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al dia siguiente, ya jueves, nos la pasábamos igual de separados con marcos, entendía que ambos estemos aclarando nuestros sentimientos, más el que yo, pero dolía demasiado que no habláramos

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al dia siguiente, ya jueves, nos la pasábamos igual de separados con marcos, entendía que ambos estemos aclarando nuestros sentimientos, más el que yo, pero dolía demasiado que no habláramos. me estaba matando.

por mi parte estuve con nacho todo el día, intentaba que algo de él me llamara la atención más allá de una amistad pero no sucedia. me estaba forzando a algo que no pasaba y eso me hacía sentir culpable.

igualmente a él lo veía más cercano a lucila, ella tampoco lo dejaba en paz. hacían como un histeriqueo muy obvio para toda la casa, la verdad que no me molestaba.

estaba dispuesta a darnos un día más, que nos saquemos todas las ganas en la fiesta y quedar definitivamente como amigos, él por su lado y yo por el mio.

romi había salvado a daniela de placa, luego de tantas peleas e indirectas por los otros participantes, decidió serle fiel a su pequeño grupo. admiraba demasiado eso, era complicado mantenerse leal en una casa donde se debía eliminar gente y jugar.

yo no pensaba ser leal en instancias finales, una vez dentro de la casa uno tiene que comenzar a jugar y de a poco le estaba sacando las caretas a muchos. conmigo si que no iban a jugar.

desde adentro de la casa, luego de la cena, pude ver como casi todos los chicos de la casa estaban mirando la luna mientras agustin les hablaba. me generó demasiada curiosidad por lo que decidí salir a hacer lo mismo.

- ¿qué se supone que estas mirando?- pregunté parandome al lado de marcos, se podía notar una mínima tensión entre ambos

- les decía que mi mamá dice que si ves un conejo en la luna estas enamorado. yo lo veo - me contestó agus mirando hacia arriba

mi mirada inmediatamente pasó del satélite en el cielo hacia marcos, quien ya se encontraba mirándome.

- sabe', agu', que yo también lo veo - añadió thiago

mi mirada volvió hacia la luna y extrañamente podía ver un conejo, me parecía algo completamente extraño.

- ¿lo ves, primo? - preguntó agustín posando su mirada en ambos mientras sonreía

- sí

- ¿vos, colito?

- también

ambos lo veíamos.

o era todo un delirio o era demasiada casualidad.

nos volvimos a mirar como si quisiéramos decirnos un montón de cosas ocultas pero nada salida de nuestras bocas. la tensión anterior se había agravado y ahora se podía cortar con un cuchillo.

- no se con que se dan ustedes pero yo solo veo a la mamá de marcos en cuatro - dijo por primera vez desde que salí de la casa alexis

con marcos rompimos el contacto visual para reírnos del chiste del conejo. agradecía que haya interrumpido el momento.




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no pude dormir durante toda la madrugada del viernes, los ojos se me cerraban solos pero no podía permitirlo. estábamos llegando al final de una prueba semanal que duraba veinticuatro horas, ojalá ganemos todo el presupuesto porque realmente todos estábamos haciendo un sacrificio.

me había tocado dentro de todo con gente que me habla, aunque si no lo hacia día a día por lo menos ponía un poco de esfuerzo para que aquellos minutos sean los más llevaderos.

faltaba cada vez menos para llegar al final cuando suena la alarma que indicaba quienes debían ir y aparecía mi nombre en la televisión gigante de la sala junto con el de marcos, probablemente éramos los últimos en participar, toda la casa nos apoyó desde donde estaban, supongo que el cansancio ya nos estaba haciendo mal a todos.

me tire exhausta sobre uno de los sillones para luego tirar mi cabeza hacia atrás.

- necesito dormir ya o próximamente voy a matar a alguien - dije apretando con fuerza el botón, no quería que por un error mio fracasamos

marcos a mi lado se rió, tenía una cara de dormido que me fascinaba y extrañaba ver todas las mañanas cuando despertaba a su lado. aparte de su pelo desordenado debido a la corridas que estábamos realizando hace casi un día entero.

me lo quedé mirando un rato que no me di cuenta que me estaba hablando.

- ¿prima, se durmió con los ojos abiertos? - preguntó marcos antes de lanzar una pequeña risa y mover su mano adelante de mi cara para ver si reaccionaba, pestañe varias veces para despejarme

- perdón, estaba colgada - dije enderezandome sobre el sillón, él me inspeccionó de arriba hacia abajo

- te decía que ya terminamos, que somos los últimos

asenti ante lo dicho y nos quedamos en silencio por unos segundos.

- sobre lo que dijo agus..  - comenzó a intentar rellenar el silencio, lo interrumpí

- es medio raro, hay que admitirlo

- raro fue que los dos lo hayamos visto

en eso tenia razón. cuantas probabilidades existían que justo ambos en la situación en la que estábamos hayamos visto un estúpido conejo en la luna. maldecía internamente el dicho de la madre se agustín

- aún más raro cuando vos no sabes lo que sentis

el silencio volvió a reinar entre nosotros. yo tenía razón, capaz fui un poco brusca en decirlo pero era la verdad, si tanta confusión tenía por que alardeaba de estar enamorado.

- yo te prometí una cosa ayer y te juro que la voy a cumplir. ya lo estoy cumpliendo, por algo te dije lo que te dije

mi corazón se aceleró y cuando estaba a punto de decir algo sonó la alarma indicando que la prueba había finalizado. de la nada llegaron los participantes que estaban despiertos a tirarse sobre ambos para poder abarazarnos entre todos. fue un esfuerzo enorme.

luego de la euforia y emoción todos comenzaron a irse a dormir, yo estaba por hacer lo mismo cuando marcos me tomó del brazo.

- descansa, prima - dijo para luego darme un beso en la frente e irse hacia el cuarto de los chicos

me dejó ahí parada con un zoológico en la panza.

amor en juego | marcos ginocchio Donde viven las historias. Descúbrelo ahora