¡un crío en la scaloneta! ; enzulian

11: Felicidad (Final)

El 2023 finalmente había llegado y con este algunos cambios en la familia Fernandez, aunque la mayoría venían de la mano de Enzo. El alfa aun no sabia en que club terminaría, si en donde estaba antes o el Chelsea, pero mientras eso se decidía la pasaba bomba de sus mini vacaciones junto a su familia.

Y bueno, después estaba su cambio de look.

—Buenos días amor —Saludo el alfa a su omega recién despierto, para luego darle un pico en los labios.

Julian aun no se acostumbraba a ver a su pareja con el pelo platinado, desde que conoció a Enzo este siempre tuvo su cabello negro. No diría que le quedaba mal, pero tampoco podría decirse que bien.

Digamos que era aceptable.

—Hola amor —Álvarez sonrió mientras se desperezaba. En eso sintió las manos que estaban descansando en su cintura bajar lentamente hasta su trasero y luego recibió un apretón.

—¿Dormiste bien? —Pregunto Enzo, apoyándose en su codo para mirar al omega desde otro ángulo.

—Amor ahora no —Dijo Julian, ya sabiendo las intenciones de su pareja.

—Va a ser rápido, lo prometo.

—No, Lu puede entrar y...

Fernandez amaba besarlo de sorpresa, porque sino Julian no se explicaba las besos que Enzo le daba cuando no quería dejarlo terminar de hablar. Aunque a pesar de todas sus quejas, termino correspondiendo al beso.

Las caricias en su trasero pasaron a ser ligeros roces en su abertura ligeramente lubricada, los gemidos de Álvarez morían entre los besos que se daban y los gruñidos que lanzaba de vez en cuando Enzo no hacían mas que calentar el ambiente.

Comenzaron a dejarse llevar, el alfa se subió sobre el mayor, haciéndose un espacio entre sus piernas mientras trazaba un camino desde los labios ajenos hasta su cuello y luego seguía bajando. Julian no hacia mas que jadear ansioso.

—No sabes lo que extrañaba tenerte así todas las noches cuando estábamos en Qatar —Susurro el menor en el oído del castaño, su respiración ligeramente entrecortada.

—Enzi... —Gimió en voz baja el mayor.

—¿Qué necesitas amor?

—Quiero tu...

—¡Papi, mami! ¡Llegalon los letes!

Rápidamente la pareja se acomodo antes de que su hijo entrara a la habitación, subiendo la sabana para tapar gran parte de sus cuerpos desnudos. Justo a tiempo lograron taparse antes de que Lucas se metiera en la pieza.

—Lu ya te dije que tocaras la puerta.