Capítulo 6

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Elaia

Salí de la Masía y me dirigí hacia el centro de Barcelona. Entré a un supermercado para comprar algunas cosas, por si algún día no quería bajar al comedor, tener algo de comida en la habitación.

Ya era bastante tarde, y no me daba tiempo a volver a la masía, así que tenía que esperar a las 6 para volver a entrar. La actividad la tenía a las 6:30 así que no me preocupaba.

Tenía que comer algo, ya que la noche anterior no cené y esta mañana tampoco desayuné. Busqué algún sitio tranquilo y que no hubiera mucha gente. Encontré un restaurante pequeño y apartado en un pueblo a unos 25 minutos andando, no me lo pensé más y fui en dirección al pueblo.


Pablo Gavi

Por fin llegamos al pueblo, aparcamos y nos dirigimos al restaurante. Llegamos al restaurante y nos pusieron en la mesa de siempre, estábamos dentro, un poco apartados

Nos sentamos, nos trajeron la carta, y poco después nos tomaron nota.

- No me puedo creer que haya visto a la chica - dije.

- La viste, deja de rallarte - contestó el canario

Seguimos hablando de cosas nuestras, o más bien, ellos siguieron hablando ya que yo estaba inundado de mil pensamientos

- Oye, voy al baño, ahora vengo - dije levantándome.

Salí del baño mientras me colocaba bien el pantalón, hasta que me choqué con alguien.


Elaia

Llegué al pueblo un poco cansada, había caminado por más de 30 minutos así que era normal. Por el camino hubo algunos imprevistos, me perdí unas dos o tres veces, luego me di cuenta que había puesto la ruta para ir en coche y tuve que ir por la carretera, y por último me quedé sin cobertura. Aún sigo pensando cómo conseguí llegar.

Estaba en el pueblo y encima no tenía cobertura, así que tuve que dar vueltas hasta encontrarlo. Esperaba encontrar a alguna persona para preguntar por el restaurante pero no hubo éxito, lo bueno es que me aseguraba que era un pueblo pequeño

Después de dar unas 3 vueltas al pueblo encontré el restaurante. Decidí sentarme fuera en la terraza ya que tenía bastante calor.

En cuanto me senté un camarero se acercó y me dió la carta. Unos minutos después ya tenía claro lo que iba a pedir así que llamé al camarero.

Me levanté y me fui al baño. Al entrar de repente apareció alguien por la izquierda, por lo visto el baño de chicos estaba ahí. Salió tan rápido que me empujó y casi me caí de culo, pero no lo hice porque él me cogió de la cintura y me incorporó.

Estábamos a centímetros cuando levanté la mirada y lo vi. 


Pablo Gavi

Salí tan rápido del baño que casi tiro a la persona, pero por suerte le pude coger por la cintura y evitarlo. Estábamos a escasos centímetros cuando levanté la mirada y la vi.

- ¿Estás bien? - le pregunté.

Me ignoró y fue a entrar al lavabo cuando le agarré de la muñeca y la giré

- Que si, que estoy bien - dijo soltandose de mi agarre para entrar al lavabo.

Me quedé allí unos segundos pensando en lo que acababa de pasar. Alguien me tocó el hombro sacándome de mis pensamientos.

- Tío, ¿qué haces? - preguntó Ansu.

- ¿Qué haces tú aquí? - le contesté.

- Yo voy al lavabo.

- Vale, yo voy para la mesa.

Él asintió y me dirigí a la mesa.

Minutos después apareció Ansu y se sentó en la mesa.

- Gavi, ¿qué te pasa tio? Pareces que has visto a un fantasma - dijo Ferrán.

-  A un fantasma no, pero a la chica del comedor si.

- ¡¿Qué?! ¿Está aquí? - preguntó el canario.

- Eso parece - contesté.

- Cuenta todo - habló Ferrán.

- Estaba saliendo del baño y me choque con ella, salí tan rápido que casi la tiro, pero me dió tiempo a cogerla por la cintura y no se cayó. Le pregunté si estaba bien y me ignoró, entonces le cogí la muñeca y la giré. Ella solo dijo, y cito textualmente, "que si,que estoy bien". Después de eso se soltó y entró al baño - expliqué

-  Ahí está - señaló Ansu a la chica, quien pasaba por el comedor y salía a la terraza.

Los 3 nos giramos en la dirección donde señalaba. Ahí estaba, iba preciosa, como siempre.


Elaia

Levanté la mirada y ahí estaba, el chico moreno que estaba ayer en el comedor.

- ¿Estás bien? - me preguntó.

Le ignoré y fui a entrar al lavabo cuando me agarró de la muñeca y me giró.

- Que si, que estoy bien - dije soltandome de su agarre para entrar al lavabo.

Salí del baño y pasé por el comedor, sabía que estaría allí, por eso preferí no mirar y pasar de largo. 

- - - - - - - - -

Terminé de comer así que pedí la cuenta. Minutos después apareció el camarero con la cuenta, pero dijo algo que me sorprendió.

-  Señorita, su cuenta ya está pagada.

- ¿Qué? ¿Cómo puede ser?

Golden boy / GaviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora