Dónde Katsuki no puede esperar por golpear al nuevo novio de Eijiro pero principe encantador no parece entender indirectas.
?Avisos?
Los personajes no me pertenecen.
La historia es puro entrenamiento, sin ofensas.
No hay Todobaku o Bakukiri (de este...
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—No lo entiendo. ¿Qué hago para que todo el que me invite a salir simplemente desaparezca luego de nuestra cita? —Chillo Eijiro, mientras estrellaba su cabeza contra la mesa. Katsuki lo miro con fastidio, aún se considera un joven que no quería escuchar sobre mierda amorosa.
— Ahora estas insoportable —Rodó los ojos fingiendo desinterés.
—En serio, todo iba bien —Levanto la vista haciendo ojitos de perrito abandonado, volvió a esconderse. — luego desapareció de un día para otro, le intente hablar ¡me ignoro por completo! ¡¿Por qué?!
—Ahg, cálmate — El rubio se acerco y le acaricio como si fuera un perro, era incomodo, no era lo suyo dar apoyo. —Al diablo con él estupido, es un imbécil.
—No lo entiendes, él fue lindo, amable... —Dijo recostándose sobre su mano, claro que Bakugo se molestó, no quería escuchar la diarrea verbal que soltaba Eijiro.
—¡Ay!, vamos —Katsuki empujo el brazo en el que estaba recostado, y lo tumbo haciendo que el otro se golpee en la cara contra la mesa.
—¡Mi nariz! ―Lloriqueo el peli-rojo, mientras se cubría esta. Y le daba un golpee a su amigo en el hombro.
—Eres un llorón —Se cruzo de brazos. —Escucha, si ese inútil se comporta así que se muera. Era un cobarde que no te merecía, un imbécil. Si te sigues quejando le daré una paliza.
—Es que todos son así, no sé que les pasa. ¡Ni se te ocurra golpear a nadie! —Dijo lo último señalándolo, pero su rostro cambió a uno más triste.—Blatsy... ¿No crees que soy irritante? Tal vez por eso todos se cansan.
—Deja de pensar estupideces. Acaso debo golpearte para que te des cuenta que eres jodidamente bueno —Dicho esto estrello sus libros contra la mesa. —Además, vine a estudiar no a escuchar tu deprimente vida amorosa.
Esas palabras lograron calmar al Eijiro aunque ignorando lo último.
—¡Eres el mejor!
—Por supuesto que sí —Sonrió arrogante.
Katsuki claro que sabía lo que sucedía con esos chicos, el mismo se aseguraba de amenazarlos y atormentarlos un poco, no era que le gustara Kirishima simplemente creía que merecía lo mejor. Un simple idiota que con solo una amenaza lo dejara no lo merecía.
Tal vez era un poco sobre protector, pero no dejaría que cualquier imbécil se meta con Eijiro. Él no dejaría que cualquier tonto dañara a Kirishima, aunque Kirishima fuera un Iman para los idiotas...
Pero Katsuki no podrá evitarlo toda la vida, y lamentablemente pronto llegará aquel que termine la soltería de Kirishima.
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