Vi aquella mujer que deslumbraba un aura de enojo y molestia caminar hacia el otro lado del patio mientras sus tacones se escuchaban con ese característico "Tac Tac", Erick se levantó de golpe y caminó hacia mi con mucha preocupación, su rostro estaba pálido y ni que hablar del mío, quizás estaba lista para mi funeral.
La mayoría de compañeros se levantaron para acercarse a la puerta y mirar la escena que estaba apunto de hacerse.
No era la primera vez que me metía en problemas por la maestra Verónica pero creo que esta si vez si desearía que la tierra se abriera y me tragara.Veronica cruzó por el patio echa una furia y entró al salón donde estaba su aún pareja.
La curiosidad y el morbo apareció en compañeros de otros salones al acercase al nuestro y preguntar qué había sucedido. Yo no podía hablar, sentía un nudo en la garganta y un agujero en el estómago, me encontraba en estática total observando desde mi punto como se creaba un drama innecesario.La mujer entró de manera brusca al salón, ignorando por completo los alumnos que estaban presentes y se daban cuenta de la situación.
Se acercó lo suficiente aquel maestro que parecía no darse cuenta pues seguía descansando en su escritorio, de un segundo a otro Cauich abrió un poco los ojos y Veronica lo abofeteó tan fuerte que el se puso de pie lo más rápido que pudo.—¡V..Verónica! ¿Que mierda?, - Cauich puso su mano en su frente al sentir un pequeño mareo.
Ella lo miró con mucha molestia y frustración mientras con su boca hacia una mueca de fastidio.
—Mgh...—Miró a su alrededor notando que todos sus alumnos estaban en silencio mientras los observaban, su mejilla comenzaba a ponerse un poco colorada por el golpe, él miró a Veronica y con la voz más tranquila le dijo—¿Quisieras hablar de esto en otro sitio?, no es un buen lugar.
Verónica lo miraba muy molesta, debe ser muy duro que tu prometido esté prestando chaquetas a cualquier mujer, pero ella no podía quejarse, ya lo había engañado.
Cauich volvió a mirar a sus alumnos y les dio permiso para salir pues tenía asuntos que arreglar, los chicos se levantaron y con prisa salieron del salón dejándolos a ellos dos solos.
—¿¡Por que carajos Morgan del C-308 tendría tu saco?!—Veronica le lanzó la prenda a la cara con molestia
—Si estás preocupada por esto, esta bien, ella solo tenía frío, quería evitar mojarse por la brisa que caía hace un rato.
—¿¡Y solo porque una niñita tiene frío ya debes prestar tus cosas?!—Su voz comenzó a hacer gritos, Cauich se percató de esto y le comenzó hablar de manera suave y tolerante para que ella bajara su tono.
—Vero...podemos buscar otro momento para hablar sobre esto, ahora no.
Y cuando creyó que la situación había mejorado ella le volvió a dar otra bofetada en la misma mejilla dejándola ahora un poco hinchada, Cauich parecía querer controlar sus impulsos pues la mandíbula le temblaba.
—Que asco que tengas que cogerte a una chica que solo quiere un 9 de calificación
—¡DIJE QUE YA VERÓNICA!- El la tomó del brazo y la llevó con fuerza fuera del salón hacia una banca que estaba un poco alejada de los salones, me sentía aterrada y culpable, quería acercarme e intentar apoyarlo, llevarlo a un lugar más tranquilo y que él pudiera desahogarse.
Acariciarle el cabello y contarle algo feliz, algo que le hiciera olvidar la humillación de ser golpeado por una mujer enfrente de quienes confían en ti.

ESTÁS LEYENDO
El dolor de ser nosotros ✔️ Editando
Teen FictionEn las páginas de "Hemmelig love" se despliega una cautivadora y dura historia de ¿amor? Tal vez... Una apasionada alumna es envuelta en un torbellino de emociones al descubrir que su corazón late al ritmo de un enigmático profesor en particular. Aq...