sabemos que hacer.

—¡Ataló bien Shion! —ordenó el enano del grupo; Dohko. El más enano y pesado, porque estaba sentado sobre sus piernas para impedir que siguiera pateando, ya se había descontado al pobre de Shura, que estaba sentado en un rincón agarrándose sus partes privadas. Milo era un caso distinto, ese fastidioso estaba sangrando a chorros por la nariz por la tremenda patada que le metió.

Se lo merecían, malditos idiotas.

Se volvió a sacudir con más fuerza, rogó a cualquier entidad en el universo para que le soltaran y le dejaran respirar. Sentía como las lágrimas se agrupaban en sus ojos por la falta de aire y por el contenido en su estómago que clamaba por salir. Si seguía así, iba a terminar conociendo al mentado San Pedro del cual hablaba Shura y Ángelo con frecuencia.

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