Noche De Pactos Y Fuego

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La noche caía sobre la casa dándole un aspecto lúgubre. La luna parecía brillar con más intensidad aquella noche de verano. Era junio y yo dormía con las ventanas totalmente abiertas desesperado por que la ligera brisa entrase a refrescarme aunque fuese de forma efímera.
Me incorporé un poco intentando encontrar una posición que me resulte cómoda para seguir con mi lectura. Cerré los ojos suspirando por el calor de aquella noche, logrando que mi cuerpo se relajara por unos segundos hasta que los abrí en el momento que noté unos ligeros pasos haciendo crujir el suelo de madera del segundo piso, camino hacia mi habitación. No le di importancia, quizás fuese mi madre queriendo recordarme algún recado que debía hacer o puede que Tommy con el pretexto pesado de que mañana le acompañase al parque que estaba a dos manzanas de nuestro hogar. Sin embargo, algo en la forma de aquellas pisadas me indicaban que no se trataba de ninguno de ellos. Me resultaban familiares pero no en el sentido de implicar lazos de sangre.

La puerta se abrió y me sorprendí en un principio al ver a babe en mi cuarto... ¿Que demonios?

-¿Quién te ha dejado entrado? - fue todo lo que pude decirle, me sorprendió para mal que estuviese aquí de noche, interrumpiendo mi lectura. Pero por alguna extraña razón me parecía agradable verle de nuevo pese que habíamos pasado la tarde juntos bebiendo.

-Tu hermano - contestó él sin más entrando más y cerrando la puerta como si alguien le hubiese dado permiso.

-Maldito sea el cabrón, en serio le mato - suspiré frustrado dejando mi libro encima de mi cama, me incorporé del todo.

-Creí que te gustaría la sorpresa - algo en la inocencia con las que Nathan esbozó aquellas palabras crearon una excitación extraña en mi. La presencia de mi amigo, mi casi amante no me era indiferente...Por lo contrario me producía cierta calidez, pero quería estirar más aquella situación tensa.

-Ya ves que no - contesté con más desdén del que me hubiese gustado - Además no te he invitado así que deberías volver a tu casa antes de que comiencen a echarte de menos.

-Richard... Le dije a mi padre que no iba a dormir en casa.

-¿Y por qué dijiste eso?

-Muy bien, le diré a tu hermano que me invite - contestó ya algo harto de mi. El cabrón era realmente terco cuando quería algo.

-Esta bien - me rendí - Quédate si quieres

-Gracias

Suspiré de nuevo, a veces Nathan era increíblemente persistente, tanto que me molestaba. Se sentó junto a mi en la cama observando mi libro.

-Deberías variar un poco la lectura - respondió mientras abría mi libro y lo ojeaba.
Maldición ¿Por qué Nathan también tenía que decirme aquello? Mi familia siempre me reprochaba que era un holgazán obsesionado con el crimen, que debería poner más empeño en mis clases que debería madurar porque ya no era un niño.

-¿Para qué cambiar algo que funciona? - pregunté - En verdad me alegra que estés aquí

-Cualquiera lo diría, Dick - la expresión seria de Nathan me hizo reír y ante esto él también pareció calmarse un poco y esbozar una cálida sonrisa

Dios, Nathan era realmente atractivo cuando no tenía cara de amargado todo el día. Le observé sentado en mi cama, se había cambiado de ropa antes de venir, sentía el olor a colonia con la que a veces se empapaba, estaba realmente guapo.

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