'juste un objet sexuel' [Quackity]

Prólogo.

Revolvio la sopa de derecha a izquierda, una mueca de preocupación adornaba su rostro cansado, movio la perilla que estaba de su lado derecho, apagando así la estufa. Sacudio la cuchara en la boca de la olla y posiciono esta a un lado de la estufa; Voltéo y camino hacia el comedor sentandose en una silla, poniendo sus codos en esta y posando sus delgadas manos en su barbilla viendo atentamente la puerta de la sala, esperando con ansias que se abriera y dejara ver a su hijo quien ya estaba tardando en llegar de su secundaria.

Suspiro. Cansada de lo mismo, de tener que esperar con intranquilidad que la maldita puerta se abriera y dejara ver a su hijo sano y sin ningun golpé, y algo que la dejaba a un más intranquila era saber que los estupidos de los profesores no hacian nada para salvar a su hijo de aquél Bullyng que sufría su unico hijo. Había ido a denunciar esto, pero la policia simplemente le dijo que "No era su problema si su hijo no se defendia, y dejaba en claro que no permitiria que aquellos actos siguieran", agarro su cabello con fuerza y lo apreto ansiosa.

Cerro sus ojos, recostando su cabeza en el suave mantel color amaranto durmiendose lentamente.

Su expresión cambio a una tranquila al no estar consiente de si misma, hacia un poco de frío en el cuarto pero aun asi pudo conciliar el sueño.

......

La puerta se abrio de golpé, ocasionando que la señora abriera los ojos y dejara de dormir tranquila.

Observo como su hijo corrio hacia las escaleras, sin cerrar la puerta; se asusto y de igual manera cerro la puerta de madera y subio las escaleras hacia el cuarto de su hijo. El cual tenia en la puerta una figura de un patito amarillo, unos cuantos corazones y un cartel aue decia "I'd turn back if i was you" , giro la perilla redonda esperando que se abriera y al ver que no lo hizo decidio tocar suavemente.

-Quackity, hijo, abreme porfavor..-hablo devilmente sin escuchar una respuesta, volvio a tocar, una y otra vez.

Se voltéo para irse y dejar de molestar a su adorado y unico hijo, pero al darse la vuelta se escucho la puerta abrirse, se volteo rapidamente viendo a su hijo con el uniforme de la escuela algo sucio y con una cortado en su mejilla, se acerco abrazandolo y el azabache empezo a llorar al sentir el calido abrazo que su madre le estaba brindando.

Respiro el aroma a vainilla del perfume que su mamá siempre se ponia en las mañanas y le duraba todo el día. Sollozaba en el hombro de su progenitora abrazandola fuertemente mientras recordaba como era golpeado por sus compañeros y como él trataba de defenderse ya sin muchas fuerzas.

-M-mami..-la mayor se separo de su hijo posando sus manos en los hombros de este, secando una que otra lagrima que salia de los ojos negros de su pequeño y secandose una que otra lagrima tambien.

-S-si Quacks?-pregunto con un poco de dificultad gracias al llanto que estaba aguantando para que no saliera

El azabache la miro, dejando ver a su mamá como sus ojos ya no tenian ese brillo que tenia cuando solo era un niño pequeño de seis añitos, sus ojos negro demostraban solo oscuridad, una en la cual se podria perder para siempre. Observo su mejilla, viendo el corte nuevo que le habian echo, dandole una punzada en su corazón.

Volviendole a dar un a brazo y pegandolo a su pecho queriendo tranquilizarlo y transmitirle que ya estaba a salvo, que ya no le harian nada.

-Ma mi, po-por fa vor, cambiame de es-escuela, po por fa-favor..-hablo entre sollozos mientras correspondia aquél tierno abrazo

La mayor suspiro, ya tenia en mente esa idea, pero entrar a la escuela en medio de año era algo extraño, y estaba esperando a que el año terminara para poder inscribirlo. Más sin encambio, ahora que su hijo lo pedía ella no podia negarselo, porque sabia muy bien que si dejaba que su hijo siguiera en esa escuela, lo más probable era que al final del año, su hijo estuviera muerto, y no queria que eso pasara, no queria quedarse sin su preciado y querido hijo, suspiro pesadamente, sabia lo que tenia que hacer.

Se paro a su hijo de su pecho,mirandolo a sus ojos y viceversa.

-Esta bien Quackity, te cambiare de escuela.-habló, ganandose un "gracias" y un abrazo de parte del azabache.

Sin duda un momento feliz, un momento de madre e hijo, su ultimo momento juntos, porque tal vez, mandarlo a esa escuela no era y no fue, una buena idea.

Y sin saber que lo que estaba a punto de pasar, ambos comieron y durmieron, cada uno feliz por distintas razones..

...

..

.

Tal vez esta vida siempre sera
injusta para aquel pelinegro de nombre Quackity.