Universidad Haston

102 20 11
                                    

Es la hora, ya se me ha agotado los días junto a mamá y Estela.

Mi cuerpo yace dentro del vehículo con vista hacía la gran estructura que tengo justo delante de mis ojos. Este lugar es impresionante, tiene una amplia zona verde con bancos y mesas de madera por lo visto muy costosa, edificios con fachadas elegantes y tonalidades grises, grandes ventanales y una pequeña fuente de agua, esto es precisamente lo que buscaba.

-Bueno,es hora de despedirse Maxi-pronuncia Estela con un poco de tristeza- espero disfrutes de este lugar.

-Linda, solo serán un par de meses- dice mamá acariciándole el cabello.

-Lo sé pero lo voy a extrañar mucho, quién me bajará el cereal de la repisa ahora?

-Vamos-digo con tono de burla

-creo que mamá puede hacerse cargo de eso.

-¿Es en serio?-expresa la mayor- no puedes irte sin antes dejar una broma sobre mi estatura, cierto Max?

-Oye mamá no es para tanto, además todos sabemos que eres muy bajita-suelto una pequeña carcajada.

-Que tonto eres Max Guillermo.

-Max Guillermo eh?-dice con tono de burla la pequeña de piel blanca.

-Que graciosa ma.

-Lo sé hijo, eso lo heredé de tu abuelo así como tú lo heredaste de mi- expresa con orgullo.

-Bueno no sé si hayas heredado entender el sarcasmo, porque es lo que acabo de usar.

-Claro que sí, cariño-dice burlonamente-solo que me gusta hacerte enojar, pero ya es hora de irte.

-Las voy a extrañar muchísimo- miro fijamente a ambas- trataré de llamarlas por las noches, las amo.

-Seguro hijo, te amamos más.

Con un beso en la mejilla me despido de las dos. Salgo del auto y una brisa fría acaricia mi piel, el clima está nublando, mi favorito. Tomo mi equipaje y camino hacia dentro del lugar.

Por los pasillos mi mirada tropieza con un par de personas, chicas y chicos apuestos, adinerados y con miradas llenas de superioridad, una a excepción capta mi atención. Se trata de una rubia con cabello ondulado, figura esbelta, estatura adecuada, sonrisa radiante, ropa bonita y unos ojos que me hacen recordar un lindo cielo azul.

Paso frente a ella sin dejar de mirarla, a lo cuál responde con una pequeña sonrisa.

Sigo hasta que llego a mi dormitorio, abro la puerta consiguiendo dentro de este a un chico alto con un buen porte.

-¿Tu debes ser Alex Miller cierto?

-Eso es correcto, Max Evans.
Sonrió y ofrezco mi mano.

-Un gusto compañero - Aprieta de ella- siento que nos llevaremos bien.

Acomodando mis cosas, salgo con el chico al pasillo, tendremos nuestra primera clase en unos minutos.

El aula está pintada de blanco, tiene asientos cómodos y una buena iluminación. Alex ofrece que me siente junto a él, para poder hablar un poco más.

-Dime, ¿qué edad tienes?- pregunta curioso.

-Tengo 17 años- susurro.

-Cielos, pensé que se debía ser mayor para entrar a esta universidad -pronuncia sorprendido.

-Así es, solo que mi padre tiene buenos amigos acá y consiguió que pudiese entrar, además de que solo me falta un mes para cumplir la edad que corresponde -digo de manera relajada.

-Entiendo, tu papá es bueno en esto, tienes suerte- dice.

-Claro, como sea.

El tema de mi padre no es para nada uno de mis favoritos, la verdad me incómoda mucho; pero tranquilos que durante el proceso irán entiendo las cosas.

En ese momento no le prestó atención a él sino a quién ha entrado por la puerta, la profesora Jésica está acompañada de la rubia y parece que vienen hablando sobre un tema gracioso pues traen consigo pequeñas carcajadas. La segunda toma asiento mientras que la segunda habla.

-Buen día chicos creo que ya todos me conocen, soy su...

-Disculpa, yo no te conozco-
se escucha una voz femenina proveniente de una esquina, es una morena de cabello largo y castaño- falte la semana pasada, me encontraba...enferma.

-Entiendo tranquila, bueno como decía soy su profesora de relaciones y comunicación.

-Oye, habla sobre relaciones amorosas o solamente sexuales?- pregunta un idiota.

-Por favor señor Maston, no creo que sea un comportamiento apropiado para un universitario de su edad-expresa esta con furia- creo que no estoy tratando con niños de preescolar o si?

-Claramente no señorita Jésica, solo que algunos no saben un poco de modales- habla por segunda vez la morena.

-Tu no te metas, tonta-Expresa Maston- ya por favor, comience que no perderé el tiempo.

La clase se encuentra entretenida y entendible, Jésica es muy buena en esto.

Al terminar todos, muchos ya con planes para hoy por la noche- sí, está gente es apresurada.

-¿Quieres ir a comer pizza esta noche? Yo invito.-Dice Alex.

-Me parece genial, haré algunas cosas y ya luego voy a la habitación- le digo-muchas gracias por invitarme .

Saliendo este último, solo que damos ella y yo en el sitio.

-Entonces, te quedarás hay parado o me preguntarás mi nombre? -dice esta con gracias.

-Lo siento- me trabo al hablar, que tonto de tu parte Max. - soy...

-Max. Eres Max Evans y ya se de tí.-quedo perplejo con esas palabras--tu madre es Marilyn Anderson, la dueña de la empresa de cosméticos Bella Ander' no?

- Sí, así mismo es-digo con nerviosismo, mis manos están sudadas -es mi madre.

-Lo sé tonto, los he visto en las noticias. Su marca me gusta mucho, de hecho las sombras que traigo puestas en mis ojos, son de ella.

-De verdad? Que bien, la verdad te luce mucho- expreso sinceramente, relajando la tensión que se había creado hace segundos.

-Gracias-expresa gentilmente, tiene gestos de niña pequeña.

-No es nada. Por cierto, ¿cuál es tu nombre?

-Soy Chloe Coleman y debo irme, se me hace tarde para salir.

-Un gusto, hablamos luego- camino hacia fuera-Ey Coleman, eres muy linda- expreso directamente.

A pesar de la distancia entre ambos puedo ver qué se sonroja, es una chica muy atractiva. Ahora saldré esta noche con Alex, es una persona increíble.

Nota:
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Sufrimiento ahogado Donde viven las historias. Descúbrelo ahora