El cansancio me mataba. A lo lejos se veía un enorme volcán.
-Mira Mike, un volcán.
Mike fijo su vista en el volcán y su cara cambio- Mel ¿Has estado en una erupción volcánica?
-Em.... no ¿Por?
Pedazos grandes saltaron desde el volcán hacia nosotros incluso más allá.
-¡Esto es una locura!- dije gritando mientras esquivaba una gran roca.
Cuando faltaba poco para alejarse del volcán notamos que había un pequeño pueblo. Ambos nos miramos con extrañeza y corrimos los pocos metros de distancia que había.
Cuando llegamos el pueblo parecía totalmente desierto. A lo lejos se veía una capilla pero en vez de una típica cruz había una especie de corona más cercana a una tiara.
-Tenemos que ir a la capilla- dije mientras la apuntaba.
-¿Como lo sabes?- dijo con incredulidad.
Me encogí de hombros al ver que no confiaba en mí cuando se trataba de decisiones.-sólo sígueme.- Corrimos a la capilla aunque se veía bastante lejos.
Antes de que yo pudiera entrar Mike me tomó el brazo e hizo un gesto de silencio colocando su dedo índice en sus labios.
Nadie se movió, Mike y yo comenzamos a comunicarnos en sordo-mudo.-Acabo de escuchar a alguien- Mike jamás lo había hecho tan rápido y perfecto.
Antes de que pudiera responder aparece un niño como de 5 o 7 años. Vestía con un costal de harina y con un hilo alrededor de su cintura.
-Ven- dije agachándome para estar a su altura - no te haremos daños- dije mientras sonreía.
-tú no...-el niño hizo una pausa un poco larga trago saliva y volvió a hablar - pero yo sí.
Al pronunciar aquellas palabras hizo que los ojos del niño tornaran a negativo y lleno de odio.
-¿Por qué lo harías? Eres apenas un niño- dije desvaneciendo mi sonrisa.
El niño se quedó en silencio por bastante tiempo, no respondió mi pregunta y supuse que no lo haría. El cielo celeste cambio de color a tonos grises y todo el pueblito se ennegreció.
Cuando Mike se movió el niño salió corriendo y yo lo seguí por detrás.
Mike intentó tomarme por el hombro unas 5 veces.
-¡Mel detente!- gritó Mike.
Me paré en seco al escuchar mi nombre. Cuando volví a ver con claridad pude ver bien a mi alrededor, un precipicio estaba a 1 metro de mi. La idea de haber caído por él hizo que mi estómago diera vueltas.
-¡¿Estás loca?!- dijo Mike alejándome del precipicio. - Dios casi mueres ¿Qué demonios te pasó?- dijo alterándose cada vez más.
-No...no lo sé- dije algo aturdida.
-Casi... mu...- No podía pronunciar esa palabra- mueres. -dijo por fin meneando la cabeza a todos lados.
-Lo siento, no sé que me pasó.
Nos devolvimos a la capilla, miraba a todos lados en busca de aquel niño. Subí un par de escalones Mike me seguía por detrás.
Abrí la puerta con bastante cuidado y un leve crujido produce al abrirse por completo.
-¿Qué te parece Mel? Es como la casa de la abuela- dijo pasando su dedo sobre los muebles que encontraba.
-Mike basta de distracciones, al objetivo, la corona.
-Esta bien- dijo poniendo los ojos en blanco.
Me di vuelta- Te quiero-*sonreí*
Sonrió y sus labios me dijeron un "yo también".
Subí unas viejas escaleras, iba en el décimo escalón, este se rompió y me rasguñé la pierna.
-Mierda- Mire mi pierna y solo veía la sangre que me corría.
Con el estruendo Mike corrió hacia mí, me miro y luego miro mi pierna herida.
Mel...- dijo sacudiendo la cabeza.- ven - extendió sus brazos muy bien trabajados y me tomaron con firmeza.
Me sentó en un viejo sofá y de su mochila extrajo un pequeño botiquín.
-Levanta esa pierna- me levanto la pierna y vi un enorme tajo desde mi rodilla hasta el tobillo. Cuando vi mi herida casi suelto un chillido, pero me lo aguante para parecer fuerte frente a Mike.
-¿Te duele?- dijo mientras vendaba mi herida.
-Un po...-hice una mueca de dolor, no podía soportar el enorme dolor que sentía.- un poco- cuando logré acabar la palabra vi como Mike me miraba preocupado.
-Oh, Mike no te preocupes, estaré bien.-dije sonriéndole y tocando su hombro para intentar convencerlo- Ya sabes, siempre me pasa lo mismo.
-Yo subiré, te quedaras acá y cuando encuentre la corona nos vamos.-antes de pararse me dio un beso en la frente.
-Espera, ¿qué? Eso es totalmente injus...- Mike me interrumpió colocando su mano en mi boca.
-Es totalmente justo- me guiño el ojo y subió las escaleras.
Los pasos de Mike no se oían mucho y empezaba a sentirme rara. Me daba miedo estar sin Mike y además indefensa con esta maldita herida.
Afuera se escuchaban relámpagos y truenos y desde la pequeña ventana se veía el tétrico pueblo.
Oí un fuerte golpe, me senté rápidamente y mire las escaleras, mi respiración se acelero y nuevamente trataba de tranquilizarme.
-¿Mike?- me atreví a decirlo luego de varios minutos.
Pasos en la escalera.
Gire mi cabeza y vi las piernas de Mike y mi corazón paso de mi garganta a su lugar original.
-Mike casi me matas.
- Lo siento, tuve que abrir una especie de puerta y los objetos cayeron y todo paso rápido.- dijo revolviéndose el pelo.
Comencé a reírme, traté de parar pero su cara daba demasiada risa.-¿Tan chistoso soy?- dijo mirándome de reojo.
Asentí con la cabeza.
-Cierra los ojos- dijo Mike mientras se acercaba.
- ¿Que harás?- dije riéndome.
-Solo ciérralos.Sentí un peso en mi cabeza, abrí mis ojos y vi a través de los ojos de Mike una corona en mi cabello.
- Mike...-dije mientras tocaba la corona.
- Te queda bien.
- Vamos- me levante del sofá y solté un chillido de dolor.
Mike me tomo por la cintura y me colocó de pie en el sofá- lo lamento princesa pero tendrás que irte arriba de tu príncipe-luego me subió a su espalda.
- ¿A caballito? Buena idea- dije sacándome un mechón de pelo que tapaba mi ojo.
Mike tomo la mochila y la extendió para que la tomara. Me la puse en mi espalda y descansé sobre su cabeza.
*2 horas más tarde*
En todo el camino dormí, Mike no paraba nunca y cuando abría los ojos veía el volcán cada vez más lejos.
Prueba terminada.
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¿Mi vida? Es un tema complicado
Dla nastolatkówMelisa una chica de apenas 16 años sufre pérdidas inevitables y eso cada vez la hace más retorcida. Melisa debera completar las pruebas de: esperanza, lealtad, amor y sacrificio. Estas pruebas son crueles y despiadadas a la medida que avanzas y hace...