🍖🗡

3.3K 257 89
                                    

Estaba agotado, sus piernas no daban para más, no tuvo otra opción que detenerse en una esquina y recargarse en una pared, necesitaba llenar sus pulmones de aire

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Estaba agotado, sus piernas no daban para más, no tuvo otra opción que detenerse en una esquina y recargarse en una pared, necesitaba llenar sus pulmones de aire.

Miró a sus costados, cerciorándose de que por fin había perdido a esa señora y niños —Se rendieron...— murmuró con una sonrisa al confirmar que la mujer que se autoproclamó su 'mamá' y aquellos mocosos, sus 'hermanos' ya no estaban detrás de él.

Ahora solo le quedaba regresar a casa, o más bien al lugar que Galley-La Company les había ofrecido como hospedaje a él y sus nakamas, así que se preparó para recorrer unos cuantos kilómetros, le tendría que exigir a su cuerpo un poco más antes de darle un merecido descanso.

Ajustando sus katanas inició su viaje, sabía que sería largo y duradero, pero el podía lograr lo que sea.

Grande fue su sorpresa cuando al doblar la esquina se encontró frente a esa casa. Bueno... era su día de suerte.

Solo necesitó unos cuantos pasos para llegar a la entrada, percatándose de que la puerta estaba abierta, alguien más estaría en ahí, cosa que no era importante, ellos ya sabían que no debían molestarlo mientras descansaba.

Cruzó la sala y escucho unos ruidos, como si golpearan metal.

Se adentró al siguiente cuarto, la cocina, donde descubrió a su capitán con la mitad del cuerpo metido en la alacena, lanzando ollas y otros utensilios al suelo, ignorando el hecho de que los estaba dañando, eso haría enojar al cocinero —'Espero que después siga con las cosas de vidrio'— pensó para si mismo al imaginarse la cara que pondría al rubio al ver todo el desastre en la cocina.

Hola Luffy— saludó mientras pasaba a unos metros de él.

Oh, hola Zoro— respondió sin prestarle mucha atención, ahora mismo tenía la importante misión de investigar el refrigerador y en su lista seguía cualquier gabinete o lugar donde pudiese haber comida escondida —Mmm... es inútil, no hay nada, todo esta vacíooo...— exclamó deprimido por no encontrar ni un solo trozo de carne o algo que pudiese devorar.

Hace un buen rato que se trago toda la comida que había comprado ese mismo día y no tenía más berries para salir a por más, pensó en la posibilidad de pedirle dinero prestado a Nami pero está se hallaba de compras junto a Robin, no podía salir a jugar con Ussop porque estaban peleados, tampoco sabía dónde encontrar a Chopper, y Sanji había ido por las provisiones, básicamente, estaba aburrido, sin comida y sin diversión.

Entonces de la nada lo recordó... sí había alguien más aparte de él en la casa.

¡Ou! Tal vez Zoro tenga comida— Con nueva esperanza, se levantó apresuradamente y avanzó a la recamara donde toda la tripulación masculina dormía.

Zoro ¿tienes comida?— preguntó apenas puso un pie en el cuarto, más no recibió respuesta alguna, se acercó un poco más a una de las literas, aquella donde el peliverde descansaba claramente dormido.

𝑻𝒆𝒏𝒈𝒐 𝒉𝒂𝒎𝒃𝒓𝒆~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora